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Inflación de abril: un salto que volvió a afectar el poder de compra de los salarios

El Gobierno estima una inflación entre 12 y 17% para el año que viene
11/05 – 13:00 – Los precios suben más del 9% en el año y pueden complicar la discusión paritaria.

Por: Ismael Bermúdez
Nuevamente las estadísticas marcan una realidad muy diferente a los dichos, las promesas y las expectativas oficiales. Es que, en lugar de la “desinflación” o “desaceleración” de los precios, el 2,6% de abril para Capital y el GBA marca una aceleración inflacionaria. Y en lugar de estar en marcha un proceso de recuperación del poder adquisitivo de la gente, los salarios y las jubilaciones vuelven a perder poder de compra.

También se agravan los ya elevadisimos niveles de indigencia y de pobreza porque los precios de los alimentos, en especial los lácteos y cortes de carne, los medicamentos y los servicios básicos de la vivienda, vienen en alza y siguen subiendo muy por encima de la suba promedio de los precios. Por caso, ya en marzo, las canastas básicas subieron poco más del 3%, por encima del IPC promedio del 2,4%.

En algunas Provincias, la inflación oficial de abril fue incluso mayor, como el 3,2% de Mendoza informado ayer, con un 9,9% en los primeros 4 meses de este año, frente al 9,1% del INDEC. También se descuenta que el IPC de CABA que se conocerá hoy será más bajo pero tanto el de los 4 primeros meses como el interanual ( mayor al 29%) serán superiores a los registrados por el INDEC.

Las principales paritarias, caso empleados de comercio o construcción, cerraron el mes pasado o están negociando sus convenios salariales con alzas del 20 o 21%, en dos tramos, con clausulas gatillo a aplicar en los últimos meses del año.

Con relación a la inflación pasada hay una pérdida salarial en torno de los 7 puntos, de un salario que en 2016 tuvo un achique del poder de compra. Así en lugar de recuperar al menos una parte de la pérdida salarial del año pasado, los salarios siguen corriendo por detrás a la inflación, que vuelve a adelantarse al movimiento de los salarios. La “clausula gatillo” no corrige esta distorsión porque al no ser retroactiva consolida la pérdida salarial. En tanto, los jubilados tienen que esperar hasta septiembre para recibir un nuevo ajuste en sus haberes.

A su vez, quienes aún no renovaron sus paritarias, están enfrentando con salarios de fines del año pasado, precios en promedio entre 9,1% y 9,9% más altos.

En definitiva, las cifras oficiales de inflación realimentan la discusión salarial.

Estos indices y niveles de precios explican la persistente baja del consumo masivo, agravado por la atracción de las altas tasas de interés para el segmento de los que cuenta con capacidad de ahorro. La caída de las ventas no está llevando a una moderación del alza de los precios porque convive con un incremento de los costos de producción y comercialización, entre otras razones por el encarecimiento del crédito. (Clarín)

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