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Se sigue preservando a los malos y condenando a las víctimas

Se sigue preservando a los malos y condenando a las víctimas
14/09 – 10:45 – Estamos inmersos en una sociedad hipócrita, donde a muchos les cuesta decir lo que piensan o piensan en la dirección contraria a la mayoría de la sociedad, ya sea por ignorancia o la pretensión de ser “diferentes”. La inseguridad tiene su basamento fundamental en la cuestión cultural, luego en la social y finalmente en la política. Esta última es la clase dirigente que sale de la sociedad, pero casi nunca la representa. Los discursos y las opiniones sobre el fenómeno de la inseguridad y las prácticas para resolverla, son de una pobreza conceptual tan grande que asusta pensar que estamos rodeados de tantos ineptos y estúpidos crédulos o inescrupulosos, como los que hablan con máscaras de pseudos progresistas, frente a las cámaras de Tv. (Por Rubén Lasagno)

Hace dos semanas atrás, escuché azorado al periodista Gerardo “Tato” Young, en la mesa de Mirtha Legrand, cuando, en medio del tratamiento de la causa que tiene en vilo al médico de Loma Hermosa, quien dio muerte a un delincuente cuando fue golpeado, robado y amenazado de muerte, planteó una desafortunada hipótesis.

Young, luego de alegar, con todo derecho, que estaba en contra de que la gente se armara, pretendió explicar un desenlace distinto de la historia, como aquellas viejas películas interactivas que daban la opción de tres finales distintos, donde uno podía elegir cómo quería que terminara. Alegando un argumento contra fáctico, Young dijo “Tal vez si el médico no hubiera tenido un arma hoy estaría haciendo solo un trámite ante la aseguradora”.

¿Qué quiso decir Young?, que el médico no se tendría que haber armado, porque su acción fue exagerada e injustificada y estuvo dirigida solo a defender el auto Toyota Corolla que se llevaba el chorro, razón por lo cual le disparó a quemarropa, matando a una persona. De acuerdo al periodista, si el cirujano no hubiera tenido el arma, el chorro se habría llevado el auto y el asunto quedaría hoy, simplificado a un trámite burocrático ante el seguro, para recuperar la unidad.

Con el respeto que me merece el colega, la acción reduccionista de su argumento y lo lineal y básico de su pensamiento, del cual excluye lo más importante de la historia, demuestra, de alguna manera, por qué estamos como estamos en materia de seguridad, por cuanto ese pensamiento no es extraño a una buena parte de la justicia, encargada de fallar sobre casos de defensa propia, donde el problema es que la gente se arma para asegurar su vida, ante la ausencia del Estado.

Young redujo todo, demoliendo datos esenciales, estadísticas y antecedentes previos, los cuales pueden ayudar a entender lo que pasó y por qué pasó. Desconoció de un plumazo los malos antecedentes del chorro (reincidente), que el cirujano sufrió 5 robos anteriores, una entradera donde su familia fue maniatada y robada, ignoró la psicosis producida por aquellas malas experiencias y la ausencia de protección por parte del Estado, lo cual lo obligó a proveer a su propia seguridad familiar, no tuvo en cuenta que el delincuente lo pasó por arriba con el auto, volvió para atropellarlo y finalmente lo tenía apuntado con un arma (pistolón Rexio cal 16), desconoció la situación de estrés que se produce en los breves segundos que dura un enfrentamiento de este tipo, no reconoció que en tal situación no hay capacidad de elección, es la vida de uno o la del otro, desestimó lisa y llanamente que la vida del médico estuviera en peligro y con dicha omisión de todos estos datos, diría maliciosa, puso, sin decirlo, al cirujano como un asesino que respondió desmedidamente a una agresión “casi” inexistente e ignorando olímpicamente que en algún momento su vida haya corrido peligro, puso como objeto de defensa un bien material en lugar de la vida. Partiendo de una premisa más o menos parecida, es que la Fiscal del caso, ha puesto en duda la legítima defensa del Dr Villar.

