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El Gobierno apuesta a fortalecer a la Presidenta en la campaña

El Gobierno apuesta a fortalecer a la Presidenta en la campaña - Foto: Presidencia
15/09 – 09:40 – Tras el discurso de Máximo Kirchner, en la Casa Rosada confían en recuperar la iniciativa política de cara al tramo final.

Por: Mariana Verón
Pasada la euforia de las primeras horas tras la irrupción en el escenario público de Máximo Kirchner, dentro del Gobierno y en el kirchnerismo se ilusionan con recuperar la iniciativa en medio de indicadores económicos poco favorables. Con la idea de mostrar fortaleza y enviar una señal de que el proyecto político de la Presidenta seguirá más allá de 2015, el espacio más puro del cristinismo instala ahora a la jefa del Estado como la principal electora.

“Lo que emergió es que tenemos la vocación política de seguir adelante”, interpretó el vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto, uno de los participantes del acto en el estadio de Argentinos Juniors, en el que habló por primera vez el hijo de la Presidenta. Mariotto estuvo anoche en el programa 6,7,8.

Todo el arco oficialista se encargó de bajar cualquier expectativa de que Máximo se convierta en el heredero natural de su madre y sólo anticipaban que, como mucho, podría ser candidato a intendente de Río Gallegos en el próximo turno electoral.

“No busquen ninguna especulación electoral porque no la hay”, se atajó un dirigente que le habló al oído a Máximo, apenas terminó su presentación.

Tampoco hay expectativas sobre una “re-reelección” de Cristina Kirchner. No sólo el Gobierno no cuenta con los votos para reformar la Constitución que habilite un nuevo mandato, sino que el efecto de las palabras de Máximo, que desafió a la oposición a enfrentar a la Presidenta en las urnas en las próximas elecciones, sólo tienen que ver con consolidar a su madre como la única dirigente capaz de concentrar el mayor caudal de votos y que su peso político deberá influir en el próximo gobierno.

Esa idea la explicitó ayer el ministro de Economía, Axel Kicillof, que consideró que lo que hizo el hijo de la Presidenta fue “dejar en claro que hay un proyecto”, y apuntó que lo que se vio en el acto convocado por La Cámpora con la consigna de “Irreversible” fueron 40.000 militantes “entusiasmados y abocados a sus tareas, con una enorme potencialidad y activos”.

Puertas adentro de la Casa Rosada, el gabinete celebró la demostración de fuerza que hizo la agrupación juvenil, que le da capital político a la Presidenta en momentos en los que su poder comenzará a mermar ante la llegada del fin de su mandato. Sobre esa línea, el oficialismo interpreta el mensaje de Máximo Kirchner: que el Gobierno no será pasivo ante el próximo candidato. De hecho, expresado a través de La Cámpora, la Presidenta ordenó postergar cualquier definición de candidaturas hasta el año próximo.

La interna

Con el sorpresivo surgimiento en público del mayor de los hijos del matrimonio Kirchner, la Casa Rosada apunta, además, a intentar equilibrar la interna del Frente para la Victoria, que tiene al gobernador bonaerense, Daniel Scioli, como el principal exponente de un espacio que no está convencido de dejarle la sucesión.

Tampoco el mandatario se sintió aludido. Vio el discurso por televisión y tras jugar un partido de futsal, le dedicó un tuit a la juventud reunida en Argentinos, celebrando la convocatoria. El otro de los candidatos del espacio, el ministro Florencio Randazzo, guardó silencio. Fueron las dos grandes ausencias del acto, a diferencia de Julián Domínguez o Sergio Urribarri, que dieron muestra de fe cristinista entre los invitados al estadio. “No fue un acto en contra de nadie. Somos una construcción en la que aportan todos”, explicó un dirigente que compartió la tarde con Máximo.

El senador Aníbal Fernández sumó ayer su interpretación del acto y tuiteó: “Algunos fin de ciclo son medios raros”, con cuatro fotos de la multitud del estadio de La Paternal, mensaje que le copió más tarde, de manera idéntica, Luis D’Elía. Ése es otro de los lineamientos que sacará al debate el Gobierno. “Tenemos que romper la lógica impuesta de que este modelo ya terminó”, agrega un funcionario con despacho en Balcarce 50, asiduo consultor de encuestas que confió que los últimos sondeos que vio Cristina le daban una imagen positiva arriba del 40 por ciento.

Con la estrategia ya diseñada de postergar el debate de las candidaturas para mantener el poder, el kirchnerismo sostendrá la idea de que aún no tiene un representante hasta el año próximo. Tampoco nunca mostró a sus postulantes hasta horas antes del cierre de listas. (La Nación)

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