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Debe decidir la gente

¿Si o no al uranio?
30/03 – 19:30 – Tal vez sea el pueblo de Las Heras quien deba tomar la posta para imponerle a los funcionarios políticos locales, provinciales y nacionales, sus propios intereses por sobre el interés de las empresas multinacionales y el de las manos locales ávidas de facilitarles la explotación del uranio, sin dejar absolutamente ningún rédito para los habitantes de allí o como regalo para el futuro, un pasivo ambiental irremediable.

Sabemos que ningún interés aborigen, ni excusas de tipo legal serán válidas a la hora de enfrentarse a los negociados que vienen armados desde Buenos Aires, con contratos secretos en cuyas cláusulas se admiten y permiten todo tipo de atropello a las riquezas naturales de la provincia, sin que el gobierno de Santa Cruz ejerza ningún control y mucho menos las autoridades locales de Las Heras.

Los políticos que hoy dicen que no, mañana dirán que si y aquellos que mucho hablan mañana se callarán la boca; esto lo hemos vivido permanentemente en Santa Cruz cuando se trató de hilvanar alguna ayuda oficial para que las mineras o las petroleras adquirieran por monedas la riqueza subterránea, sin que a nadie se le moviera un pelo.

En Las Heras solo la movilización del pueblo y el grito unificado de la gente va a modificar algo en la voluntad de los interesados en abrir la tierra para llevarse el uranio de la forma que sea.

“Solo se llevarán piedras, porque el proceso se hará en otro lado”, este es el pensamiento del Intendente Teodoro Camino; esta es la forma de administrar un recurso propio que tiene el responsable del pueblo. Esa misma teoría la tiene Díaz, el Secretario de Medio ambiente de la provincia que negó que vaya a existir contaminación “porque solo se llevan la piedra”; un horror pensar que piensan así.

“Llevarse la piedra”, lo cual para ellos parece ser un tema menor, es nada más y nada menos que saquear los recursos de Las Heras, porque esa “piedra” que tan livianamente consideran los funcionarios y políticos, son la base de un producto cuyo costo es millonario y que va a ser regalado por la provincia, solo para que un par de vivos hagan el negocio de su vida.

En esta instancia solo el pueblo de Las Heras tiene la potestad de exigirles a sus autoridades políticas que se manifiesten en contra de este proyecto o de exigir información plena de cómo se va hacer, con quién, cuándo, cuánto, cuáles van a ser los métodos de extracción, qué va a quedar para la provincia, cuánto va a quedar para Las Heras, qué medidas de prevención se van a tomar y cómo se va a minimizar el impacto del laboreo minero.

La gente del pueblo debiera empezar por pedir al HCD y al Intendente una audiencia pública y transformarse en los dueños de las decisiones que seguramente van a marcar a las próximas generaciones que habiten la localidad petrolera.(Rubén Lasagno/OPI Santa Cruz)

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4 COMENTARIOS

  1. Amigos: Recuerden que solo el pueblo salvará al pueblo. Da asco ver el pensamiento de quienes deberían estar al frente de la defensa de los derechos del pueblo. Que ellos voten, que ellos decidan, ya que solo ellos son los dueños. Salu2

  2. Uranio… Porque no se preocupan en darle trabajo a los santacruceños desocupados?
    Para que van a explotar esto a ver? Para traer una empresa multinacional a hacerse cargo y hacer sus tipicos negocios negros?
    Dejen de explotar las tierras de los pueblos originarios, manga de chorros!

  3. CIANURO LIBRE

    Las Mineras que operan en el país: ¿A quiénes benefician?
    Oro, cobre, plata, molibdeno, potasio y otros minerales atraen a numerosas corporaciones, generalmente extranjeras, quienes instalan grandes infraestructuras para su explotación. Para que el negocio sea ‘redondo’, además reciben de las administraciones locales beneficios impositivos por varios años, laxitud en los controles de impacto ambiental y poco exigencia en el cumplimiento de reglamentaciones laborales y accidentes de trabajo. La mano de obra que requieren para instalarse y operar es la principal excusa esgrimida por las autoridades al justificar las mínimas regalías que quedan sobre el mineral extraído. Este, en la mayoría de los casos es procesado fuera del país y se pierde el control sobre su rendimiento.
    Dependiendo de las características de la zona, muchos de estos asentamientos generan el desmonte de bosques nativos y modificaciones de la geografía original afectando poblaciones, economías regionales, fauna y flora. En la práctica, por acción u omisión, actúan como zonas liberadas. El proceso de extracción y separación consume electricidad, cianuro y abundante agua la cual si falta, muchos planean obtenerla cortando Glaciares (AUNQUE PAREZCA INCREÍBLE). También para perforar bajo ellos. Estos dislates ecológicos ya están en marcha contando con el apoyo de ciertas autoridades. Algunos ejemplos: 1-Se exporta por cañerías agua subterránea de Tolar Grande (Salta) para una minera en Chile; 2-El poder Ejecutivo vetó la ley de “Protección a los Glaciares”.
    Las metodologías utilizadas, altamente contaminantes de agua, tierra y aire, no parecen alarmar a las autoridades. Solo los lugareños, ambientalistas y periodistas comprometidos con el medio ambiente son quienes alertan sobre el desastre en ciernes pero son sistemáticamente descalificados. En algunos casos, estas personas han recibido amenazas de varios tipos para que depongan su actitud. En otros, ciertos jueces han defendido a las mineras. Y en todos, ejércitos de abogados que representan a estas corporaciones maniobran para justificar los procedimientos y evitar las demandas.
    Frente a esto, BOTNIA pasa a ser un divertimento mediático.
    Pese a este panorama nefasto para la salud y la ecología, numerosas gobernaciones impulsan estos emprendimientos como si fueran ‘maná del cielo’. Santa Cruz, San Juan, Catamarca, La Rioja, Mendoza y otras. Los sindicalistas que toleran las constantes violaciones a las condiciones de trabajo o los funcionarios que alquilan zonas de nuestro territorio para que otros extraigan riquezas y contaminen sin cumplir la legislación vigente, merecerían una demanda por incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos. Para ellos el sufrimiento de la gente, fauna y flora parece ser, un daño colateral.
    La libre utilización del cianuro en la minería sin los adecuados controles permite enriquecer a unos pocos y empobrecer a la mayoría.

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