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Las gaviotas atacan cada vez más y con más furia a las ballenas y podrían arruinar el turismo de Chubut


14/11 17:30- Según la agencia ANSA se ha registrado un aumento del 77% desde 1990 al 2008 en la cantidad de ballenas atacadas por gaviotas en la Península de Valdés. De acuerdo a los estudios realizados, las ballenas aumentan la velocidad de natación y modifican su posturas para evitar lo picotazos de las aves. Temen que este fenómeno en incremento lleve a los cetáceos a migrar a otros lugares y destruya uno de los principales atractivos del turismo nacional e internacional en Chubut.

Los constantes ataques de las gaviotas a las ballenas que cada año llegan a la zona del Golfo Nuevo, en la Patagonia argentina, unos 1.500 kilómetros al sur de Buenos Aires, provocan inquietud entre los científicos por sus graves consecuencias en salud de los cetáceos, que podrían mudarse a otros lugares de la costa, terminando así con un importante recurso turístico. Los porcentajes de ballenas atacadas por gaviotas crecieron “al 38 por ciento en 1990, al 68 en 2000 y al 77 en el año 2008. No hay otro sitio en el mundo donde se registren ataques de gaviotas a ballenas con la intensidad y frecuencia de Península Valdés“, aseguran investigadores citados por la agencia italiana ANSA.

Las ballenas aumentan su velocidad de natación y cambian su postura de descanso arqueando la espalda para evitar los picotazos, que interrumpen el amamantamiento y el normal desarrollo de las ballenas recién nacidas“, explicó a ANSA Mariano Sironi, director científico del Instituto de Conservación de Ballenas (ICB). “Estos ataques, registrados por primera vez en 1972 como un comportamiento casi casual, hoy tienen una frecuencia alarmante, con una tasa promedio de alrededor de 12 ataques por hora para la zona de El Doradillo, uno de los principales sitios de crianza de las ballenas“, explicó a ANSA Marcelo Bertellotti, del Centro Nacional Patagónico del Consejo Nacional de Investigación Científica y Técnica (CONICET).

Más del doble de los ataques que reciben las madres (9 por hora) son dirigidos a las crías (hasta 18 por hora), con serias consecuencias -agregó-: disminución del tiempo de lactancia de los ballenatos, de modo que las crías podrían no alcanzar el peso necesario para abordar la migración; gasto de energía de las madres; importantes heridas que aumentan el riesgo de enfermedades y muerte de los ballenatos“.

Al final de la temporada (de mayo a diciembre, NDR) prácticamente la totalidad de las crías terminan lastimadas. Las gaviotas les comen la piel y algo de grasa. Se puede afirmar que la población de ballenas francas australes hoy en Península Valdés no tiene un estado sanitario óptimo“, advirtió Daniel Pérez Martínez, director del proyecto Patrones de Uso de la Bahía Nueva por parte de Embarcaciones y Ballenas y consultor en temas ambientales. La especie se ve afectada además por el cambio climático global, con una “posible disminución de alimento por el derretimiento del casco polar, que afecta los ciclos reproductivos del krill”, precisó.

El origen de la proliferación de gaviotas, explicaron ambos especialistas, es un aumento desmedido de la población de aves por la provisión de abundante alimento en los basurales a cielo abierto que existen en Puerto Madryn, una de las principales ciudades de la región, y el descarte pesquero en tierra y mar abierto.

Con mi equipo estamos monitoreando las tasas de ataque desde hace siete años”, confirmó Bertellotti: “Lamentablemente, en estos años hemos visto aumentar alarmantemente la tasa de ataques, un comportamiento que se propaga también por aprendizaje en la generación de gaviotas más jóvenes”.

Los análisis de nuestro catálogo de fotoidentificación de ballenas francas de Península Valdés, desarrollado conjuntamente con el Whale Conservation Institute/Ocean Alliance, indican que en 1974 sólo el 1 por ciento de las ballenas francas tenían en sus lomos heridas producidas por las gaviotas. Sin embargo, ese porcentaje se incrementó al 38 por ciento en 1990, al 68 en 2000 y al 77 en el año 2008. No hay otro sitio en el mundo donde se registren ataques de gaviotas a ballenas con la intensidad y frecuencia de Península Valdés“, advirtió Sironi, del ICB.

Para Bertellotti, “ya no se puede dejar a la naturaleza que se regule sola: es necesario intervenir para recuperar el equilibrio roto“.

