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La ruptura de su mayor aliado deja a Dilma sin opciones

Dilma Rousseff cree que en Brasil preparan un "golpe democrático a la paraguaya"
30/03 – 10:15 – El PMDB salió del gobierno al grito de “Fuera PT” y allanó el camino al juicio político.

Por: Alberto Armendáriz
Alea jacta est. La suerte está echada, se escuchaba ayer en el Congreso de Brasil luego de que el principal aliado de Dilma Rousseff, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), rompió con la coalición de gobierno y dejó a la presidenta aún más sola de cara al proceso de impeachment que podría obligarla a abandonar el poder en las próximas semanas.

En medio de un ambiente tenso y tumultuoso, con manifestantes a favor y en contra del gobierno afuera, la dirección nacional del PMDB se reunió por la tarde en una sala del edificio anexo a la Cámara de Diputados, en Brasilia, y en pocos minutos emitió su dramática sentencia para el oficialista Partido de los Trabajadores (PT). “A partir de hoy, de esta reunión histórica, el PMDB se retira de la base del gobierno. La decisión está tomada. ¡Viva Brasil”, dijo el vicepresidente primero del partido, Romero Jucá.

Antes, los 150 representantes pemedebistas en el recinto se pusieron de pie y estallaron en aplausos y gritos. “¡Fuera PT!” y “¡Brasil, presente, Temer presidente!”, coreaban en referencia al vicepresidente Michel Temer, pemedebista, quien asumiría las riendas del Palacio del Planalto si avanzara el proceso de juicio político contra Rousseff que impulsa la oposición, un escenario cada vez más probable, avivado por la profunda recesión y los escándalos de corrupción vinculados a Petrobras.

La resolución, adoptada por aclamación, supone que casi todos los 69 diputados y 18 senadores pemedebistas -las primeras mayorías en ambas cámaras- votarán a favor del impeachment de la presidenta por haber adulterado las cuentas fiscales en los últimos años con el objetivo de ocultar el déficit.

En estos momentos, una comisión especial de la Cámara de Diputados -compuesta por 65 miembros- analiza las acusaciones y debe decidir si recomienda o no el juicio político. Su parecer será sometido al plenario de la Cámara baja entre el 14 y el 17 de abril, donde se requiere del apoyo de dos tercios de los diputados (342 de un total de 513) para que el impeachment prosiga. Con la decisión del PMDB de ayer, la matemática se inclinó mucho más hacia la oposición.

“El impeachment ya es un hecho. Estamos actuando en sintonía con lo que expresaron los brasileños en las calles”, afirmó a LA NACION el segundo vicepresidente del PMDB, Eliseu Padilha, en alusión a las masivas manifestaciones anti-Rousseff que el domingo 13 de marzo reunieron a 3,6 millones de personas en la mayor movilización en la historia del país.

Los manifestantes reclamaron también el fin de la impunidad a los corruptos, demanda que parece que no fue escuchada por completo en el PMDB: los presidentes de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, y del Senado, Renan Calheiros, ambos pemedebistas, están investigados por presuntamente haber participado de la red de sobornos en Petrobras.

Si la Cámara baja aprueba el impeachment, el Senado tendrá un plazo de diez días para aceptarlo o no. Si lo aceptara, Rousseff inmediatamente sería apartada de su cargo por hasta 180 días, mientras los senadores realizan el juicio político propiamente dicho, y también allí se necesitaría del respaldo de dos tercios de sus miembros (54 de 81) para un fallo final. Temer asumiría el poder temporalmente y sólo si la presidenta fuera hallada culpable se quedaría en el puesto de forma definitiva. En tanto, a Rousseff, además, se le prohibiría volver a asumir un cargo público por ocho años.

El desembarque del PMDB de la coalición que formaba con el PT desde hacía poco más de 12 años prevé también que los siete ministros que el partido tiene en el gabinete abandonen sus puestos. El de Turismo, Henrique Alves, se adelantó y ya anunció su salida anteayer; todavía queda por ver qué acción tomarán los ministros de Minas y Energía, Salud, Agricultura, Puertos, Aviación Civil, Ciencia y Tecnología. El PMDB advirtió que si no se separaban del gobierno, serían sancionados o expulsados del partido.

Quien no se moverá es Temer. Ayer no participó de la reunión para no mezclar su investidura con la ruptura, pero quedará en una posición muy incómoda con relación a Rousseff, parecida a la del entonces vicepresidente argentino Julio Cobos con la presidenta Cristina Kirchner después de su voto en contra de las retenciones al sector agrícola en 2008.

“El vicepresidente fue elegido por la nación brasileña, por lo tanto tiene un mandato hasta el día en que éste expire”, aclaró Padilha.

Como primera reacción ante la debacle política, Rousseff canceló el viaje que realizaría hoy a Washington para participar de la Cumbre Nuclear. Asimismo, el jefe del gabinete personal de la presidenta, Jaques Wagner, indicó que la defensa de la mandataria acudirá mañana a la comisión de impeachment, y que en el Planalto se iniciarán negociaciones para una reforma de gabinete.

Sin embargo, se teme que la decisión del PMDB genere un efecto dominó con las otras fuerzas aliadas: el Partido Progresista (PP), el Partido de la República (PR), el Partido Social Democrático (PSD), el Partido Democrático Laborista (PDT), el Partido Comunista de Brasil (PCdoB) y el Partido Republicano del Orden Social (PROS). Junto al PT, suman 216 diputados.

Por otra parte, todavía era incierta la asunción del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva como jefe de gabinete. El Supremo Tribunal Federal (STF) debería definir mañana si Lula, bajo sospecha de haberse beneficiado del esquema de sobornos del petrolão, aceptó el polémico ofrecimiento para protegerse de la investigación que lleva adelante el juez federal Sergio Moro, en Curitiba. (La Nación)

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