Posterior a los dichos de Young se han producido una serie de asesinatos y delitos que le han costado la vida a unos y a otros, tanto chorros como personas decentes y si simplificáramos todo a la teoría contraria a la del colega, podríamos decir que si el joven de 22 años a quien lo fusilaron la semana pasada para robarle el auto, hubiera tenido un arma, tal vez en este momento no estarían llorando su pérdida y su hijo que está por nacer, aún tendría a su padre vivo. Lamentablemente para el periodista, aquí no se puede aplicar su teoría de que el chico de 22 años hoy solo se encontraría haciendo un trámite ante el seguro de su auto, porque lo mataron a sangre fría y para ello, no creo que Young tenga una hipótesis lógica.

Aplicando el mismo principio de Young, podríamos decir que los delincuentes que en la localidad de Francisco Álvarez, torturaron a un matrimonio de 70 años por espacio de 5 horas, les robaron una heladera y al hombre le cortaron un dedo, fueron “muy medidos” en el delito y en todo caso la víctima no tiene que preocuparse porque “al menos tiene nueve dedos más” y lo dejaron vivo; en cambio si el torturado hubiera tenido un arma, tal vez hoy estaríamos lamentando la muerte de uno de los chorros.

O en el caso del comerciante de Mar del Plata que mató al ladrón, cuando éste le apuntó a la cabeza de su esposa para exigirle el dinero de la recaudación, si no hubiera tenido el arma, hoy solo estaría haciendo una denuncia “por robo”; pero claro, lo que no dice Young es que también podría haber muerto la mujer del comerciante con una bala del chorro.

Si no basta con esto, podemos poner como ejemplo lo que le pasó el lunes al comerciante de 35 años de Ituzaingó que viajaba con su esposa y el bebé de 2 semanas, lo cruzaron para robarle el auto y al hacer una maniobra de escape, el delincuente lo ultimó al muchachos e hirió a su mujer a quien estando embarazada ya la habían robado anteriormente y sin explicación alguna en esa oportunidad el chorro le golpeó la panza haciendo que perdiera líquido y tuviera que apurar un parto prematuro. En la visión de Young, el joven de 35 años no tendría que “haber molestado al ladrón”, ni haberlo enfurecido con su pretensión de fuga y “tal vez” estaría vivo; ergo: la culpa no es del asesino que disparó, sino del comerciante que no lo entregó el auto. Como argumento contrapuesto podríamos decir que si el comerciante hubiera tenido un arma a mano, podría haber abatido al delincuente y salvar su vida. Un horror.

Es decir, argumentar sobre la inseguridad de manera tan subjetiva, ambigua y absolutamente parcial sin hacer empatía con la víctima, sin reconocer el problema de base y aplicando la teoría de que hay que cuidar al ladrón o criminal, aún en riesgo de nuestra propia vida, es típico de quienes no han pasado por un trance brutal como los descritos o son hipócritas disfrazados de progresistas desde el discurso, sin tomarse el trabajo de ahondar en el fenómeno y advertir que sus causas son mucho más profundas y serias que la de opinar si la gente debe o no armarse.

Para contrariedad de Gustavo Young y muchos que piensan como él, hay una demanda de armas y de permisos de tenencias en la sociedad, actualmente, que supera la de años anteriores. Esto lo he podido corroborar a través de la cantidad de trámites que semanalmente ingresan al RENAR. ¿Esto es bueno?, no, por supuesto, pero es la realidad.

Si bien es un problema que la sociedad se arme, lo lógico es que busquemos el por qué de esa actitud colectiva y no carguemos contra quienes legítimamente buscan protegerse de las agresiones que pueden quitarle la vida a él o su familia, solo porque hay un Estado que no cumple su rol ni sus objetivos. Hay más de 20 casos de violencia diaria en el país (denunciada) y no menos de 1 a 3 muertes como resultado de esos delitos.

¿Qué nos queda a los ciudadanos de a pie, si seguimos la “teoría Young” y la de tantos otros que van por el mismo camino? ¿Dejar que nos maten y nos violen para no infligir la muerte de un malviviente? ¿Qué nos haría pensar que la vida del delincuente vale más que la nuestra?; en todo caso que Young y sus pares, arriesguen su pellejo y decidan no protegerse contra el crimen, es una cuestión de elección personal, pero como comunicador social reducir un problema tan complejo y brutal como el que le tocó vivir al médico, aludiendo que si no hubiera tenido el arma hoy estaría solo haciendo un trámite ante el seguro, es de una ignorancia, hipocresía y una liviandad tan extrema, que lo pone en el peor de los escenarios a quien utiliza sus palabras y sus argumentos, para llegar a la gente.

