La central sindical plantea que con el decreto de subsidio de los sueldos cambió todo. Los empresarios dicen que “no es lógico”.
Por: Carlos Galván
Ya en el arranque de la videoconferencia, hubo un pase de facturas. Héctor Daer, co secretario general de la CGT, le recriminó al ministro de Trabajo, Claudio Moroni, que el DNU que estableció que el Estado se hará cargo de parte de los salarios de los trabajadores del sector privado se hubiera dado a conocer el domingo a la noche, tarde. “Nos enteramos por los diarios”, se quejó el sindicalista. “El Gobierno lo debería haber comunicado junto a los gremios y a los empresarios”, agregó.
Puertas adentro de la CGT, la forma que eligió el Gobierno cayó mal porque en realidad lo del subsidio estatal a los salarios era una iniciativa propia. La otra lectura de dirigentes cegetistas es que la Rosada volvió a dejar al desnudo que no privilegia la relación con Daer.
Moroni contestó en tono diplomático: “No hay animosidad, solo había urgencia en la toma de la decisión”.
El cruce fue durante la videoconferencia que el ministro de Trabajo y su par de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, mantuvieron este martes con la cúpula de la central sindical -Daer, Andrés Rodríguez, Carlos Acuña, José Luis Lingeri y Gerardo Martínez- y el presidente y el vice de la UIA, Miguel Acevedo y Daniel Funes de Rioja.
El tema central de las conversaciones fue el alcance del DNUque estableció que el Estado, en medio de la cuarentena por el coronavirus, pagará el 50% de los trabajadores del sector privado en crisis hasta un tope de $ 33.750. En el caso de un trabajador que gana $ 50.000, el Estado financiará $ 25.000.
Según reconstruyó Clarín, durante la charla Kulfas dijo que el 80% de los trabajadores del sector privado cobrarán sus sueldos con ayuda oficial.
Pero enseguida quedó claro que pese a la asistencia estatal, las diferencias entre gremios y empresarios siguen.
Desde la CGT plantearon que los esquemas de recortes salariales con los que venían avanzando algunos gremios que tienen sus actividades paralizadas ahora deberán ser revisados. “Vamos a ir por el 100% del salario”, dijo un dirigente sindical que participó de la videoconferencia.
En criollo: si antes estaban por aceptar un recorte de entre el 30 y el 40% del salario, ahora que el Estado pondrá la mitad del sueldo quieren cobrar el salario entero porque, entienden, las empresas ya habían admitido que podían pagar más del 50%.
Consultado por Clarín, Funes de Rioja explicó por qué se opone a la pretensión gremial. “No es lógico ni racional. El que se queda en su casa no puede ganar lo mismo que el que trabaja. No es un salario, es una compensación”.
Del lado empresario argumentan además que hay que ver cuánto tiempo se extiende la parálisis en la economía y que tampoco se pueden cerrar acuerdos si no está claro cuándo cubrirá su parte del salario el Estado. “¿Y si da un salario mínimo y no dos como dijeron?”, se preguntaron en una cámara patronal.
De la conversación se vislumbró que del lado patronal los empresarios preferirían que hubiera un acuerdo macro. Desde la CGT le contestaron que no, que deberá ser por convenio colectivo de trabajo. Algunos dirigentes, sin embargo, advertían que quizá los acuerdos no sean por actividad sino directamente por cada empresa.
“Lo que quieren es sacar ventaja. Además del subsidio al salario ya les había rebajado las cargas patronales hasta un 95%”, retrucó un cegetista.
En una teleconferencia prevista para este jueves, la CGT hablará con el ministro de Salud Ginés González García. Buscan una solución para las obras sociales, en crisis por la caída de aportes. (Clarín)