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Renunció el camarista Piombo por la “conmoción” que causó su fallo

Piombo renunció como profesor en La Plata y habló de “injusticia”
02/06 – 09:40 – Dijo que lo hacía para defender la “estima colectiva” de la función judicial ante las críticas a su decisión de reducir la pena al violador de un chico; afirmó que la sentencia fue “aviesamente interpretada”.

Por Ramiro Sagasti
Horacio Piombo, uno de los dos jueces cuestionados por haberle reducido la pena al violador de un chico de 6 años por considerar que el hecho no había sido “gravemente ultrajante”, finalmente presentó ayer su renuncia a la Cámara de Casación Penal bonaerense.

El jueves pasado había empezado a circular la versión de su renuncia, que el magistrado desmintió: “Hoy por hoy sigo en mi cargo -dijo entonces a LA NACION-. Y esto no quiere decir que si en algún momento siento ganas de rajarme porque me harté de todo, lo haga y deje mi puesto en Casación, como lo hice en la Facultad de Derecho” de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).

Cuatro días después, finalmente, lo hizo. Y explicó los motivos en el documento que dirigió al presidente de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, Juan Carlos Hitters.

Primero contó que lleva 50 años en la Justicia, a la que había entrado como meritorio en 1965. Después agradeció a la Corte y a los diferentes actores del mundo judicial que lo influenciaron durante su carrera.

Finalmente, escribió: “Al alejarme lo hago con el pleno convencimiento de que debo contribuir a defender, más que nunca, la estima colectiva de una función a la cual he servido durante tan largo lapso. La opinión pública hoy se encuentra conmovida por un fallo cuyo contenido pertenece al doctor Benjamín Sal Llargués, al cual adherí por su corrección jurídica. El texto de tal pronunciamiento ha sido aviesamente interpretado, atribuyéndole categorizaciones y expresiones discriminatorias que no contiene; pero sobre todo aislándolo de su complemento natural, que es el fallo de primera instancia, cuyas expresiones relativas a los hechos se toman, en la tarea del Tribunal de Casación, como circunstancias comprobadas a las que, por regla, cabe atenerse”.

Continuó: “Ante esta situación que roza el respeto que debe merecer la tarea judicial deviene necesario, con la mayor mesura admisible, adoptar la prudente actitud de alejamiento plasmada en este acto”.

Y cerró: “Ruego al señor presidente [de la Corte] dar curso a la presente, girándola, luego de los trámites de rigor, al Poder Ejecutivo de la provincia para su consideración”.

El caso cuestionado

En el cuestionado fallo al que atribuyó su renuncia, Piombo y Sal Llargués beneficiaron a Mario Tolosa, vicepresidente del Club Florida, de Vicente López, al bajarle la pena de seis a tres años y dos meses de prisión en un caso de abuso de un chico de 6 años. Consideraron que el hecho no había sido “gravemente ultrajante” -el calificativo que había justificado la condena más gravosa- porque el chico supuestamente había sido ultrajado por su padre (lo que no fue probado en la causa) y porque tenía una “tendencia homosexual definida”.

Tras los cuestionamientos, Sal Llargués se defendió: “El fallo de primera instancia sostuvo que el abuso era más grave porque la víctima y el autor eran del mismo sexo, y eso implicaba un deterioro en la personalidad de la víctima; y, a la vez, que estaba comprobado que incluso antes de ese abuso la víctima, a pesar de su edad, ya presentaba tendencias de tipo homosexual. Ante ese cuadro, lo que afirma el fallo de Casación es que en el contexto descripto el abuso no podía considerarse «gravemente ultrajante», es decir más grave, por el hecho de que autor y víctima sean del mismo sexo, dato muy diferente a considerar que sea más leve por la orientación sexual de la víctima”.

Lo cierto es que le bajaron la pena a la mitad a un violador y el fallo fue repudiado por la sociedad en su conjunto. Los jueces debieron dejar sus cargos académicos y desde todo el arco político se pidió que sean sometidos a un jury de enjuiciamiento que ahora, con su renuncia, evitará.

Incluso la Organización de las Naciones Unidades (ONU) se pronunció: la Oficina Regional de América del Sur del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) informó que el representante del organismo, el italiano Amerigo Incalcaterra, dijo: “Los argumentos de la sentencia del Tribunal de Casación de la provincia de Buenos Aires revictimizan, estigmatizan y discriminan al niño que ha sufrido el abuso sexual y desconocen un derecho fundamental reconocido en la Convención sobre los Derechos del Niño, como lo es la protección contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, incluido el abuso sexual, que tiene que brindar el Estado en su conjunto sin distinción alguna. Sin estas protecciones los niños son más vulnerables a la explotación y el abuso”.

Anteayer, en el programa Almorzando con Mirtha Legrand, el ministro de Justicia bonaerense, Ricardo Casal, dijo: “La culpa de la víctima beneficia al victimario; un chiquito de 6 años no tiene culpa de nada. Además, el Código Penal les dice a los jueces que en el caso de menores de 13 años, aunque hubiera consentimiento, es violación”. Después manifestó su deseo de que esos jueces renuncien. (La Nación)

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