Tal vez Young tendría que haber dicho esto frente a frente en una conversación con Baby Echecopar y esperar la respuesta de quien tuvo dentro de su casa a 4 tipos amenazando con violar a su hija embarazada, gatillándole en la cabeza a su esposa, amenazando de muerte a sus hijos y con quienes se trenzó en una balacera de más de 40 tiros en el interior de la vivienda. No creo que Young se animara a decir frente al conductor de “El Ángel de la medianoche” que si Baby aquella noche no hubiera tenido la Glock cargada y a mano, solo tendría que haber pasado un mal momento y habría evitado matar a uno de los delincuentes que entró en su casa armado hasta los dientes y disparándole a todo lo que se movía. No creo que se anime a decirlo en presencia de Echecopar.

Como todos los incapaces de visualizar el verdadero problema, Young hace blanco en el elemento más fácil de percibir: la víctima, a quien transforma en victimario. Nada dice Young de desarmar a los chorros, que es, en definitiva quienes deben esta presos o muertos y no ser los que en la práctica aplican la pena de muerte a la sociedad (como ocurre desde hace tanto tiempo), mientras demagogos y caga tintas que jamás pasaron por un episodio donde le hayan violado o matado una hija, esposa o madre, sufriera una entradera o le hallan llenado el cuerpo de plomo, solo para robarle un par de zapatillas, diga que si entregaba las zapatillas, hoy solo estaría haciendo una nueva compra en Nike o en Adidas, usando su tarjeta de crédito.

Lo peor, es que este pensamiento anida en muchos legisladores, supinos ignorantes que con la chapa de senador o diputados, pervierten las leyes y terminan reglamentando nuestra muerte en manos de la delincuencia, castigando al hombre común por trabajar y ser honesto, condenándolo a la pena de muerte que aplican todos los días y de manera impune, los criminales en las calles.

Un despropósito más de una sociedad que sufre y de alguna manera, a través de pensamientos como los expuestos, se explica cuáles son los desórdenes que la llevan a este sufrimiento. (Agencia OPI Santa Cruz)

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14 COMENTARIOS

  1. Ante la agresion de un delincuente solo cabe la defensa propia plenamente justificada. Lamentablemente los miserables años K hicieron que la justicia (asi con minuscula) justificara el accionar de cualquier agresor basado en las inequidades sociales o las faltas de oportunidades en la vida o lo que sea, de ahi surgen los zaffaroni (con minusculas) y sus retorcidas teorias exculpatorias

  2. Excelente articulo. Felicitaciones OPI
    Hoy vivimos la Ley de la Selva a favor de los delincuentes pero que no puede ser invocada por las personas honestas, victimas de esa delincuencia.
    Si se suprimiera la Policia y la Justicia Penal, la Ley de la Selva sería pareja para todos. No habría delincuentes arrestados. Habria delincuentes muertos.
    Los ciudadanos comunes tendríamos que armarnos y seríamos millones contra unos pocos miles.
    ¿Morirían ciudadanos honestos e inocentes? Si, pero hay tambien mueren.
    No habría “tentativa de Robo” habria un delincuente muerto. En poco tiempo el problema se acaba.
    Muchos vecinos conocen quienes son los delincuentes de su barrio. Pero no pueden hacer nada. Con la Ley de la Selva los eliminarían y dejarían de ser un problema.
    No es “politicamente correcto” decir estas cosas. Es solamente la verdad.

  3. 100% de acuerdo, mientras se sigan defendiendo a los chorros y nos dejen indefensos a los ciudadanos que a la mañana vamos a trabajar y no a matar, estamos fregados.
    Ese periodista de capital es un boludo, tiene cara de boludo y dice cosas de boludo

  4. YOUNG CUAL? EL QUE ROBA COMO LOCO HABLANDO DE LA SIDE Y DE STUISO Y NI LOS CONOCE?. UN CHANTA IMPORTANTE EL SANATERO ESTE. QUE SE DEJE DE JODER SI QUIERE DEFENDER A LOS CHORROS SERA PORQUE EL ES DE LA MISMA CALAÑA
    BIEN OPI

  5. hay que tener un arma en al casa y cargarlos a tiros si te quieren afanar.
    vivo podemos discutir, si te matan cagaste
    muuuuy de acuerdo con la editorial
    si el pavo este quiere poner el cuero que lo ponga el y sus hijos
    ¡¡plata o plomo carajo!!!

