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Macri y el kirchnerismo, casi igualitos. ¿Niembro renuncia y Máximo, no?

De Costa a Máximo, de Pigmalión a Galatea: el autoconvencimiento y las mentiras que matan las esperanzas
17/09 – 10:00 – Desde nuestros editoriales venimos sosteniendo que en el horizonte político del país, no hay nada nuevo ni diferente, al contrario, lamentablemente, no vemos nada distinto ni mejor. En ese marco y más allá de las “operaciones” y las “campañas sucias” que puedan aparecer en días como los que corren, está visto que los políticos en general, empezando por el gobierno nacional y la oposición, tienen muchos puntos en común. La renuncia de Niembro fue un acto inevitable para que siga en carrera el PRO, pero si estuviera en el poder ¿Habría renunciado?. ¿Por qué renuncia uno y el otro no?. La diferencia, pareciera, está en quien es el dueño de la pelota, o sea, si se es gobierno u oposición. (Por Rubén Lasagno)

No hay mucho para agregar en relación a la moral de los políticos argentinos. Si uno busca puntos de contactos, equivalencias, coincidencias en los procedimientos y en los comportamientos, verá que son más lo que se parecen entre sí, oficialistas y opositores, que lo que los diferencia. Sólo los distingue, el lado del mostrador en que se encuentren cada uno, en el poder o en la oposición.

A mi entender, la renuncia de Niembro a su candidatura a diputado nacional fue demasiado tardía y el sostenimiento de Mauricio Macri, de esa candidatura, fue devastadora para la imagen del partido. Creo que el PRO debiera haberse sacudido más temprano que tarde el problema y el relator deportivo tendría que haber dado un paso al costado ni bien estalló el escándalo, anticipándose a los hechos y evitando el proceso de desgaste que significa ocultar un tema de esta envergadura, a 40 días de una elección.

Personalmente, creo que Macri pensó (mal) que esto era solo una “operación” y trató de desconocer la realidad: Niembro fue contratista del Estado, de manera irregular y sospechosamente privilegiada. Es decir, se aprovechó de su vinculación de amistad para obtener beneficios, igual que lo han hecho Cristóbal López, Lázaro Báez, Electroingeniería, etc, con este gobierno.

Sostenerlo, implica respaldarlo y Macri, con su reacción tardía, convalidó el apoyo a su candidato y de alguna manera actuó obligado por las circunstancias, cosa que me animo a pensar, no lo hubiera hecho de haber estado en el poder y no en campaña. Tal cual lo hace el gobierno y lo vino haciendo en los 12 años que ejerce el mandato en forma continua.

Pero podemos ir un poco más allá y analizar que Macri, pretende hacerle creer a la gente que Niembro cayó del cielo, se insertó en el gobierno de la ciudad y contrató por cuenta propia, sin intervención de la otra parte: el propio Macri. Es decir, el jefe de gobierno de la ciudad, no asume la culpabilidad que le corresponde por este acto de corrupción institucionalizada o al menos trata de minimizarla. Para que exista corrupción, debe haber dos partes y a la vista de las declaraciones públicas del PRO, aquí parece que el único sospechado es Niembro.

Sospecho que si el macrismo hubiera estado en el gobierno nacional, al momento de conocerse este acto de corrupción explícita y Niembro fuera diputado nacional, no dejaría el cargo por decisión propia y el PRO lo sostendría a muerte. Es decir, en el fondo, el PRO y el FPV, son más de lo mismo. Además, pensemos que en nuestra nota del día 26 de mayo “Macri tiene su propio Lázaro…”, señalábamos que el empresario de la construcción Nicolás Caputo, amigo de Mauricio Macri, recibió adjudicaciones por 1.000 millones de pesos, desde el 2008 a la fecha.

La diferencia: el poder

El hecho más significativo que nos demuestra lo disímil del comportamiento político de uno u otro y por qué en un caso alguien renuncia y por qué en otros no, es que en el gobierno nacional hay varios sospechados y procesados por corrupción y sin embargo, nadie pensó en dar un paso al costado. El propio Macri tiene su propio proceso judicial en marcha, por las escuchas telefónicas y tampoco nada lo ha llevado a pensar en que debe dejar su cargo.

Está claro que Niembro renunció obligado por las circunstancias y porque no tiene fortaleza política para sostenerse, ni Macri la tiene para sostenerlo sin perder votos en octubre; ahora bien ¿Y por qué no renuncia Máximo Kirchner a su candidatura, dado que también él está, no solo sospechado, sino demostrado, que es titular de un circuito de empresas que mantienen negocios con el gobierno nacional, donde hay fraude fiscal, lavado de dinero y corrupción explícita (y evidente)?. La única razón que diferencia a ambos, es la impunidad que da el poder en ejercicio. En el caso de Máximo, por parte de su madre, lo hace casi inmune a cualquier desplazamiento, porque el kirchnerismo está convencido que nada de lo que sucede alrededor de las acusaciones de alta corrupción, en la que se ve inmersa la familia presidencial, puede mellar al “Máximo candidato”.

Puede que en el fondo, tengan razón. En todo caso no les corresponde a ellos decidirlo, sino a la gente que pone su voto o se lo retira y por las mismas razones que Niembro cree que esto le destrozó la campaña, Máximo entiende que nada puede afectarlo. Solo la urna podrá darle la razón en octubre. (Agencia OPI Santa Cruz)

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2 COMENTARIOS

  1. Este gordo chorro no renuncia porque no le entran balas (por la grasa). Niembro se cansó de currar cuando era alcahuete menemista pero hay que reconocerle que le quedó un poquito de pudor. En cambio a estos delincuentes del FPV no les hace ni mella. ¿Qué les van a decir? ¿Qué son corruptos? ¿Qué son ladrones?…Si, es cierto…y qué?

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