20/07 – 10:30 – Será la quinta vez que se presente como candidata en el distrito. Y siempre fue en ascenso. Hoy, la mayoría de las encuestas la da por debajo de lo que sacó su ex jefe de Gabinete en 2015.
Por: Eduardo Paladini
Puede tomarse sólo como un juego matemático o hacer una lectura política. También, claro, se puede combinar ambas ciencias y cada uno sacará la conclusión que le guste. En menos de un mes, Cristina Kirchner se presentará por quinta vez como candidata en la provincia de Buenos Aires. Si las encuestas que se conocen hasta ahora no le erran por mucho, la ex presidenta se encamina a su peor elección en el distrito. Y más: la mayoría de los sondeos la da hoy por debajo de la triste performance de Aníbal Fernández en 2015.
Los defensores de la ex presidenta podrían decir, con certeza, que si gana este año, las cuentas pasarán al archivo.
Cristina parte de una vara altísima. Sus cuatro participaciones en el distrito más grande del país siempre la mostraron en alza. De 2005 a 2011, cada vez que se presentó le fue mejor.
De dónde viene Cristina
Aquella “discusión de peluquería”. En marzo de 2004, menos de un año después de haber asumido la presidencia, Néstor Kirchner ya planeaba la traición a su mentor electoral, el bonaerense Eduardo Duhalde. Un Congreso en el PJ de entonces encontró a las mujeres de ambos peleándose. Aquella discusión fue catalogada por el ocurrente Aníbal F. como una discusión de “alta peluquería”. Las contendientes, Cristina y Chiche, terminaron mano a mano en las urnas.
El 23 de octubre de 2005, en una elección para senadores nacionales como la próxima, y también con el PJ afuera como ahora, la señora de Kirchner barrió a la señora de Duhalde. Fue 45,77% a 20,43%. Cristina superó los 3 millones de votos. Paliza.
Como ya recordó este diario, aquel comicio tuvo otras particularidades. Para diputados, a Cristina la acompañaron sus rivales de hoy Sergio Massa y Graciela Ocaña. Y en la tira para la Cámara baja del PRO estaba una jovencita que hacía sus primeras armas: María Eugenia Vidal. No le alcanzó para entrar.
El debut presidencial. Dos años más tarde, el 28 de octubre de 2007, vendría su primera vez para la Casa Rosada. En dupla con el radical K Julio Cobos, Cristina disfrutaba de la imagen positiva del Gobierno de su marido y de una economía en crecimiento. Eran tiempos en los que Alberto Fernández, jefe de Gabinete, prometía una nueva etapa más institucional. Cristina directamente hablaba de parecerse a Alemania.
En aquel comicio, Fernández de Kirchner mejoró su performance en la Provincia. Poco pero creció. Llegó a 45,91%, con casi 3,3 millones de votos. Como a nivel nacional, segunda quedó Elisa Carrió, con 26,05%; y tercero, Roberto Lavagna, con 13,68%.
El debut en las primarias. La historia es conocida: según el croquis que habían diseñado para perpetuarse en el poder, Néstor Kirchner se encaminaba a repetir por la presidencia en 2011. Como hoy le adjudican a Cristina, partía de un piso alto y tenía un techo bajo. Pero la muerte del ex mandatario sorprendió a todos un año antes y ya no hubo otro Kirchner para alternar.
El 14 de agosto de 2011, en dupla con Amado Boudou, Cristina hizo su debut en las PASO que hoy desprecia y que habían nacido como una respuesta a la debacle electoral de 2009. La dupla de la Alianza Frente para la Victoria plantó un nuevo mojón: pasó los 50 puntos (53,35%) y los 4 millones de votos (4.360.820).
El récord. El resultado de las primarias despejó cualquier duda. Cristina y Boudou ganarían en primera vuelta, algunas semanas después. Sólo se debatía el número y quién quedaría como el mejor de los peores: si Ricardo Alfonsín, por entonces aliado de Francisco de Narváez; si Eduardo Duhalde, emergente de un PJ desgastado; o Hermes Binner, debutante en la pelea grande a los 68 años.
El 23 de octubre de 2011, Cristina se ganaría a sí misma en la Provincia, subiendo a 4,8 millones de voto y 56,43%. La mitad más varios unos extra. Segundo en el distrito y a nivel nacional se ubicaría finalmente Binner. Boudou, canchero, festejaba con campera de cuero.
Detalle estadístico: en ese mismo comicio, Aníbal F. encabezó para senadores nacionales bonaerenses y le ganó a su jefa, con quien iba pegado en la sábana; llegó a 56,78%.
La comparación incómoda
Los antecedentes de los compañeros. Desde que peleó por primera vez a la presidencia, Cristina mostró una obsesión: cómo les iba a sus compañeros del modelo en el mismo distrito. Muchos se escribió sobre su deseo de que Daniel Scioli no sacara para gobernador en la Provincia más votos que ella para la Rosada.
El deseo se cumplió en dos tercios, en las PASO y las generales de 2011. En 2007, en cambio, Scioli-Balestrini sacaron casi 3 puntos más que Cristina en la Provincia.
El ex motonauta, hoy relegado a un invisible quinto lugar en la boleta para diputados, puede tener su mísera revancha. Para las primarias de 2015, Scioli-Zannini obtuvieron 39,69% en la Provincia. Para la general, bajaron a 37,28%. Ese mismo 25 de octubre, Aníbal Fernández y Martín Sabbatella hicieron lo que se calificó como el mayor desastre en la historia del peronismo bonaerense. Perdieron con la sorprendente Vidal.
Tiempos que vuelan: hoy, casi ninguna encuesta le da a Cristina en tierra bonaerense la cifra que sacaron sus ex empleados: 35,28%. (Clarín)
