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Macri rechazó un acuerdo con Massa, que apuesta al lobby de los empresarios

Doble triunfo de Macri: Larreta ganó la interna y el PRO dejó lejos al resto
05/06 – 09:20 – El líder de Pro tomó distancia del tigrense, que ratificó su candidatura presidencial y promete anuncios para el lunes.

Por: Marcelo Veneranda
De gira por Córdoba, donde hicieron campaña junto a sus aliados, Mauricio Macri y Sergio Massa marcaron distancia de un acuerdo para enfrentar al kirchnerismo, que pocas horas antes se daba como muy avanzado. El jefe de gobierno porteño volvió a descartar la posibilidad de sumar al tigrense como rival o candidato a gobernador bonaerense, mientras que el líder del Frente Renovador (FR) reafirmó que sigue en carrera para la presidencia junto al gobernador José Manuel de la Sota. Evitaron, eso sí, descalificarse mutuamente.

En las trincheras también hubo desplazamientos. Desde la mesa bonaerense de Pro, que conforman Emilio Monzó, Jorge Macri y María Eugenia Vidal, señalaron a LA NACION que “no se está explorando ningún acuerdo” y desautorizaron las gestiones iniciadas por el intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino. Anteayer aceptaban que una llamada de Massa a Macri podría destrabar las negociaciones.

Desde Tigre admitieron que los contactos siguen abiertos y depositaron su fe en la presión de los empresarios cercanos a Macri, que en lo últimos días multiplicaron sus contactos y coincidencias en el diagnóstico político con Massa y el diputado Ignacio de Mendiguren, ex titular de la Unión Industrial Argentina.

No serían los únicos: los radicales y, en especial, Ernesto Sanz, socio de Pro y cercano al universo empresarial, también habrían mostrado su malestar con la intransigencia de la directiva macrista.

A la espera de una novedad de estas gestiones para comunicar a su tropa, Massa postergó para el lunes la reunión que tenía prevista para hoy con sus intendentes y legisladores. “Sergio canceló toda la agenda. Va a apagar los teléfonos y tomar una decisión. El lunes hablará con los intendentes y el martes daremos una conferencia”, indicaron los voceros de Massa.

En Córdoba, Macri se mostró con sus candidatos locales: Oscar Aguad (UCR) y Héctor Baldassi (Pro). El posible acuerdo con el FR fue la pregunta más repetida. Respondió que “respetaba” al FR y que no era su estilo “decir qué lugar debe ocupar cada uno”. Luego tomó distancia: “Lo que ellos dieron no fue suficiente, prometieron mucho y cumplieron poco. Hace falta otro grupo de gente, no pueden ser los mismos que ya fueron jefes de gabinete y ministros”.

Por su parte, Massa recorrió la peatonal de la capital cordobesa con su candidata a intendenta: Olga Riutort, ex esposa de De la Sota (y enemistada con él desde hace años). Con el gobernador compartió actividades por la tarde y la noche.

Mientras hacía equilibrio entre sus aliados, renegó con los periodistas que le preguntaban si bajaba su candidatura presidencial. “No me voy a bajar, quédense tranquilos”, les devolvió, mordiendo una sonrisa. “El kirchnerismo cree que nos puede ganar en el escritorio. Les vamos a ganar en la cancha”, dijo por la noche, sin aludir a Macri.

Lo mismo le repitió a De la Sota, quien le mostró a Massa una encuesta que los colocaba apenas un punto por debajo de la interna entre Macri, Sanz y Elisa Carrió. “Estuvimos reforzando el vínculo”, dijeron cerca del tigrense, en alusión a los chispazos que hubo esta semana con el “Gallego”, luego de que el tigrense propusiera que el gobernador fuera su vice y no su rival en las PASO.

Pero, mientras eso ocurría en Córdoba, los operadores del tigrense seguían buscando canales de diálogo con Macri. Las apuestas parecen enfocarse en los empresarios cercanos al líder de Pro, que quieren un acuerdo para evitar otros cuatro años más de kirchnerismo. El último dato indica que un importante empresario, residente en el exterior y amigo de Macri, se habría sumado a las tratativas. “Ustedes porque están afuera”, lo habría cortado en seco el alcalde.

El domingo, sin embargo, Macri se reunió con el intendente Joaquín de la Torre, de San Miguel, según publicó Clarín. Ni Pro ni el massista desmintieron la reunión, pero se reservaron su contenido.

Otros que se cruzaron fueron De Mendiguren y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, ayer, en Palermo. El de Pro dijo que el encuentro fue casual y que no hablaron de política. Quien se sumó a la orquesta del caos fue Malena Galmarini, esposa de Massa: ratificó la voluntad presidencial del tigrense, pero luego dijo que en política “nunca nada se descarta”.

“Un día se avanza, otro se retrocede. No despertamos mucha confianza”, se lamentaba ayer un operador del tigrense. Aunque de humor cambiante, Massa les pide tranquilidad a los suyos. “Ustedes sólo se acuerdan el 45% de votos de 2013, pero no cómo fue el cierre”, les recuerda.

Pese a que esperan la decisión que Massa comunicará el lunes, testigos del acuerdo que Pro y el FR lograron en 2013 parecían seguros de otra cosa: que en ambas esquinas falta aún mucha información sobre el escenario político y las alquimias posibles para tomar una decisión, y que, si se llega a un acuerdo, difícilmente será entre partidos (el cierre de alianzas es el 10 de junio), sino entre candidatos (se definen el 20 de junio), bajo un mismo sello. O sea: esta novela podría estirarse dos semanas más. (La Nación)

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1 COMENTARIO

  1. Tener que elegir candidato a presidente de la Nación Argentina, a Massa, Macri o Scioli, da muestras de nuestra decadencia como país y sociedad, luego del 2001.- Realmente, lamentable

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