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El paro de los sindicatos opositores se sintió fuerte

Capital Federal vacía ayer por el paro nacional - Foto: Infobae
11/04 – 09:00 – Hubo muy poca actividad en las grandes ciudades por el llamado de las centrales enfrentadas con el Gobierno. La falta total de transporte fue clave en la protesta contra la inseguridad y la inflación.

Por: Leonardo Mindez
Calles desiertas en las principales ciudades, sin colectivos ni trenes. Escuelas sin clases. Oficinas sin personal. Estaciones de servicio cerradas. Aeropuertos sin vuelos. Algunos comercios abiertos, al igual que los bancos, pero casi sin clientes. Esa fue la postal del paro general masivo de ayer en todo el país, convocado por las centrales sindicales opositoras contra la inflación y el ajuste en los salarios y en reclamo de mayor seguridad.

Desde temprano se instaló a través de los medios una puja retórica entre el Gobierno y los líderes sindicales por la interpretación de la protesta.

Cristina Kirchner no se movió de la Quinta de Olivos, donde se mantuvo informada por sus ministros del acatamiento de la medida. El que habló temprano, en una Casa Rosada que se mantuvo semidesierta durante todo el día, fue Jorge Capitanich, quien apuntó en dos direcciones para bajarle el precio a la medida de fuerza.

Primero, la describió como “un gran piquete nacional con paro de transporte”, poniendo énfasis en los cortes de calles y rutas que protagonizaron las agrupaciones de izquierda que adhirieron a la protesta y que bloquearon los principales accesos a la Capital Federal, entre otros puntos claves. El jefe de Gabinete alegó que con esa “metodología a la vieja usanza del medioevo”, se le impedía el paso a la gente que quería ir a trabajar.

El argumento en el que hizo hincapié Capitanich -y luego fue letra oficial de todo el kirchnerismo- fue el de posicionar como organizador principal de la protesta a Luis Barrionuevo, uno de los dirigentes gremiales más desprestigiados, y resaltar sus vínculos con Sergio Massa para darle un tinte político partidario a la protesta. “Como líder del piquetazo nacional, Barrionuevo es el nuevo líder de la izquierda”, resumió el jefe de gabinete nacional.

Por la tarde, en la sede de la CGT de la calle Azopardo, Hugo Moyano, Pablo Micheli y Barrionuevo, acompañados por dirigentes de la CGT y la CTA opositoras, dieron una conferencia de prensa en la que resaltaron el “alto acatamiento” de la medida de fuerza. “Algunos pretenden hacer creer que la gente no fue trabajar por los piquetes. ¡Es una mentira total!”, replicó el camionero. “Interpretamos la voluntad de la gente que quiso dar un mensaje claro. Quedó de manifiesto la bronca y el desencanto que hay por la falta de respuestas por la inflación, la devaluación, la inseguridad, el tope en los salarios, el impuesto a las ganancias y el salario de los jubilados”, dijo el camionero. “ Esperemos que el Gobierno entienda la importancia de estos reclamos y comience a dar respuestas ”, agregó.

La larga conferencia de los capitostes gremiales estuvo plagada de ironías y dedicatorias ácidas. Moyano volvió a burlarse de “las mentiras de Quico (sic)” en referencia a “Coqui” Capitanich y puso al abogado laboralista Norberto Centeno, desaparecido en la última dictadura, como contraejemplo de Héctor Recalde, que más temprano había asegurado que Agustín Tosco no hubiera parado ayer.

Miceli recordó cómo Néstor Kirchner alababa a Carlos Menem y otros dirigentes K fueron vitales en las privatizaciones de aquellos años: “La derecha está en el Gobierno”, sentenció.

El aeronáutico Ricardo Cirielli acusó a Cristina Kirchner de “iniciar los linchamientos desde la Casa Rosada” y trató de “títere, mentiroso y caradura” a Axel Kicillof, ministro de Economía, que ayer estuvo en Washington de visita en el Fondo Monetario Internacional. “El pueblo argentino necesita soluciones ahora, no puede esperar a un nuevo presidente en 2015”, afirmó, y luego aclaró que no pretendía un acortamiento del mandato presidencial sino que Cristina dé respuestas.

Barrionuevo apuntó contra los dueños de los medios afines al Gobierno cuando sus periodistas le hicieron preguntas que lo incomodaron y subrayó los vínculos del kirchnerismo con el negocio de los casinos y la minería como razón para que no avancen los proyectos de ley para aumentar los impuestos a esos sectores.

Al caer la tarde, todos se congratularon de que la protesta haya transcurrido mayormente en paz con la excepción de un único incidente por la mañana temprano, cuando militantes del Polo Obrero y el PTS cortaron la Panamericana a la altura de General Pacheco. La Gendarmería intentó impedir el piquete, hubo un cruce de piedrazos y balas de goma que dejaron un manifestante y un gendarme heridos, mientras un delegado gremial fue detenido.

Anoche, Florencio Randazzo firmó el decreto por el que se le descontará el subsidio correspondiente al día de ayer a las líneas de colectivos que no prestaron su servicio (Ver recuadro en Página 3). Capitanich volvió a apuntar contra las “motivaciones políticas del paro” y los líderes sindicales ya pensaban en nuevas medidas de fuerza para fin de mes si no aparecen respuestas. (Clarín)

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1 COMENTARIO

  1. no se dejen engañar no hay sindicatos opositores, son parte del mismo sainete……. para engatusar al trabajador hacerle creer que estan defendiéndolo…..pero hace treinta años que hacen lo mismo salen los defensores y votaron a Menem, despues votaron a Kirchner, despues votaron a Cristina….piensen por favor……..y el pueblo tiene que seguir haciendo paros/piquetes para conseguir algo….y la economía sigue siendo un desastre………esta gente no tiene ni idea…..

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