La solución, agregó, “tiene al menos tres partes indisociables: por un lado es necesario eliminar las fuentes de alimento para las gaviotas, es decir eliminar los basurales a cielo abierto y los descartes en el mar; pero también será necesario reducir las poblaciones de gaviotas con métodos eutanásicos bioéticamente correctos. El tercer componente de esta trilogía es el monitoreo”.

Alejándose de las polémicas sobre los riesgos de intervenir en un proceso natural, Pérez Martínez puntualizó: “De hecho ya existe una intervención, sea con acciones directas o no haciendo nada“.

Los turistas que realizan avistajes de ballenas desde la costa o embarcados -una de las principales actividades en la región entre mayo y diciembre- también son frecuentes testigos de estos ataques, que podrían alejar a las ballenas y, en consecuencia, poner fin al recurso turístico.

Sin embargo, Pérez Martínez apuntó un dato contradictorio: “La población de ballenas es cada vez mayor, sigue creciendo a un 7 por ciento anual, y no se ha visto una disminución en sitios de máximos ataques”.

Aunque esto no implica que los ataques sean inocuos, sino dos escenarios posibles: “En un escenario A, las ballenas ‘huyen’ de la zona de impacto alejándose del acoso; la población tiene menos riesgo de afecta la actividad turística, a la vez que las ballenas pierden los mejores hábitats de crianza”. “En un escenario B, las ballenas ‘no se dan cuenta’ de la afectación de los ataques y se quedan en un hábitat que pierde calidad, que tiene acoso y con riesgo de enfermedades“.

Hoy nadie puede afirmar que las ballenas se van, pero tampoco afirmar que se quedarán. Si un científico logra demostrar que se van o que la población declina por las gaviotas -concluyó- entonces obviamente será demasiado tarde”. (Rawsonline/OPI Santa Cruz)

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9 COMENTARIOS

  1. Una pregunta muy simple, se conce el diagnóstico y se sabe que se debe hacer para mitigar el problema, entonces ¿qué se necesita para comenzar y qué se esta esperando? gracias.

  2. Yo creo que las ballenas son muy bolu, semejante bicho al pedo. que le enseñen a comer gaviotas. porque los basurales no los van a sacar, y menos que el descarte no lo tiren al mar jaja

  3. Preocupa el comportamiento de estas aves que han aprendido a vivir acosta del pellejo de otra especie.
    No nos podemos olvidar que se trata de un animal de características “rapiñeras” pero menos voraz que las ansias de lucro de la gente que vive a costa de las ballenas y los recursos que deja el turismo.
    Hace demasiado tiempo se viven hablando del tema y parece que están esperando que una gaviota se trague a una ballena para quedar impactados.
    La filosofía de esta gente es: mientras se tenga el “curro” asegurado para que preocuparse.
    Es más, en una conversación que escuche en Puerto Madryn -en un comercio importante- la única culpable de todo este problema era nada más ni nada menos que la gaviota.
    Bueno, ni la comunidad – ni las autoridades que la representan y que surgen de su seno – se interesan por estos temas.
    Prueba de esto es la poca o nula importancia que se da a la nota.
    Observemos los escasos posteos…para “muestra sobra un botón”.
    Sin dudas habrá sido una nota pasada de cuajo por el “gran público”
    Bueno, así estamos…en este caso el refrán rasaría ”la culpa la tiene la gaviota y no el que le da de comer”.

  4. los seres humanos con nuestros basurales a cielo abierto hemos alterado el ecosistema, haciendo posible una proliferacion desmedida de las gaviotas.O sea que somos nosotros los que debemos corregir este problema. Y no parece ser tan complicado..hay que meterle municion a las gaviotas que han adoptado esa costumbre o maña, ya que solo unas pocas gaviotas tienen este comportamiento.

  5. Claudio Madeira. ·””mi Face””
    Las gaviotas atacan cada vez más y con más furia a las ballenas y podrían arruinar el turismo de Chubut ( http://www.opisantacruz.com.ar/) ( debido al basurero gigantesco que triplico en pocos años esas LINDAS ALIMAÑAS) lo que hase un deterioro en la piel de la ballena ,lastimandole la piel luego la grasa.y produciendole un enorme agujero ..haciendo que la ballena alimente menos a su cria..y tenga pocas posibilidades de sobrevivir en la gran carrera hacia aguas mas fructiferas…TODO POR CULPA DEL BASURERO A CIELO ABIERTO¡¡¡ Domingo 19 de febrero de 2012.ya lo publique aqu( mar del plata)i en varias paginas

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