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El gasto en personal estatal creció 695% en la gestión de Cristina Kirchner

Señal de fin de ciclo: Kicillof ante sillas vacías - Foto: La Nación
06/11 – 11:00 – El alza se debió a la incorporación de agentes y a los ajustes salariales; fue aun mayor para los contratados.

Por: Pablo Fernández Blanco
Inflación, estancamiento económico, reservas escasas, subsidios y una gigantesca boleta que pagar a los acreedores internacionales. A los lastres económicos conocidos que heredará el próximo gobierno hay que sumarle otro menos ruidoso, pero quizá más estructural: el fortísimo incremento del gasto del Estado para pagarles a los empleados de la administración pública, un espacio que suele resultar tentador para que quien encabeza el gobierno designe a personal amigo.

Según cifras oficiales, el Gobierno gastó en personal el año pasado, hasta donde llegan los últimos datos disponibles, 118.671,9 millones de pesos. El número es enorme. Representa, por ejemplo, 93% de los casi $ 128.000 millones que en el mismo período se destinaron a cubrir los subsidios energéticos, identificados por los economistas como los principales responsables del creciente déficit fiscal.

Puestos en perspectiva, los mismos números llaman aun más la atención: si se lo compara con 2007, el último año de Néstor Kirchner al frente del gobierno, el crecimiento del gasto en personal fue de 695%. Y se multiplicó por 8 si se considera la última década. El aumento fue superior a la inflación que miden las consultoras privadas, de más del 500% en el mismo período.

La cifra incluye a toda la administración pública: la central (Presidencia, ministerios y el resto de los poderes), los organismos descentralizados (los más importantes son la Dirección de Vialidad y el Instituto de la Vivienda) y las instituciones de Seguridad Social, donde sobresale la Anses.

Si se le suman los gastos por el mismo rubro en el manejo de fondos fiduciarios y el PAMI, el número de 2014 alcanza los $ 143.180 millones. Y la proyección para este año orilla los $ 198.650 millones, es decir, un 40% más.

El fuerte incremento no se debió sólo a mejoras en los sueldos. “En la última gestión de Cristina Kirchner no hubo crecimiento del empleo privado formal. Pero al mismo tiempo no aumentó el desempleo, por dos razones: los estados, tanto el nacional como las provincias, tomaron mucha gente. Desde 2003 hasta ahora la cantidad total de empleados públicos casi se duplicó, de 2,3 millones a 4 millones. Esto ocurrió por una aceleración en todos los años”, explicó Fausto Spotorno, economista de la consultora de Orlando J. Ferreres.

En la administración nacional durante la gestión de Cristina Kirchner la contratación de personal aumentó 38%, hasta 480.582 personas. Y este año la plantilla se incrementará en otro 3,2%.

En 2014, el gasto en personal creció 44% y registró el salto más alto de la década. Lo impulsó la denominada administración central, que se lleva la partida más grande en el rubro y trepó 47% en ese período.

Hasta el cuarto trimestre de 2007, el sueldo promedio de la administración pública era de $ 3014, mientras que en el mismo período de 2014 alcanzó los $ 15.317, con un 408% de aumento. “Esto muestra una expansión gigantesca del empleo público que abre interpretaciones. Es un componente del aumento del gasto público en general que cayó en remuneraciones y en incorporación de personal, aunque su eficiencia no está clara. Además, hay mucha gente cuyo salario depende ahora del Estado”, explicó Camilo Tiscornia, de C&T Asesores Económicos.

Carga adicional

Si todo continúa por los carriles actuales, Mauricio Macri o Daniel Scioli, los candidatos a suceder a Cristina Kirchner, deberán enfrentar una carga adicional. “Este nivel de gasto es alto para lo que se ofrece, para las prestaciones del Estado. Lo que hace falta es discutir en serio no tanto el nivel de gasto en personal, sino la eficiencia del gasto. No creo que haya que bajarlo, sino reasignarlo. El empleo es parte de la discusión, pero no toda”, explicó Ricardo Delgado, director de la consultora Analytica y parte del equipo de economistas que trabaja con Sergio Massa.

La tendencia a ubicar en sillas públicas a figuras allegadas “al proyecto” es una práctica largamente usada por el kirchnerismo. Algunas figuras trascendieron el anonimato de las estadísticas. Delfina Rossi, la hija del ministro de Defensa, Agustín Rossi, fue nombrada en agosto directora del Banco Nación. Su designación despertó polémica porque llegó al cargo con 27 años.

El candidato a vicepresidente de Scioli, Carlos Zannini, tiene a cuatro hijos en el Estado. Ocupan cargos en Cancillería, Lotería Nacional, el Ministerio de Justicia e YPF, que en la práctica es una empresa privada cuyo principal accionista es el Estado. Su segundo en la Secretaría Legal y Técnica, Carlos Liuzzi, nombró a 22 familiares y amigos, con sueldos de entre 6000 y 35.000 pesos.

El Banco Central es otro destino apetecible. Su presidente, Alejandro Vanoli, contrató a su pareja y a su hijo para desarrollar el área de educación financiera de la entidad.

Aunque el kirchnerismo hizo de la defensa de los derechos de los trabajadores casi un cliché, los números oficiales no terminan de corroborarlo. De todos los ítems que integran el rubro denominado “gastos en personal”, el que más creció en términos porcentuales en la administración central es el de los contratados, que se encuentran en un estado de precariedad laboral. El gasto pasó de $ 542 millones en 2007 a $ 6179 millones el año pasado. Curiosidades de la inflación y las paritarias: más modesto fue el incremento de las autoridades superiores, que treparon 465% en el período. (La Nación)

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