  6. Del aumento de Inseguridad Total, los Kirchner son CULPABLES y EJEMPLO.

    De la misma manera que los delincuentes ven, que algunos hijos de abogados Exitosos/as, que jamas estudiaron ni trabajaron se convierten en Diputados Nacionales y MILLONARIOS, con fueros que impiden que la Justicia los indague y castigue, Los Delincuentes creen que tienen el mismo derecho.

    Es por ello que.. jamas se les ocurrirá trabajar ni estudiar, los Kirchner les acostumbraron con planes para todos y todas, les permitieron usurpar terrenos, casas y fabricas, les dieron jueces garantistas como Zaffaroni para que les proteja y facilidades para conseguir drogas en cada barrio, que mas pueden ellos pedir?

    Mientras los grandes delincuentes de la Política no paguen por sus robos y asesinatos, (Nissman entre otros) estas Ratas marginales continuaran creyendo que matar y robar es su derecho.

  7. A TODOS, pero A TODOS, nos gustaría ser el Juez Claudio Bonadio, quien exactamente hace 15 años le vació el cargador de una GLOCK CALIBRE 40 a dos delincuentes que lo abordaron en plena calle, Y LOS MATO A AMBOS, la causa el principio se caratuló como “HOMICIDIO, LESIONES Y TENTATIVA DE ROBO”, lo mismo que miles de causas en Argentina, Y MIREN USTEDES, BONADIO SIGUE LIBRE Y NUNCA FUE PROCESADO.
    OJALA TODOS TUVIERAMOS ESE DERECHO A LEGITIMOS DEFENSA PARA PARAR A LA LACRA DE CHORROS.

  8. Tato Young me recordó a Schiavi cuando dijo que si el accidente de Once hubiera ocurrido el día anterior -domingo- por ahí no hubiera muerto nadie o muchos menos. Y de alguna manera culpó a los que se amontonaban en los dos primeros vagones, para bajar más rápido. Muy boludo el tipo.

