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La reacción tardía de la impotencia y la ignorancia

La reacción tardía de la impotencia y la ignorancia
16/10 – 10:15 – Pretendiendo bajar el índice de violencia, el Intendente de Santa Fe pidió la suspensión por 90 días de la venta de armas en la provincia, incluyendo, claro está la capital. Horrorizado por el nivel de criminalidad, la violencia y las estadísticas lapidarias que arroja la realidad social de Rosario y Santa Fe en general, José Corral parte de una premisa equivocada para aplicar un remedio inútil, ficticio y con tufillo a discurso político de cuarta categoría. (Por: Rubén Lasagno)

Dice la prensa rosarina y se hace eco la nacional, que en la provincia de Santa fe el gobierno dispuso la prohibición de vender armas por 90 días, con la excusa de que la sucesión de 114 crímenes cometidos en lo que va del año, pone a esa zona del país entre las más violentas de la Argentina.

En esto quiero remarcar dos errores, uno de comunicación y otro de procedimiento. El de comunicación es que, los medios indican expresamente que el Intendente de Santa fe, José Corral “anunció hoy que dispuso suspender por tres meses la venta de municiones y armas en la capital provincial en el marco de una sucesión de crímenes cometidos en la región”, hecho que es incorrecto, porque un intendente no puede tomar una determinación de este tipo y menos aún a nivel provincial. Esto, como es de manual en esta impersonal (y mala) forma de comunicar por parte de los funcionarios, lo anunció vía las redes sociales, en vez de poner la cara en un anuncio televisivo, como corresponde a un funcionario serio. Después se viralizó el mensaje y también el error.

Pero convengamos que este Radical, no se aparta del común de sus correligionarios, que interpretan la realidad acorde a su interés políticos, tal como lo hacen los peronistas, Comunistas, los del FPV, los socialistas, conservadores, de derecha, izquierda, etc; es decir, evalúan el impacto de superficie de una medida, le adosan un discurso espasmódico y la tiran a rodar en la opinión pública, convencidos que del otro lado, todos somos una manga de estúpidos que deglutimos cada cosa que nos dicen, sin masticarla. Habrá quienes lo hacen, pero gracias a Dios, también quienes, antes de repetir como loritos una información, la analizamos.

Corral, como el gobernador y el Frente Progresista Cívico y Social al que pertenecen, deben saber a estas alturas, que a nadie engañan tomando una medida demagógica como ésta, que ciertamente afectará a una cantidad de comerciantes a quienes sobre su ya alicaído presente, le imponen restricciones para comercializar armas y municiones en sus negocios perfectamente habilitados y autorizado mediante Ley Nacional, no Ordenanza municipal.

Corral y sus condescendientes políticos, le quieren hacer creer a la gente de Santa Fe, primero y a los del país, después, que quienes compran armas son los que matan y elevan la inseguridad en su provincia. Una premisa no solo de falsedad absoluta, sino que implica un diagnóstico equivocado de los fundamentos de la inseguridad y es muy serio, porque eso quiere decir que Corral y sus amigos, desconocen absolutamente las verdaderas razones que cimientan la inseguridad en su región y por ende no saben cuáles son las consecuencias del aumento exponencial de los crímenes en Santa Fe.

Habría que preguntarle a Corral ¿Cuántos de los que compraron armas legítimamente adquiridas en comercios de la ciudad, han matado a otra persona?. Seguramente la respuesta sería, ninguna o algún caso aislado de riña o pelea callejera; sin embargo Corral y sus acompañantes políticos del Radicalismo, no se preguntan qué hacer para desarmar a los chorros; es decir, sacar las armas ilegales del mercado pero no las legales, que tienen un GPS incorporado a través de la abundante documentación que se debe gestionar para poseer una, sino las del mercado ilegal.

La respuesta en fácil de armar: no sacan las del mercado las armas ilegales porque no saben, no puede combatir la delincuencia y muchos menos tratar la inseguridad. Pero lo más grave, es que no pueden sacar las armas ilegales del mercado, porque muchos funcionarios políticos y del mismo gobierno (policiales, judiciales y de seguridad) están implicados en el tráfico y venta clandestina de armas y drogas, como se ha revelado en los últimos tiempos. Entonces, resulta mucho más significativo desde lo político decir que prohibiendo la venta de armas legales se va a combatir la inseguridad, que atacar la causas verdaderas.

