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Hubo serias trabas a los operativos por Hotesur

Bolsos con plata y una mudanza urgente de Carlos Sancho de dinero y papeles comprometedores
24/08 – 09:35 – En los hoteles de los Kirchner no había registros societarios y se borraron archivos.

Por: Hugo Alconada Mon y Mariela Arias
Los libros de la sociedad hotelera presidencial, Hotesur, no estaban en su sede legal. Tampoco en el hotel Alto Calafate. Ni en las oficinas del contador. Por eso, los emisarios del juez federal Claudio Bonadio, que los buscaron en Buenos Aires, El Calafate y Río Gallegos, terminaron los operativos con las manos vacías. Sólo los entregó luego una sobrina de la Presidenta, Romina Mercado.

Las dificultades para capturar documentos sensibles de los hoteles de la familia Kirchner para la investigación por presunto lavado de activos no terminaron allí. Los colaboradores de Bonadio tampoco encontraron los archivos de Alto Calafate y Las Dunas mientras los administró Lázaro Báez, según surge de las actas de los operativos del 13 de julio que pudo ver LA NACION. Báez los gerenció por medio de Valle Mitre SA entre 2009 y 2013, período en el que recibió más de $ 8000 millones de obra pública. Los Kirchner lo apartaron cuando estalló el escándalo del valijero Leonardo Fariña.

Desde entonces lo administra Idea SA, creada por el ex gobernador Carlos Sancho, otro socio de Máximo Kirchner, aunque un tercer socio, Osvaldo Sanfelice, asumió el rol público más predominante.

Todo ese material sensible no estaba ni siquiera en los hoteles, donde sólo guardan desde 2013 en adelante. Es decir, desde que pasó a gerenciarlos “Bochi” Sanfelice, también socio y empleado de Cristóbal López.

No sólo eso. Porque cuando fueron a buscar al contador de los Kirchner, Víctor Manzanares -el mismo que el juez Norberto Oyarbide tomó como “perito de parte” en la causa por presunto enriquecimiento ilícito de los Kirchner-, se encontraron con que ya no trabajaba en su domicilio declarado. Y que en su nueva oficina tampoco estaba el material. De hecho, había borrado archivos de una PC.

Esos operativos se desarrollaron al mismo tiempo que en Negocios Inmobiliarios, donde se hallaron cheques, contratos de alquiler, facturas y recibos cruzados entre Néstor y Máximo Kirchner, y Báez, sólo días antes de que el juez fuera apartado del expediente que comenzó con una denuncia de Margarita Stolbizer y quedó en manos de Daniel Rafecas.

¿Qué se encontró -y qué no- durante esos allanamientos?

Alto Calafate: con el hotel abierto, los recibió Sanfelice. Junto al gerente, Oscar Souto, entregó fichas de huéspedes, datos sobre la ocupación mensual, convenios con Aerolíneas Argentinas y otros documentos. Pero todo desde que Idea desplazó a Valle Mitre. Por lo tanto, de la anterior administración no hay rastros. Pero tampoco estaban allí los libros de las firmas Hotesur o Idea SA.
Los Sauces, El Calafate: con el hotel cerrado, los recibió la otra sobrina de la Presidenta, Natalia Mercado, hija de la ministra y candidata a gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner. Aunque trabaja como fiscal en El Calafate, se entrometió en el operativo y se cruzó con sus responsables. “En alta voz” comenzó a quejarse de que “secuestran y no dejan copia” de la documentación, según consta en el acta, por lo que le pidieron “que se retire del lugar”, orden que acató “sin oponer reparo alguno”. Entonces comenzaron a registrar y llevarse, por ejemplo, las fichas de los pasajeros desde 2009 y los registros de facturación, habitaciones ocupadas, entre otras cosas. El resto, le comunicaron a la comitiva, debían pedirlo al hotel Panamericano, de la familia Relats, que gerencia el hotel desde 2006.

Las Dunas: pese a que la hostería de El Calafate se encuentra cerrada hasta el 1° de septiembre, el equipo de Bonadio logró llevarse los registros de pasajeros, de habitaciones ocupadas, la planilla de mantenimiento de las habitaciones y de consumo de frigobar, además de vouchers. Pero al igual que en el Alto Calafate, sólo había registros disponibles desde 2013; mientras que no había nada de la gestión anterior de Báez. Por entonces, contaba con 15 habitaciones y con los años triplicó su capacidad, aunque sólo en 2013 se supo que la hostería no era suya, sino de los Kirchner.

Alcorta 76, Río Gallegos: identificado ante la AFIP como el domicilio fiscal de la Presidenta, de Máximo Kirchner y de la sucesión del ex presidente, los emisarios que llegaron de Buenos Aires se toparon con una negativa. Les dijeron que allí funcionaba el estudio contable Manzanares, Pombo y Asociados, pero que allí ya no trabajaba el contador de los Kirchner, Víctor Manzanares. De verificarse, resultaría que la familia presidencial opera con una sede ficticia.

9 de Julio 161, Río Gallegos: al llegar a la nueva oficina de Manzanares, les dijo que no tenía allí la documentación por razones de seguridad, acaso porque en 2008 sufrió un robo de documentación sensible -los Kirchner incluidos-, en su sede anterior de Alcorta, a través de un boquete, según reveló entonces el diario Crítica. Al revisar sus cuatro computadoras, sin embargo, los colaboradores de Bonadio detectaron que en una de ellas habían borrado un archivo informático sobre Hotesur. (La Nación)

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