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La CGT se moviliza a la Plaza de Mayo y el empleo vuelve a estar en debate

La cúpula de la CGT no definió el paro y la marcha se cerró con incidentes
22/08 – 09:30 – Protestará hoy por una eventual reforma laboral y reclamará que no haya más despidos; el Gobierno atribuyó la marcha a “razones políticas” y responderá con un informe que exhibe un crecimiento de 180.000 puestos de trabajo

Por: Nicolás Balinotti
La Plaza de Mayo será hoy la caja de resonancia de un renovado debate sobre el empleo. Se concentrarán allí la CGT , las dos CTA y los principales movimientos sociales para rechazar una eventual reforma laboral y exhortar a defender los puestos de trabajo hasta si es necesario con otro proyecto legislativo que evite despidos, como sucedió en mayo de 2016.

En una cuidada estrategia, la Casa Rosada intentará deslegitimar la protesta sindical con estadísticas oficiales que exhiben un repunte en el mercado laboral: el Ministerio de Trabajo divulgará mañana que hubo un aumento de casi 180.000 empleos registrados netos (privados y públicos) entre julio del año pasado y el actual, según los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). Detrás de las cifras del estudio mensual que proyecta el organismo se encadenan ya 13 meses de un crecimiento que se da en dosis homeopáticas y que dejó de arrojar datos negativos. El desafío será dejar atrás el estado de amesetamiento que aún reconocen en el Gobierno y reducir el 9,2 por ciento de desempleo que registró el Indec en el primer trimestre de este año.

“Las consignas de la marcha de la CGT no coinciden con el diagnóstico del mercado de trabajo, que está mostrando una recuperación. Hay motivos cien por ciento políticos”, dijo ayer a LA NACION el ministro de Trabajo, Jorge Triaca (ver aparte).

La nueva fotografía del empleo y el respaldo que logró el Gobierno en las elecciones primarias de hace nueve días pusieron en duda la marcha de la CGT, lo que derivó en un fuerte debate interno que dejó a la central obrera en una virtual ruptura.

De esta manera, en la Plaza de Mayo se escenificará hoy la división de la CGT. Sin consenso para ejecutar una estrategia común para guiar su vínculo con el Gobierno, habrá muchos gremios de relevancia que le quitarán el hombro a la protesta. Entre ellos, el sector de “los Gordos” (grandes gremios de servicios), cuyo referente es Héctor Daer, uno de los tres jefes.

El músculo más vigoroso de la movilización lo aportarán los sindicatos que comulgan con el moyanismo. Juan Carlos Schmid, el representante del sector en el triunvirato de mando, y el camionero Pablo Moyano fueron los que más insistieron en poner la guardia en alto y trazar un plan de lucha.

El miércoles pasado, tras una tensa reunión de consejo directivo en la que se priorizó mantener en pie la marcha para descomprimir la pelea interna, el ala más combativa de la CGT sumó el respaldo de Carlos Acuña, el hombre de Luis Barrionuevo en la cúpula, y del bastión autodenominado “independiente”, que integran la Uocra y los estatales de UPCN y AySA. Sin embargo, de estos tres gremios marcharían solamente los albañiles de la Uocra, cuyo líder, Gerardo Martínez, había mostrado hace unas semanas cierto alineamiento con la Casa Rosada.

Para evitar que se repitan los incidentes de la marcha del 7 de marzo, la CGT reforzó la seguridad y ubicará el escenario de manera estratégica para evitar “ataques por la retaguardia”, como el que adjudicaron a la izquierda sindical y a infiltrados kirchneristas al cierre de la última protesta. Ese día, una movilización a la Secretaría de Comercio terminó en incidentes porque los jefes de la CGT dilataron la fecha de lo que luego fue el primer paro nacional contra el Gobierno. Hubo silbidos, abucheos y agresiones. El temor a que se repita la violenta tarde del “poné la fecha la puta que te parió” está latente y no se descarta que hoy se vuelva a repetir.

Schmid será el único orador del acto, que está previsto para las 15. Focalizará su discurso en los intentos oficiales de impulsar una reforma laboral y previsional, pero también hará hincapié en el cuidado del empleo y en la necesidad de un movimiento obrero unido y dispuesto a dar pelea.

En la hoja de ruta de la CGT está previsto convocar para el 12 o 14 de septiembre un comité central confederal (el órgano resolutivo) para “profundizar el plan de lucha”, según advirtió Schmid. Del confederal, que será una suerte de cabildo abierto con representantes de todas las regionales, los más duros esperan definir la fecha del segundo paro nacional contra la gestión de Mauricio Macri.

Ese debate, sin embargo, no está hoy maduro e incluso domina la mayoría de los sindicatos que no están de acuerdo en activar otra huelga. Así, la CGT vuelve otra vez a su eterna encrucijada, con dos posturas opuestas: una más combativa y otra más moderada, que apuesta a conservar el diálogo y la negociación con la Casa Rosada hasta después de las elecciones generales del 22 de octubre. (La Nación)

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