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Tras pasar cuatro días prófugo, cayó el femicida de Manzanares

Tras pasar cuatro días prófugo, cayó el femicida de Manzanares
03/08 – 09:40 – Lo atraparon a 15 kilómetros de la escena del crimen; quiso escapar a la carrera y forcejeó antes de ser reducido; la madre de la víctima pidió protección porque teme represalias.

Por: Rosario Marina
Casi 90 horas logró evadir a los más de 200 policías bonaerenses que lo buscaban desde el 29 de julio a las 9, cuando escapó en una bicicleta, con lo puesto, después de haber acuchillado y asesinado a su ex mujer, Mayra Belén Morán. Cuando finalmente cayó, sucio y desgreñado, y también con lo puesto, en los primeros minutos de ayer, se supo que no había ido demasiado lejos: seguía en Pilar, a 15 kilómetros del cruce de Manzanares donde concretó el femicidio que puso en entredicho la forma en que el Estado previene estos crímenes.

Alberto Sebastián Moreno, alias “Fly”, de 27 años, caminaba por Mansilla y Ceballos cuando personal del Comando de Prevención Comunitaria (CPC) de Pilar lo identificó. Los oficiales del CPC estaban haciendo su recorrida de rutina cuando vieron a una persona con rostro familiar. Chequearon con la foto más vista por los policías de la zona en los últimos cuatro días y se dieron cuenta de quién era: el hombre al que buscaban desde el miércoles pasado por acuchillar 12 veces, hasta darle muerte, a Belén, que tenía 23 años, en el cruce de Río Orinoco y Rodolfo de la Colina.

Eran las 0.30 y cuando la policía se le acercó Moreno volvió sobre sus pasos y empezó a correr. Los oficiales lo persiguieron con la camioneta y a las dos cuadras lograron detenerlo.

Moreno, que tenía el pelo sucio, la capucha del buzo puesta y la barba crecida, forcejeó un buen rato hasta que los oficiales le pusieron las esposas y lo trasladaron a la comisaría 1» de Pilar. Después lo llevaron a la Alcaidía Departamental III, en la localidad platense de Melchor Romero.

Hacía casi cuatro días que Moreno estaba prófugo. No tenía celular, ni trabajo ni tarjeta SUBE. “Como estrategia, lo que se hizo fue sofocar los lugares donde el sospechoso podía pedir ayuda, cerrarle las puertas, con vigilancia encubierta”, explicó a LA NACION el jefe de la Departamental Pilar, Oscar Lute.

Luego de al menos ocho allanamientos fallidos, promediando las 0.30 de ayer lo encontraron solo en el barrio Villa Verde, a 15 kilómetros de Manzanares, el lugar donde ocurrió el resonante crimen. “El hombre corrió, se generó una resistencia en lucha y lo redujeron. Al correr se puso más en evidencia”, explicó Lute.

La madre de la víctima, Marilén Maldonado, dijo que la policía le confirmó la detención a las 5.15. “Me dijeron que estaba demacrado, flaco, como si hubiese pasado más días prófugo… que lloró y dijo incoherencias”, contó.

El día del homicidio, el jefe policial conformó una mesa de trabajo de 200 policías de investigaciones, seguridad y el CPC. Ese equipo es el que realizó los allanamientos de ciertas viviendas donde el prófugo podría haberse ocultado.

Marilén Maldonado había acusado a la policía de encubrir a Moreno, ya que el hombre no tenía los recursos económicos para permanecer tanto tiempo en la clandestinidad. Además, había pedido “protección” a las autoridades, pues considera que la familia de Moreno es “peligrosa” y vive a tan sólo media cuadra de su casa. Ésa fue una de las cuestiones que salieron a la luz con el crimen: lo cerca que vivía Moreno de Belén a pesar de que la Justicia había decretado una prohibición que, en teoría, ponía al menos 500 metros de distancia entre ellos.

Mayra Belén Morán ya había denunciado a Alberto Moreno en la Comisaría de la Mujer. Ella se había mudado a la casa de su madre y él tenía orden de restricción perimetral, lo que implicaba que no podía acercarse a ella. “Si no lo detienen, la va a matar”, le había dicho la mamá a un oficial el día anterior al asesinato, cuando, según ella misma relató minutos después del crimen, Moreno había llegado hasta su casa y le había advertido que fuera preparando “tres cajones”, uno para ella, uno para su hijo discapacitado y otro para Belén.

Moreno vivía a 150 metros de la casa de la madre de Belén. La orden de restricción, que evidentemente no cumplía, era de una distancia mínima de 500 metros. Nunca lo detuvieron por violar la restricción. “Vino el patrullero y cuando lo vieron a él lo palmearon en la espalda. Le dijeron que se quedara tranquilo”, había contado el padrastro de la joven asesinada.

A raíz de estas declaraciones, y de las evidencias de la situación, el Ministerio de Seguridad bonaerense ordenó que todos los policías de Pilar que habían intervenido cuando Moreno violaba la restricción y que atendieron las denuncias previas de Belén y de su madre queden bajo investigación. Según dijo a LA NACION el jefe de la Departamental Pilar, Lute, “ya están todos puestos a disposición de Asuntos Internos”.

Moreno, en tanto, es investigado por la Justicia en la causa por “homicidio agravado” en la que intervienen la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Violencia de Género de Derqui y el Juzgado de Garantías en lo Penal N° 7 de Pilar, departamento Judicial San Isidro, a cargo del juez Walter Saettone. (La Nación)

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