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Tras recibir a Maduro, Francisco abre el diálogo en Venezuela

El papa Francisco pidió perdón por los recientes escándalos en Roma y en el Vaticano
25/10 – 09:20 – El chavismo y la oposición acordaron sentarse a negociar a partir del domingo en isla Margarita; lo anunció el enviado papal a Caracas, después de que se conociera la sorpresiva reunión en el Vaticano

Por: Daniel Lozano
Lo más parecido a un “milagro” papal hizo posible que el chavismo y la oposición, enemigos irreconciliables desde hace 18 años, se reúnan desde el próximo domingo en la isla Margarita para buscar una salida al laberinto nacional, justo cuando en Venezuela no se vislumbran salidas tras los sucesivos bloqueos del gobierno.

Una reunión plenaria en la misma sede que recibió en septiembre al Movimiento de Países No Alineados con la que se pretende marcar el futuro inmediato del país más convulsionado de América latina.

Aunque parezca mentira, “hoy [por ayer] se inició el diálogo nacional” en Venezuela. Así lo anunció el enviado papal a Caracas, monseñor Emil Paul Tscherrig. Fue minutos después de que el Papa recibiera en el Vaticano al presidente Nicolás Maduro en un sorprendente e histórico giro diplomático y en medio de la mayor crisis política, económica y social de la revolución bolivariana.

“Hemos llegado a un acuerdo, el objetivo del diálogo nacional es la búsqueda de acuerdos, la creación de un clima de confianza”, subrayó el nuncio apostólico en la Argentina, el gran triunfador de unas negociaciones a varias bandas. Los otros son los mediadores elegidos por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), con el ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero a la cabeza.

Junto al ex presidente del gobierno español se mantuvieron ayer el ex presidente dominicano Leonel Fernández y el panameño Martín Torrijos, que además visitó anteayer en la prisión militar de Ramo Verde a Leopoldo López, el preso político más emblemático de los más de 100 que permanecen encarcelados.

“Este proceso tiene como objetivo esencial la superación de las coyunturas económicas, sociales, políticas e institucionales, fundamentales para la necesaria convivencia democrática que requiere la sociedad venezolana”, reza el documento firmado por ambas partes.

Otro de los acuerdos iniciales es que ambas partes velarán porque las protestas previstas para esta semana sean pacíficas, en contraste con la represión desplegada ayer contra estudiantes en todo el país, con varios heridos por perdigones. La oposición prepara para mañana la “Toma de Venezuela”, para exigir que se vuelva al camino del referéndum revocatorio, bloqueado por el chavismo en los tribunales.

El inesperado encuentro en Roma arrojó palabras parecidas, nada contemplativas con la deriva revolucionaria. La reunión entre Francisco y Maduro se dio “en el marco de la preocupante situación de crisis política, social y económica que el país está atravesando, y que está teniendo graves repercusiones en la vida cotidiana de la gente”. El Santo Padre busca “crear mayor confianza entre las partes”, explicó el Vaticano en un comunicado.

Para hoy, el Parlamento tiene previsto iniciar el juicio político contra el “hijo de Chávez” por romper el hilo constitucional y por el “golpe de Estado” continuado. Un juicio político que, por cierto, no tiene ninguna posibilidad de prosperar: Hugo Chávez no quiso saber de nada parecido al impeachment estadounidense durante la redacción de la Carta Magna. El resultado de la investigación parlamentaria acabará sobre una mesa del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), el principal ariete bolivariano contra la oposición.

“Son momentos muy tensos para el país, esto es un bálsamo”, celebró Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y uno de los firmantes del acuerdo, el único opositor que participó en la reunión, presidida por el monseñor suizo y por Aldo Giordani, nuncio apostólico en Caracas. En la barricada de enfrente se situaron el ex vicepresidente Elías Jaua, un radical que ve con buenos ojos el diálogo; el alcalde Jorge Rodríguez, uno de los protagonistas del asalto al Parlamento, y el diplomático Roy Chaderton.

“El diálogo no puede ser visto como una estrategia de quienes están en el poder para ganar tiempo, sino como un espacio de lucha”, insistió Torrealba, al tanto de que distintos sectores de la oposición reaccionarían con fiereza contra la minicumbre en Margarita.

Así fue. “A 24 horas del asalto al Parlamento, su comandante es el vocero del régimen para dialogar. Inaceptable”, clamó la ex diputada conservadora María Corina Machado, que reclamó la participación de la OEA.

El gobernador de Miranda, Henrique Capriles, principal defensor de la vía del revocatorio, mostró su malestar inicial tras enterarse del diálogo “a través de la televisión”.

Las reacciones de disgusto también se dieron del lado revolucionario. “Nuestra propuesta política no la vamos a negociar, rechazamos cualquier intervención internacional en los asuntos internos de Venezuela”, arengó el diputado Diosdado Cabello, jefe militar del chavismo, que además justificó la toma violenta de la Asamblea. Cabello, que fue presidente parlamentario, no acude al recinto desde hace meses.

En el entorno de los mediadores se lleva hablando desde hace semanas de un posible adelanto electoral, una medida tomada en otros conflictos. El ex chavista gobernador Henry Falcón mostró ayer su apoyo a esta salida, además de plantear “presión de calle cívica, pero contundente, para alcanzar un entendimiento que permita la transición en paz”. La oposición mantiene todas las protestas programadas. (La Nación)

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