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Crisis fiscal: se dispararon en junio el gasto y el déficit

Casa Rosada - Foto:
15/08 – 09:50 – El rojo fue de $ 17.000 millones, cuatro veces más que en 2013; el gasto aumentó 56,5%.

Por: José Hidalgo Pallares
Pese a los artilugios contables para tratar de disimularla, la gravedad de la situación fiscal quedó a la vista. En junio, por el notorio crecimiento del gasto público, de 56,5%, las cuentas fiscales profundizaron su déficit. En ese mes el sector público presentó un déficit primario (antes del pago de la deuda) de 287 millones de pesos y un déficit financiero (después del pago de intereses) cercano a los 17.000 millones, casi cuatro veces más que el registrado en el mismo mes de 2013.

Para el acumulado semestral, los resultados son aún más alarmantes: el superávit primario se redujo de 4700 a 2200 millones y el rojo financiero saltó de 14.000 a más de 37.000 millones de pesos. Los analistas advierten, además, que esas cifras no muestran la verdadera dimensión de la crisis fiscal: si se descuentan las “rentas de la propiedad”, es decir, las transferencias del Banco Central (BCRA) y de la Anses al Tesoro, el rojo fiscal es mucho más pronunciado.

El crecimiento del déficit público, que en un contexto de falta de acceso a financiamiento externo debe ser cubierto con mayor emisión monetaria, genera una creciente presión sobre los precios.

En junio, según la información que publicó ayer el Ministerio de Economía, los ingresos corrientes del sector público rozaron los $ 100.000 millones, 56% más que en el mismo mes del año pasado. Ese crecimiento, sin embargo, se explica en gran parte por el salto que dieron las rentas de la propiedad, que pasaron de $ 8400 millones a cerca de 24.000 millones. Si se descuentan esas transferencias, los ingresos públicos crecieron apenas 36%, muy por debajo del 56,5% de crecimiento del gasto primario. En el acumulado del primer semestre, los ingresos netos de transferencias crecieron 35% y el gasto primario subió 44,3 por ciento.

Milagros Gismondi, economista de Empiria Consultores, destacó que las transferencias del Central y de la Anses al Tesoro, que constituyen la mayor parte de las rentas de la propiedad, “no son ingresos genuinos, sino contables”. En este sentido, la analista destacó que en los últimos años ha aumentado la dependencia de los ingresos públicos hacia esas transferencias: en el primer semestre de 2008 representaban menos del 5% de los ingresos corrientes y en la actualidad abarcan el 11 por ciento.

Si se descuentan las rentas de la propiedad de los ingresos corrientes, el déficit público se dispara: en junio, tomando en cuenta sólo los ingresos genuinos del sector público, el déficit primario superó los $ 24.000 millones y el rojo financiero llega a 40.500 millones. Para el acumulado del primer semestre el rojo primario roza los $ 50.000 millones y el financiero ronda los 90.000 millones, casi tres veces más que en el mismo período de 2013.

En este contexto, Gismondi resaltó que la mayor parte del gasto público se concentra en la segunda mitad del año, y dio un ejemplo contundente: en 2013 el déficit del primer semestre representó apenas el 17% del déficit del año completo. Maximiliano Castillo Carrillo, director de la consultora ACM, también cree que el rojo fiscal se profundizará en el segundo semestre. Para el año completo él prevé que, descontando las rentas de la propiedad, el déficit primario llegará a $ 140.000 millones y el rojo financiero será de 210.000 millones.

En opinión de Castillo, la política fiscal que viene aplicando el Gobierno no es sostenible, porque el creciente déficit debe ser financiado con emisión. Con él coincide Camilo Tiscornia, de la consultora C&T, quien definió la situación fiscal como “la madre de los problemas económicos”.

Tiscornia destacó, además, que en lo que va del año las prestaciones de la seguridad social (principalmente jubilaciones) y las transferencias a las provincias crecieron por debajo de la inflación, lo que implica un ajuste real, mientras que los subsidios económicos (al transporte, a la luz, entre otros) crecieron en torno al 70 por ciento.

Gismondi, en tanto, mencionó el notorio aumento del déficit operativo de las empresas públicas, que sumó $ 2700 millones en junio y cerca de 11.000 millones en el primer semestre. Para la analista, que comparó esas cifras con el presupuesto de $ 3000 millones del plan ProEmpleAr, esos resultados muestran que el gasto fiscal, además de excesivo, es poco eficiente. (La Nación)

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