  9. Pienso que estos casos, que son redundantes y pasan casi semana a semana aunque muchos no tienen difusión, son un síntoma de una sociedad sumergida en la impotencia y la indignación contenidas que en estados alterados de conciencia emergen con esta clase de violencia.
    Pero ¿de dónde viene esa furia?, podríamos movernos por los ámbitos del Poder Ejecutivo que permitió el surgimiento de coimeros (antes) y ahora se destornilla de risa del pueblo al que prometió en campaña la eliminación de impuesto a las ganancias a los trabajadores y lo sigue incluyendo en los presupuestos nacionales.
    Podriamos rondar por el Poder Judicial que satisfecho en su administración de justicia convirtió sus cargos en vitalicios, y que dejan salir por la puerta grande a miles de delincuentes antes que se cumplan sus sentencias, aunque sean de asesinato.
    O podríamos ir al Poder Legislativo que más parece un gallinero partidario que el principal órgano de representación democrática del país.
    No nos olvidemos claro está del entorno en los cuales viven las personas, agobiadas por la permanente presencia de basura y aguas servidas en las calles, las agresiones en el tránsito y la infaltable metida de dedo allí donde no se vé con los precios de todo lo que necesitamos para vivir.
    Es que eso de la “inflación cero” de algún nuevo dibujante del INDEC no se refleja en la realidad y la gente no es estupida y no se come los cuentos de “decir la verdad” y “ser felices”; tan solo la lavandina de 1 litro subió el 6,5% ayer mismo 14/9.
    La gente esta cansada y ha venido acumulando por años una tensión insoportable de ver como algunos cambian un R12 modelo ’80 por un clase S modelo ’15 mientras en su familia lo que entra apenas les alcanza para pagar las deudas.
    Esto no solo ocurre en Argentina, siempre me viene a la memoria en Santiago de Chile cuando carabineros acribilló un colectivo lleno de gente (en democracia) y el oficial a cargo se justificó diciendo “hay que hecharle la culpa a los ladrones que se subieron al mismo”.
    Pero aquí es obsceno, el propio Juez Bonadio acribilló a un delincuente que escapaba y no fue procesado, también paso con algún militar y con algún empresario. Y hasta hace muy poco otro Juez trató de degollar a un joven en la vía pública y tampoco está procesado.
    Pero lo más importante que tenemos que hacer es preguntarnos “¿yo que haría en un caso así?, ¿dejaría que violen a mi hija o a mi hijo?, ¿dejaría que maten a golpes a mi pareja?, ¿dejaría que me maten sin defenderme? para no ser luego culpado como si yo fuera el delincuente”.
    La respuesta, que solo se piensa conscientemente cuando uno ve estos casos, es “no”, es “defendería mi vida, la vida de mi familia, mis bienes y mi trabajo como de a lugar”, pero claro en el momento como en todos estos casos no se miden las consecuencias.
    Algo es cierto y pareciera que nadie quiere hablar de ello: tal como los borrachos y narcotizados que manejan a grandes velocidades, como los delincuentes que portan un arma de fuego o un arma blanca, lo hacen a conciencia y miles de familias ya se han dado cuenta que estos están dispuestos totalmente a usar esos medios para matar a quien se le cruce adelante, aunque no roben algo y solo por gusto como hemos visto las ejecuciones de jóvenes por la espalda.
    De allí los entonces “cacos” con arma en mano son potenciales asesinos porque están dispuestos a matar a cualquiera, y vaya que lo han venido haciendo estos años.
    En algunas sociedades como la de los paises que la actual Administración Nacional intenta copiar, una persona que entra ilegalmente a una propiedad y amenaza de muerte a otra tiene los derechos que a esas acciones le corresponden pero jamas están por sobre los derechos de sus víctimas.
    Sería bueno, solo como ejercicio práctico, que algún Funcionario, Legislador o Juez vaya a Estados Unidos, Rusia o China, se compre un arma tan solo de juguete y se pasee por la vía pública con ella en la mano, a ver que pasa con sus derechos humanos.
    Lo más triste de todo, es que esta violencia doméstica está lejos de terminar, y la historia prueba que antes de concluir tiende a recrudecer.
    Necesitamos anticiparnos y pensar con claridad mientras podemos hacerlo, hacer un ejecicio de paciencia para cuando esas cosas nos ocurran a cada uno de nosotros no nos gane ira.
    Y sí, tenemos que tener miedo porque el miedo nos mantiene alertas; allá afuera y en esos momentos esta cada uno solo con su Alma.

    • Excelente la nota, y excelentes las reflexiones de este comentario que da un pantallazo del porqué la gente esta harta y reacciona como reacciona.
      Solo hay que ver las estadísticas.
      También hay quienes dicen que “perdemos todos” cuando en realidad solo pierden las victimas mientras que los delincuentes son tomados por la prensa como estrellas de la farándula, presentados en programas de tv y les regalan los micrófonos para victimizarse frente a quienes azorados tenemos que vivir encerrados en nuestras casas.
      ¿Acaso alguien se olvida del motochorro que arma en mano asalto al turista?.
      ¿Acaso alguien se olvida de la madre que dijo estar orgullosa que si hijo robara?.

    • Muy bueno el artículo que junto con la editorial de hace algunos días hablan DE LO QUE HAY QUE HABLAR sin pelos en la lengua.
      El autor de este comentario, el Sr. Sofía, siempre tuvo una línea clara de conducta por la defensa de la vida, hablaba ya de ecología cuando todos se burlaban de “los verdes”, hizo los primeros estudios serios en Santa Cruz sobre contaminación urbana y su impacto en la salud de la población.
      No me voy a olvidar nunca una serie de artículos gráficos que tituló “preparando la matanza” sobre la desidia de la gente y el gobierno en la matanza de mascotas domésticas.
      Su libro “Paula” es importante para mostrar la otra cara de la forma en que se imparte justicia.
      Bien OPI por dedicarle tiempo a estos temas que son muy sensibles para quienes hemos pasado por estas tragedias.

  10. Coincido parcialmente con el editorial. Entiendo y comprendo al médico, al carnicero, al remisero, etc., pero nunca se puede alentar que la sociedad se arme para defenderse de la delincuencia. Cuando los ciudadanos quieren impartir justicia o enfrentar a los delincuentes, perdemos todos. Lo que se debe hacer es exigir, exigir y exigir a las autoridades que nos protejan. Y he sido víctima de robos y he tenido un arma apuntando mi cabeza.

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