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Hubo menos cenizas en el Sur, pero el volcán sigue inestable

Hubo menos cenizas en el Sur, pero el volcán sigue inestable - Foto: Clarín
28/04 – 10:00 – El cielo se limpió un poco en Bariloche. Sin embargo, se cancelaron vuelos y recién hoy se reanudarán las clases.

El volcán chileno Calbuco no le da respiro a la Cordillera. Sus cenizas evolucionan según el capricho del viento y trastocan todos los planes turísticos y administrativos de Bariloche, San Martín de los Andes, Villa La Angostura, Junín de los Andes e incluso la capital neuquina. Aunque la pluma tiene apenas dos kilómetros de altura, los vientos empujaron el material hacia el lado argentino y volvieron a sembrar incertidumbre.

Ayer, a pesar de que la ceniza entregó una pequeña tregua, solo hubo dos vuelos de Lan que llegaron al aeropuerto de Bariloche y que luego pegaron la vuelta al aeroparque Jorge Newbery. La terminal aérea, más allá de que fue reacondicionada y reabierta para estar operativa desde el domingo, sigue dependiendo de la inestabilidad del volcán. El domingo se cancelaron la mitad de los vuelos.

Según informaron desde la dirección de Turismo del municipio, las aerolíneas decidieron no volar a partir de las 1000 partículas en suspensión. El miércoles pasado, el día en que erupcionó por primera vez el Calbuco, los sensores registraron 1.150 miligramos de partículas por metro cúbico y los días posteriores se registraron promedios de 600 miligramos. En Neuquén, en cambio, el aeropuerto se cerró el miércoles y recién abrirá en diez días.

Las escuelas permanecieron sin clases en Bariloche –la idea es que la actividad vuelva hoy–, en tanto que los colectivos de larga distancia mantuvieron sus rutas viajando con extrema precaución, aunque los horarios de la noche fueron cancelados. En la ciudad rionegrina lo único que volvió fue la actividad pública y bancaria.

El aire se sentía denso y el lago Nahuel Huapi se convirtió en una postal oculta detrás de una extensa capa de color gris. Desde Bariloche y hasta Piedra del Aguila (Neuquén), los costados de la ruta se mostraban cubiertos de una carpeta endurecida de cenizas que se vienen acumulando desde el miércoles pasado. En lo que va desde su primer evento importante en 43 años, el volcán ya expulsó 210 millones de toneladas de material. En la capital neuquina, sin embargo, las cenizas bajaron notoriamente y se reanudaron las clases y la actividad en general.

En Chile volvieron las clases en toda la Región de los Lagos con excepción de las escuelas ubicadas a menos de 20 kilómetros del volcán. Pero el alerta roja se mantiene. “El material piroclástico inestable acumulado en la parte superior del volcán y en sus laderas, así como en sectores aledaños, podría ser removilizado por lluvia dando origen a lahares secundarios a lo largo de los ríos que drenan del volcán y las cuencas vecinas. Los ‘lahares secundarios’ son aluviones volcánicos causados por la removilización parcial de material piroclástico depositado durante una erupción o posterior a ella, normalmente causados por precipitaciones intensas. De esta forma, se sugiere prestar especial atención a la ocurrencia de estos fenómenos debido al pronóstico de lluvias durante los próximos días”, aseguró el parte del Sernageomin.

En Chile comenzó a verse afectada la industria turística de los Lagos. La autoridades informaron que cayeron un 10% de las reservas en sus hoteles. En Bariloche, La Angostura y San Martín el temor comienza a convertirse en pánico a medida que pasan los días y se acerca el invierno. “El volcán está desactivándose. Pero esto es día a día, minuto a minuto”, dijo la intendenta de Bariloche, María Eugenia Martini. La idea las ciudades cordilleranas es reaccionar en cuanto las cenizas bajen limpiando calles, veredas y paseos para ofrecer un panorama amable a los turistas que se encuentran planificando sus vacaciones. (Clarín)

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