21/06 – 10:30 – La justicia que haga su trabajo, que demasiado tiempo se ha tomado, siendo virtuales cómplices de las bandas que estuvieron actuando en el país por más de una década. Lo que podemos hacer como sociedad es mucho más fuerte e importante que cualquier castigo a destiempo emanado del podrido sistema judicial provincial y nacional: es promover la marginación de los ladrones, corruptos, relatores y sostenedores de “el modelo”, haciéndoselo pagar a quien los incluya en sus listas y en las campañas políticas, dándole lugar para que aniden y resurjan. No vote a quien los lleve, los promueva o los apañe. (Por Rubén Lasagno)
En el año 2007 en Santa Cruz, tras el clima social y político que determinó un quiebre en varios aspectos de la lucha social, especialmente porque fue la única vez que más de 20 mil personas salieron en Río Gallegos a protestar por el hartazgo, el autoritarismo, la corrupción y la impunidad, los sindicatos en la calle y la gente que los acompañaban acuñaron una frase lapidaria, que era parte de los cánticos más duros que se escuchaban en las movilizaciones la cual decía “Como los nazis, donde vayan los iremos a buscar”, estrofas que se repetían mientras quemaban la figura de un pingüino gigantesco con una “K” cruzada en su pecho y repudiaban al asesino serial de Daniel Varizat, luego de pasar a 24 personas por encima.
Pero el tiempo pasó y la ciudadanía, en gran parte, se olvidó de ir a buscarlos y por el contrario, los volvió a votar. Inentendible o incomprensible, o tal vez no tanto, en una provincia donde no hay oposición política fuerte, creíble o al menos referentes políticos, los cuales sumen condiciones y vocación que a otros les faltan. Y los años posteriores fueron el agregado que potenció lo que ya venía. La corrupción sistémica carcomió los cimientos de la sociedad, del empresariado, la justicia, la iglesia, arrasó con las instituciones, vulneró una y otra vez la constitución y mientras el kirchnerismo/cristinismo usaba a artistas, intelectuales, periodistas y empresarios para sostener “el modelo”, embolsaba dólares y euros de a millones y todas las mañanas nos despertaban atacando a Clarín a Magnetto, a los desestabilizadores de la prensa y quien se les ocurriera, si acaso eso servía para desviar la mirada y la atención del verdadero objetivo: robarle al país, de todas las formas posibles.
Gracias a la providencia y no precisamente a nuestra justicia, hoy la banda dejó de tocar y busca explicarle al público, tal vez como colgajos irrelevantes de aquel relato promiscuo que mantuvo vivo por 12 años, que lo de López tirando bolsos es un incidente aislado, que a los corruptos hay que encarcelarlos, pero no tienen nada que ver De Vido y Cristina o la más original de Bonaffini, que López fue un infiltrado de los medios para voltear “el modelo”.
Impresentables por donde se los mire, con ecos de similar tenor en especies locales como Matías Mazú, el diputrucho del parlaverso, Metaza, el hijo pródigo en millones (sin laburar) Máximo, los senadores y diputados provinciales del FPV que han sostenido “el modelo” con sus manos enyesadas y cuanto alfil suelto anda por allí de este juego de ajedrez donde alguien inconscientemente y con descuidos grotescos pateó el tablero y dejó en carne viva la esencia de ese “modelo de choreo” que a cada rato, estos impresentables, pedían profundizar, para robar más, claro, pensando que la impunidad, al ser parte indivisible del mismo proyecto, nunca se iba a terminar.
La propuesta que hacemos desde nuestro espacio y que sostendremos en el tiempo, especialmente de elecciones, es buscarlos como a los Nazis, donde quiera que estén y recordarles al pueblo votante, quiénes son, lo que hicieron y qué avalaron con sus mentiras y promesas; pero también, en muchos de estos casos, recordar a quienes diciéndose opositores, facilitaron la escalada política de muchos de estos personajes y les fueron funcionales, cuando no cómplices de sus andanzas.
Encontrados e identificados, saber en qué espacio político se cuelan, en qué lista se acomodan y aún cuando quien lidere esa lista o boleta, tenga la mejor imagen pública, alentar a no votarlo, tanto desde la prensa como por las redes sociales, hasta que quite de la grilla a cualquiera de estos impresentables y ladrones que nos sometieron como sociedad durante 12 años.
Si como ciudadanos tomamos en nuestras manos la justicia política, para exonerarlos en las urnas de cualquier lista donde estén, estaremos haciendo tronar el escarmiento e imponiendo nuestra voluntad sobre la de estos sinvergüenzas que cada dos años le mienten a todo el mundo y revalidan su licencia para seguir robando.
El ¡Vamos por todo! De la reina batata era literal (tanta veces lo dijimos), ahora es el momento nuestro de decir ¡Vamos por todos! Y excluirlos de donde estén; transformarlos en parias de la política y que todo aquel que lo apañe, sufra el castigo humillante de verse equiparado moralmente con cualquiera de estos personajes.
Si el pueblo los baja, les quita los privilegios, no los vota y les quita los negocios, las dietas y los fueros, estos miserables no puede sobrevivir porque son una casta de marginales de guantes blancos que han hecho su vida y su riqueza parasitando el Estado y no saben lo que es el laburo honesto y el sacrificio.
Comprometámonos a cambiar desde donde hay que cambiar: desde el inicio. Previo a cada elección, analicemos cada boleta, cada propuesta y escindámonos de aquellas que contengan los nombres del “modelo” que nos fundió, nos robó y nos sodomizó involuntariamente durante la década ganada. (Agencia OPI Santa Cruz)