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Cristina avisó que habrá menos candidatos y agitó la interna kirchnerista

Cristina avisó que habrá menos candidatos y agitó la interna kirchnerista
08/05 – 09:30 – Utilizó la cadena nacional para enviar una señal clara de que intervendrá en la interna del oficialismo con el objetivo de depurar la lista de postulantes.

Por: Mariana Verón
Avisó. O hacen un gesto y se bajan, o la decisión la tomará ella. La presidenta Cristina Kirchner calentó ayer la interna del oficialismo y reclamó “humildad” a los precandidatos propios, tanto a quienes aspiran a sucederla en la Casa Rosada como a los que irán por la gobernación de la provincia de Buenos Aires. A todos les pidió que abandonen los “egos” personales y trabajen para que su proyecto político resista más allá del 10 de diciembre.

“Les pido a mis propios compañeros un baño de humildad y una mirada más atenta. Es bueno y legítimo querer ser presidente o gobernador y uno puede llegar a creer que es el más capacitado para esa función. Pero, por favor, que nunca olviden que el resto de la sociedad también tiene que creer que uno es el más capacitado para esa función”, lanzó en medio de un acto en Chaco. Estaba junto al gobernador Jorge Capitanich, a quien puso como ejemplo a seguir por haberse bajado de sus aspiraciones en grande y presentarse como candidato a intendente de Resistencia. “Si todos nos diéramos ese baño de humildad y ubicación, cuánto más fáciles serían las cosas, no solamente para un partido político, sino para una provincia y también para el país”, advirtió a los suyos en la parte final de su cadena nacional.

El mensaje presidencial cayó como una bomba hacia el interior del mundo político kirchnerista, que quedó librado a las libres interpretaciones, siempre interesadas, de quienes pelean por quedarse con el premio mayor. Nadie se dio por aludido en lo personal y, sobre todo en la provincia de Buenos Aires, algunos se mostraron incluso ofendidos. Ahora esperan un llamado de Cristina para tomar una decisión.

La Presidenta también le dedicó una mención a su hijo Máximo cuando uno de los presentes gritó su nombre. “¿Que lo deje correr a Máximo? Máximo corre solo, quedate tranquilo.” Y después agregó: “Ningún Kirchner necesita el aura para que le digan lo que tenga que hacer. Quedate tranquilo que lo saben hacer en el momento oportuno y adecuado”.

El discurso de ayer es la primera vez que la Presidenta se mete tan abiertamente en la interna partidaria del oficialismo, que comenzó a explotar con la proliferación de candidatos. La mala elección que hizo el kirchnerismo en la ciudad de Buenos Aires, con una inacabable propuesta de siete postulantes, obligó al Gobierno a rever la estrategia y depurar finalmente la oferta que presentará para las primarias del 9 de agosto. Todavía siguen en carrera para suceder a Cristina Kirchner cinco candidatos. Daniel Scioli, Florencio Randazzo, Sergio Urribarri, Agustín Rossi y Jorge Taiana. Ya se bajaron Capitanich, Aníbal Fernández y Julián Domínguez.

En la provincia de Buenos Aires, la interna es un hervidero. Están los dos últimos en lanzarse, el jefe de Gabinete y el presidente de la Cámara de Diputados, además de Diego Bossio, Sergio Berni, Patricio Mussi, Fernando Espinoza, Martín Insaurralde, Carlos Castagnetto, Gabriel Mariotto, Cristina Álvarez Rodríguez, Fernando Navarro y Martín Sabbatella, todos dispuestos a resistir, al menos hasta que la Presidenta intervenga directamente. Pero desde ayer quedó claro que Cristina Kirchner depurará las listas. La duda que dejó latente es para quién iba específicamente dirigido su mensaje y con quiénes decidirá jugar.

Para sumar más clima en la cuenta regresiva hacia la presentación de las listas, el próximo 20 de junio, la Presidenta se mostró ayer vía teleconferencia con Randazzo, que aprovechó para plantarse como candidato y les pegó duro a los medios, la Justicia y el poder económico.

“Pongan bien abiertas las orejas todos los que quieran ser presidentes. Esto no es para blandos ni para tibios ni para los que los corren con una tapa de diario”, se sumó Cristina desde Chaco. Por supuesto, en el despacho de Randazzo miraron a Scioli. En La Plata, por el contrario, creían que el mensaje más duro había sido hacia el ministro del Interior y Transporte por aquello de deponer las aspiraciones personales. Con una grilla carente de kirchneristas de pura cepa, Cristina mandó el aviso: será ella la que ordenará. (La Nación)

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