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Un duro revés judicial de los Jinkis

Los Jinkis no se entregan y quieren ser juzgados ante las autoridades de la Argentina
17/06 – 09:00 – La Cámara Federal rechazó los pedidos de eximición de prisión de los empresarios prófugos por el “FIFAgate”.

Por: Hugo Alconada Mon y Alejandro Casar González
Prófugos y buscados por la Interpol, los empresarios Hugo y Mariano Jinkis sufrieron un duro revés para sus planes de continuar en libertad mientras se discute en la Justicia argentina si se los extradita a Estados Unidos y por cuáles delitos, lo que podría consumir años y llegar hasta la Corte Suprema.

La Cámara Federal rechazó ayer los pedidos de eximición de prisión que presentaron sus abogados, mientras que ambos empresarios se mantienen en la clandestinidad desde hace más de dos semanas, cuando las autoridades estadounidenses los acusaron de participar en la trama de corrupción mundial conocida como “FIFAgate”.

Los camaristas Horacio Cattani y Eduardo Farah concluyeron que de concederles la eximición, los dueños de la firma Full Play, padre e hijo, podrían entorpecer la investigación local o, incluso, preparar lo necesario para huir de manera definitiva.

El tercer camarista, en tanto, Martín Irurzun, votó en disidencia, al considerar que podían admitirse sus pedidos y aplicarles una caución real y ciertas medidas adicionales de seguridad que garantizaran que se mantendrían a disposición de la Justicia local.

Uno de los abogados de los Jinkis, Francisco Castex, había solicitado ese beneficio al sostener que así lo habilitaba la legislación local. “Se trata de delitos que pueden ser excarcelables para la ley argentina y cometidos entre privados”, argumentó ante los camaristas la semana pasada.

El plan de los Jinkis, a los que también asesora el penalista Jorge Anzorreguy, apunta a “desgranar” el pedido de extradición a Estados Unidos, donde se los acusó de integrar supuestas confabulaciones para cometer los delitos de crimen organizado, lavado de dinero y fraude electrónico.

De esos tres cargos criminales, según indicaron desde el entorno de los Jinkis a la nacion, sus abogados consideran que sólo el tercero es aplicable a los empresarios ya que tiene cierta correlación con una figura penal vigente en la Argentina -el de administración fraudulenta, con una pena máxima de seis años- o es válido para este caso concreto, por lo que a su vez la Justicia local sólo podría autorizar su extradición por esa figura a los Estados Unidos, lo que ya mejoraría sus situaciones procesales de manera sustancial en aquel país.

“Creemos además que toda la discusión judicial y la eventual extradición de los Jinkis podría demorarse durante años, por eso es que se buscó obtener la eximición de prisión para ambos; para que ellos continuaran en libertad mientras se define todo esto”, indicó un allegado a los empresarios.

Sin embargo, tras la negativa del juez federal Marcelo Martínez de Giorgi a concederles ese beneficio, primero, y su confirmación ayer por la Cámara Federal, los Jinkis afrontan ahora un dilema perentorio: deben definir si continúan en la clandestinidad -lo que, de ser capturados, resultaría un agravante si afrontan alguna vez a un juez en Estados Unidos- o si, por el contrario, siguen los pasos del otro argentino con pedido de extradición, Alejandro Burzaco.

Escondido como los Jinkis durante varios días, el ex CEO de Torneos y Competencias decidió salir a la superficie la semana pasada y presentarse con sus abogados ante un juez en Bolzano, Italia. Allí indicó que aceptaba que lo extraditen a Estados Unidos y pidió al juez que le concediera el beneficio del arresto domiciliario mientras se completaban los trámites burocráticos pendientes.

Para eso, Burzaco convocó al abogado argentino Mariano Mendilaharzu, que a su vez contrató a un estudio jurídico en Estados Unidos, Kobre & Kim, que lideran dos ex fiscales de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, Michael Kim, y Steven Kobre.

Dentro de ese estudio, a su vez, otros dos letrados con puestos previos en las fiscalías de Nueva York y Miami, y la Comisión de Valores (SEC), Sean Casey y John Couriel, tomaron el caso y ya contactaron a las autoridades.

Los Jinkis comenzaron a transitar al menos parte de esa senda, según reconstruyó la nacion. Sus abogados en la Argentina ya iniciaron contactos con varios estudios jurídicos en Estados Unidos para delinear una estrategia conjunta e iniciarán una primera aproximación a los investigadores del FIFAgate en aquel país.

Si los tres aceptaran colaborar con la Fiscalía, el FBI y la SEC, Burzaco tendría más información para aportar sobre la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y el programa Fútbol para Todos, la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) y la FIFA.

Los Jinkis, en tanto, sólo podrían compartir detalles sobre sus nexos con otras asociaciones y federaciones sudamericanas de fútbol, como así también sobre la conformación de Datisa, dueña por ahora de los derechos de televisación de esta edición de la Copa América en Chile, y las previstas para 2016, 2019 y 2023. (La Nación)

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