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Desconfiada y con dudas, la oposición no quiere un debate exprés del nuevo canje

La Cámara de Diputados de la Nación - Foto: web
21/08 – 09:10 – La UCR y el Frente Renovador analizan los alcances del cambio de jurisdicción y de la reapertura del canje que propuso la Presidenta anteayer; Macri, en cambio, anticipó su rechazo; advierten que la iniciativa es otra muestra de “improvisación”.

Entre la cautela y la desconfianza. Atentos a no caer en el juego entre “patria o buitres” que, aseguran, busca instalar el Gobierno y seguros de que, de prosperar, el proyecto tendrá consecuencias mucho más allá de 2015. Abroquelados contra un debate exprés. Así se mostraron ayer los principales referentes de la oposición frente al proyecto de ley con el que la Casa Rosada pretende reabrir el canje para los holdouts y habilitar el cambio de jurisdicción para que los pagos de la deuda puedan hacerse en la Argentina.

La misma actitud expresó el mundo económico. Los analistas y asesores legales exhibieron incertidumbre sobre el alcance de la medida. Los mercados expresaron un pesimismo moderado: el peso se devaluó hasta 2,5% y el dólar alcanzó valores máximos, con la versión blue en 13,55 pesos. Los bonos tuvieron comportamientos dispares y los bancos de inversión en Estados Unidos marcaron su escepticismo en que haya alguna evolución con el tema de la deuda con el actual gobierno (ver páginas 9, 10 y 14).

Entre los partidos políticos, la UCR, primera minoría en la Cámara de Diputados y en el Senado, definirá su postura hoy en un encuentro de sus legisladores nacionales en Córdoba. La reunión estaba prevista desde hace varias semanas y se organizó, justamente, para analizar la agenda legislativa de los próximos meses. La jornada comenzará, de hecho, con exposiciones de Javier González Fraga, Martín Lousteau y Alfonso Prat-Gay.

“Vamos a fijar posición mañana [por hoy]. Queremos analizar el tema en profundidad para que nuestra postura sea fruto de un serio debate técnico y político”, aseguró ayer Ernesto Sanz, presidente de la UCR, en un encuentro con medios.

Una vez definida su posición, el radicalismo buscará “bajarla” al resto de los partidos del Frente Amplio-UNEN, sobre todo los que tienen representación parlamentaria: la Coalición Cívica, el Partido Socialista, GEN, Libres del Sur y el Frente Cívico de Córdoba. Pese a la mesura de su jefe, entre los legisladores radicales ganaba anoche espacio el rechazo a la iniciativa oficial.

También en el socialismo, con representación en ambas cámaras, prefirieron no adelantar posturas, aunque admitieron que respaldar el proyecto no es opción. “Estamos entre la negativa y la abstención”, admitieron a LA NACION.

Elisa Carrió, por su parte, avisó que la Coalición Cívica “se tomará el tiempo necesario para emitir un dictamen con toda seriedad”, y aseguró que Cristina Kirchner “vive una guerra imaginaria que puede causar demasiado daño a la Argentina”.

En el Frente Renovador, en tanto, hicieron hincapié en la necesidad de encarar el tema con “profesionalismo y coherencia”.

“¿No nos podemos tomar el trabajo de analizar en serio el tema en un país en el que todo se improvisa?”, planteó en tono retórico Sergio Massa. Entre otras aristas, el jefe del Frente Renovador advirtió que, antes de avanzar con la opción de la jurisdicción local para el pago de los bonos de la deuda, “hay que resolver el tema del Indec” para evitar eventuales juicios en el futuro.

Anoche, Massa recibió los informes de los economistas de su espacio -Miguel Peirano, Martín Redrado, Aldo Pignanelli, Marco Lavagna, Ignacio de Mendiguren y Ricardo Delgado-, con los que terminó de delinear la posición que el Frente Renovador adoptará en la Cámara de Diputados. La hará pública al mediodía en un acto en un teatro de la avenida Corrientes.

Uno de los pocos que ayer hablaron abiertamente de rechazo fue Mauricio Macri. “Esto [por el proyecto de ley] agravará más la situación económica, el desempleo y el problema inflacionario”, advirtió en conferencia de prensa. Agregó que Pro “no va a aplaudir un default como en 2002” y acusó al kirchnerismo de “haber adoptado reglas de juego que ahora pretende desconocer”.

“Este proyecto de ley, este tipo de medidas, es pan para hoy y hambre para mañana. No traerá financiamiento del mundo ni trabajo, que es lo que la Argentina necesita”, concluyó el jefe de gobierno porteño.

Otro que no dudó en dejar constancia de su rechazo en las primeras horas fue Claudio Lozano (Unidad Popular), que planteó que para avanzar con los cambios que pretende el Gobierno no hace falta una ley. “En los contratos estaba prevista la posibilidad de firmar con los bonistas el cambio del domicilio de pago y la jurisdicción”, explicó. Sorprendió, en cambio, el apoyo del gobernador cordobés, José Manuel de la Sota. “El cambio de jurisdicción me parece bueno. La Argentina ha dado muestras de que paga. Entonces a los que quieran cobrar no les va a interesar cuál es el lugar de pago”, opinó.

Pese a las críticas y la desconfianza de buena parte del universo opositor, el kirchnerismo tiene margen para avanzar con el proyecto sin mayores dificultades, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado. (La Nación)

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