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Denuncia el oficialismo un intento de desestabilización de los gremios opositores

Denuncia el oficialismo un intento de desestabilización de los gremios opositores
27/05 – 10:00 – Edgardo Depetri personificó en el sindicalismo opositor las hipótesis conspiradoras que lanzó anteanoche Cristina Kirchner desde la Plaza de Mayo. Casi en rol de vocero presidencial, y sin exhibir pruebas más allá de su instinto, el diputado nacional del Frente para la Victoria aventuró posibles “hechos de violencia” durante el paro nacional del 9 de junio próximo y acusó a los organizadores de querer “instalar un caso similar al de Mariano Ferreyra”.

Por: Nicolás Balinotti
Desde la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), principal impulsora de la huelga, cuestionaron la teoría de Depetri y rechazaron de cuajo las acusaciones. Sin embargo, como para asegurarse de que no haya desbordes que podrían ser utilizados en su contra, se hizo un pedido para que los diferentes sectores que adhieran al paro no activen piquetes ni movilizaciones durante la jornada de protesta.

El mensaje de los transportistas está dirigido, sobre todo, a la izquierda sindical y a la CTA de Pablo Micheli, dos aliados circunstanciales que se sumarán a la medida que activó la CATT, juntamente con las dos vertientes opositoras de la CGT, que encabezan Hugo Moyano y Luis Barrionuevo.

“Si hay paro, que haya paro, pero que se cuiden los dirigentes sindicales que convocan al paro. Que no sea cosa que aparezca de nuevo una situación de crisis, que se instale de nuevo un caso similar al de Mariano Ferreyra. Tengamos cuidado de que no se generen hechos de violencia y que terminen incendiando comercios”, sembró el pánico Depetri. Y dio más argumentos de su teoría sobre un complot en contra del Gobierno: “Que no generen hechos de violencia y terminen incendiando comercios o haciendo el paro metiéndoles miguelitos a los colectivos. Acá te arman una operación en un rato”.

Con estas acusaciones, Depetri, que milita en la CTA kirchnerista, orientó el mensaje presidencial de anteanoche hacia una presunto intento de desestabilización. “Estemos atentos porque tal vez, ojalá Dios no lo quiera y no lo permita, intenten hacer cosas para enojar a la gente, para que se asuste, se enojen contra alguien”, sospechó Cristina durante la hora y veinte minutos que duró su cadena nacional por el 25 de Mayo.

No es la primera vez que el sindicalismo opositor es blanco de las acusaciones kirchneristas. Cuando rayaba el fin de 2012, Moyano, Micheli y Barrionuevo fueron señalados como incitadores de los saqueos que por entonces se extendían por diferentes puntos del país. Apenas un mes antes de la denuncia, el pragmatismo gremial había unido a los tres líderes de las centrales obreras en el primer paro nacional en contra del Gobierno. Su alianza sigue hoy en pie.

Para evitar cualquier desborde, el dirigente ferroviario Omar Maturano, en nombre de la CATT, pidió ayer públicamente que la izquierda no active cortes de calles ni movilizaciones. “Lo que hablamos con diferentes organizaciones sociales y partidos de izquierda es que no haya cortes de tránsito. Queremos que el paro de transporte garantice el paro nacional. Pedimos que no haya piquetes y que dejen que los trabajadores vayan por sus propios medios. Así no nos tildan de que cortamos la calle”, dijo Maturano en declaraciones radiales.

El pedido de Maturano, que engloba las intenciones de sus pares de la CGT, no tuvo eco, por ahora, en los sectores de izquierda. La Corriente Sindical Clasista resolverá su postura el sábado próximo en un plenario con 1000 dirigentes, aunque su determinación sería movilizarse.

“Queremos un paro activo de 36 horas con abandono de las fábricas para ir a la Plaza de Mayo. De no darse, resolveremos de qué manera le damos características de un paro activo”, dijo a la nacion el diputado nacional del Partido Obrero Néstor Pitrola. El legislador, que será precandidato a gobernador de Buenos Aires en binomio con el ferroviario Rubén Sobrero, suele oponerse a lo que él llama “los paros domingueros de la CGT”. Mantendría la misma postura.

La CTA de Micheli, en tanto, se movilizará el 8 de junio al Ministerio de Trabajo. Al día siguiente, parará junto con las CGT. “En lugar de ser un pájaro de mal agüero, Depetri tendría que garantizar que no haya ningún infiltrado generando violencia”, replicó el ceteísta.

Las tensiones y diferencias no son nuevas entre los organizadores del paro. Ni siquiera coincidieron en el rosario de reclamos por el que activarán la protesta. Entre las demandas comunes sobresalen el rechazo a los topes en las negociaciones salariales, un aumento de emergencia para los jubilados y la eliminación del impuesto a las ganancias. (La Nación)

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