12/11 – 10:30 – Desolados, tristes e impotentes, familiares, amigos y vecinos de Caleta Olivia comenzaron a recorrer las calles de esa ciudad pidiendo justicia por Rita Bejarano, la docente que estuvo desaparecida 17 días y la hallaron muerta y enterrada. Intervienen peritos de Comodoro Rivadavia, pero el caso se resuelve en Santa Cruz, donde la Justicia pocas veces (o nunca) encuentra un culpable. Hay mucha incredulidad pero mucha fuerza para pedir por el esclarecimiento. Otra vez se habla de las dos justicias que caracterizan al sistema judicial argentino. La familia de la docente, no tiene poder ni plata. (Por Rubén Lasagno)
Entre 800 y 1000 personas recorrieron anoche las calles de Caleta Olivia, pidiendo justicia por la desaparición y muerte de Rita Bejarano, desaparecida el 25 de octubre, quien estuvo 17 días en esas condiciones, hasta que operarios de telefonía encontraron en cuerpo semienterrado a 35 Kms de Caleta Olivia.
La marcha de antorchas fue encabezada por la hija de Rita, Analía y familiares, amigos y vecinos de la localidad, la mayoría mujeres, muchas que no conocían a la familia, pero responden a un llamado social, a una necesidad lisa y llana de terminar con la impunidad y la desidia de las autoridades judiciales, que desde que han aparecido crímenes resonantes en Santa Cruz, nunca se ha llegado al esclarecimiento, ya sea por defectos de la investigación o por mala praxis judicial.
Analía, hermana de la mujer fallecida, hizo una encendida crítica “a las autoridades que no hicieron nada, mientras mi hermana estuvo desaparecida” y cargó contra la lentitud en las resoluciones para llegar al esclarecimiento, si bien reconoció que aún no están las pruebas y se debe esperar el resultado de los peritajes.
Oficialmente, los primeros peritajes forenses han dado como resultado que Bejarano murió por “estrangulamiento y asfixia mecánica”, sin embargo no se han aportado datos que esclarezcan la forma, el móvil y cómo y por quién fue trasladada al lugar donde la sepultaron para hacer desaparecer el cuerpo, aunque todo hace sospechar que el/los asesinos le habrían quitado la vida poco tiempo después de reportarse su desaparición. Esta señal, sería aportada por el grado de descomposición que presentaba el cuerpo.
Recordemos que, tal como se informara oportunamente, Rita desapareció el 25 de octubre de este año de manera repentina, sin rastros, dejando de concurrir a los lugares habituales y aún abandonando sus pertenencias que siempre la acompañaban. En un primer momento, se sospechó de su pareja y en este sentido concurrió la investigación, sin que hasta el momento, se haya podido establecer una conexión cierta del hombre con el crimen.
Santa Cruz tiene una triste record, que es el de los casos irresueltos por la justicia. Desde el año 2004 que OPI viene informando sobre los hechos más resonantes, comenzando con aquellos íconos de la impunidad como el caso de los policías Jorge Sayago y Sergio Chocobar, en adelante, nunca existió un crimen cuya investigación comenzara, se desarrollara y culminara normalmente, con el autor o los autores condenados. En todos los casos, los defectos en la instrucción, los malos procedimientos en la preservación de pruebas, en el levantamiento y recolección de pruebas o en la preservación del lugar del crimen, la contaminación y la desaparición de elementos claves para la investigación, han sido los puntos comunes que atravesaron a todos los casos.
Sumado a esto, la lenidad del sistema y el encubrimiento, ha hecho que el viejo dicho de que existen “dos justicias”, sea una práctica habitual en la provincia. La falta de poder económico en las familias atravesadas por la desgracia de un crimen, es un común denominador a la hora de arribar a la conclusión de que, sin una posición social relevante, es prácticamente imposible que este tipo de crímenes sean resueltos y los verdaderos asesinos, condenados. (Agencia OPI Santa Cruz)
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