Esto pone de manifiesto, como ya lo dijimos en otra oportunidad, que la clase política nacional, es ignorantemente peligrosa y usan atajos discursivos para patinar la realidad de acciones falsas que van en una dirección equivocada, para solamente impactar en la opinión pública de manera presuntamente “favorable” y pretender que todos piensen que “algo están haciendo”, cuando medidas como las que tratan de vender tienen el mismo efecto en la baja de la criminalidad, como efecto puede tener una aspirina en un enfermo terminal de cáncer.

La sociedad debe sacudirse a estos vende humos y exigirles medidas concretas y eficaces para combatir el delito común, la narcocriminalidad y la violencia institucionalizada en todos los estratos sociales de la provincia y el país. Si Santa Fe tiene seis asesinatos en las últimas 30 horas y 114 crímenes en lo que va del año, no creo que se deba a gente que va a comprar un arma a la armería y sale a cometer un delito.

La simplificación del problema es una constante de la demagogia política. Se recurre a esta práctica neofacista para anular el pensamiento crítico y ocultar las razones verdaderas; pero no siempre lo hacen porque no saben cómo combatir el delito, sino, en muchos casos, porque no conviene a los intereses de turno, combatirlo.

Recordemos que en Colombia y en México a finales de los 90 se descubrió que alcaldes y gobernadores de ciudades y estados donde avanzó exponencialmente los cárteles de la droga y las calles y rutas se transformaron en ríos de sangre, estuvieron seriamente implicados con el narcotráfico o habían sido puestos en la política, por los capos mafias. En todos los casos, esos funcionarios discurseaban “hacia afuera” haciendo planteos que iban por otros carriles absolutamente dispersos que actuaban como distractivos del verdadero problema, mientras la criminalidad y el auge delictivo aumentaba en las calles y el comercio de estupefacientes crecía hasta niveles que hoy es prácticamente imposible de suprimir.

Si no lo hace la clase política, debe hacerlo el pueblo y el periodismo. Si ellos no fijan la atención en las prioridades, debemos ser los comunicadores públicos quienes busquemos en la interlínea de los textos de sus discursos, la verdad oculta y no transformarnos en multiplicadores gratuitos de sus mensajes falaces y teñidos de vaya a saber qué intenciones.

Las alertas sociales son necesarias para combatir a los delincuentes ocultos, los ideológicos, los “mentores” de campañas, los fundamentalistas de las ideas, aquellos que ponen el eje en otro lugar, para que les permitan a los delincuentes “trabajar” tranquilos; a los que hacen como el tero, gritan aquí para que no los investiguen allá. Seamos prudentes, analicemos, no repitamos como loros y pensemos. Si en Santa Fe matan 6 personas en 30 horas y 117 en 6 meses ¿Quiénes son los que matan? ¿Son legítimos usuarios?. Si es así, entonces hagamos una ley que prohíba definitivamente las armas en el país y requisemos las existentes, como hicieron los militares en la época del proceso. Si no es así, busquemos las causas reales de este fenómenos y combatámosla con seriedad en el mercado ilegal, en el tráfico fronterizo, en el circuito underground del sicariato, con políticas públicas coherentes y con funcionarios honestos y capaces de hacer su trabajo y de partir de diagnósticos serios y no inventados. (Agencia OPI Santa Cruz)

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4 COMENTARIOS

  1. Bueno, igual los peores delincuentes santafesinos los tenemos en Santa Cruz y son de guantes blancos!!! No usan armas…tienen poder lo cual es peor! Se los mandamos a todos, para que sigan haciendo maldades e hijaputeadas allá!!!!! No prohíban su ingreso, es sin devolución.

  2. QUE BOLUDOS QUE SON!!!!!!!!!!!!!!

    EL DELINCUENTE, NO COMPRA UN ARMA QUE REGISTRA EN EL RENAR Y SALE A ESTRENARLA MATANDO O ROBANDO. COMPRA O ALQUILA ARMAS ROBADAS Y/O AQUELLAS QUE FIGURAN COMO SECUESTRADAS Y ¿DESTRUIDAS?, CLARO ESTA, QUE TODAS TIENEN LA NUMERACION LIMADA.

    COMO DE COSTUMBRE, EL GOBIERNO, TOMA MEDIDAS QUE NO SIRVEN PARA COMBATIR LA DELINCUENCIA.

  3. El arma es una herramienta para delinquir, no se va a solucionar un conflicto social engendrado hace varias décadas con una medida de 90. Las armas que tienen que delinquen en un 90 % tienen promedio 10 años. Es como querer curar un cáncer con ibuprofeno

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