En dos días se inician las tareas de rescate del cargamento del Polar Mist

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    El puerto de Punta Quilla en Puerto Santa Cruz - Foto: OPI Santa Cruz
    07/07 – 13:30 – El remolcador de bandera Vanuatu “C-Sailor” arribará al puerto de Punta Quilla para iniciar desde allí la tarea de rescate del oro hundido en el pesquero chileno. Así lo confirmaron a OPI extraoficialmente, fuentes empresarias que tienen intereses en las labores de rescate del barco que naufragó el 16 de enero de este año con 9,5 toneladas de oro y plata a bordo.

    De acuerdo a fuentes altamente confiables de esta Agencia, se sabe que el día 9 de julio partirá desde el puerto de Punta Quilla, el buque remolcador de bandera Vanuatu “C-Sailor” con destino al cuadrante marino donde en las fases 1 y 2 del operativo, fue localizado el pesquero chileno Polar Mist hundido con un cargamento de 9,5 toneladas de oro y plata proveniente de los yacimientos Cerro Vanguardia y Triton de Santa Cruz.

    La información que nos fue suministrada extraoficialmente da cuenta que el barco extranjero llegará a Santa Cruz procedente de Punta Arenas (Chile) con la finalidad de cargar tubos de gas Elio y un contendor con elementos propios para el trabajo de a bordo.

    Allí también embarcará personal de Prefectura Naval Argentina, una parte de la dotación de buzos especializados provenientes de Buenos Aires y el remolcador completará la misma con buzos procedente de Punta Arenas (CH), para cuyo objetivo se han iniciado trámites ante la delegación Nacional de Migraciones en Río Gallegos que le exige a la Agencia Marítima Ultramar Argentina S.A. las especificaciones de la dotación de buzos que embarcarán en Chile.

    Nuestras fuentes además señalaron que una vez ubicado y reflotada la carga, existe la posibilidad de que se lo declare como “mercadería en tránsito”. En este caso, una vez arribado al puerto de Punta Quilla (Santa Cruz), el material sería verificado por personal de Aduana y se despacharía con destino a Punta Arenas (Chile); esto sería lo más conveniente para la empresa dado que en caso contrario la carga tendría que ingresar a ese puerto por importación lo que generaría mayor demora y trámite aduanero, de acuerdo a lo que disponga el Juzgado Federal de Río Gallegos que es quien lleva la causa.

    Recordemos que el Polar Mist era un pesquero chileno que transportaba oro y plata proveniente de las minas de Santa Cruz, hacia el puerto de Punta Arenas para comercializar en Europa. Sin el embargo en plena navegación, por problemas que se adjudican a las malas condiciones climáticas, el barco fue abandonado por su tripulación la cual fue rescatada por la marina y posteriormente se hundió el 16 de enero de este año.

    A partir de allí se abrieron enormes suspicacias alrededor del naufragio, alimentadas estas hipótesis a partir de la falta de información oficial, tanto por parte de las empresas involucradas como por parte del gobierno provincial.

    Testimonio

    El timonel Enrique Hollub sostuvo ante El Mercurio de Chile que la nave presentaba falencias en las escotillas y el ancla, lo que, sumado al intenso temporal que enfrentaron, precipitó la tragedia. De acuerdo a las manifestaciones realizadas al diario chileno el Polar Mist no estaba en condiciones de navegar. “Nunca debió haber zarpado de Punta Arenas” con destino a Argentina para recoger la carga”, señaló Enrique Hollub. Él es uno de los tripulantes chilenos que se salvaron del naufragio en el Atlántico Sur.

    El tripulante, quien ahora trabaja en una barcaza de la Enap, sostiene que en Punta Arenas se les hicieron objeciones a las escotillas y al ancla del Polar Mist, pero igual zarpó hacia el puerto de Punta Quilla, en Santa Cruz.

    El accidente se ha prestado para múltiples interpretaciones, expresó El Mercurio, por ejemplo, que fue accidental para que otros se robaran el oro hundido; pero Hollub sostuvo que la tozudez del capitán para salir a navegar pese al mal tiempo provocó el desastre.

    Noche fatídica

    Hollub cuenta que zarparon el 15 de enero desde Punta Quilla con el cargamento y debían llegar el 16 en la noche a Punta Arenas. Pudieron y debieron quedarse en el puerto Punta Quilla (Santa Cruz), porque las condiciones climáticas serían adversas, pero el capitán del buque, el chileno Patricio Olivares, optó por zarpar. “El cable del ancla era insuficiente para mantenerse fondeado en el puerto. El ancla nunca agarró y el capitán pensó navegar cerca de la costa, pese al fuerte temporal”, recuerda Hollub, tal como describe El Mercurio.

    Llegó la noche y la situación era caótica. Sólo tenían un foco halógeno sobre el puente de mando para alumbrar hacia proa y ver hacia delante para esquivar las olas de 8 a 10 metros de altura. “Queríamos llegar a Punta Delgada (Estrecho de Magallanes), pero a la velocidad que íbamos nos quedaban cuatro horas de navegación y como a las dos de la mañana cambiaba la corriente y debíamos enfrentarla en contra” remarcó el marinero.

    A las seis de la mañana hallaron una pequeña bahía para capear el temporal, pero “el capitán volvió a salir. A las 8 de la mañana la situación fue insostenible y se pidió ayuda”. Minutos después, el agua entró por la popa y reventó las escotillas. El buque se inundó y debieron activar las bombas para “achicar” (sacar el agua). “Estuvimos 20 minutos en el agua, hasta que apareció un helicóptero argentino para rescatarnos. Fue peligroso, porque el motor de la nave seguía funcionando y nos pudo succionar”, recuerda Hollub.

    Opinión calificada

    Enrique Hollub tiene trece años de experiencia como timonel y conoce a la perfección el riesgo de navegar por los mares australes. Por ello, prefiere no especular sobre las sospechas que generó el hundimiento del Polar Mist con su valiosa carga dorada.

    En Punta Arenas fue contratado en enero para el segundo viaje del buque. Ya en diciembre, el Polar Mist había realizado un periplo transportando oro desde Punta Quilla. Al regresar a Punta Arenas fue revisado por la Armada y se pidió cambiar escotillas, ancla y mejorar las escaleras.

    El gobernador marítimo de Punta Arenas, capitán de navío Erwin Miranda, sostiene que el buque estaba en condiciones de navegar, porque de lo contrario no habría salido de Punta Arenas, ni menos la autoridad argentina habría dado el pase desde Punta Quilla.

    Sí advierte que hay una investigación sumaria en curso. Pese a que la nave se hundió en aguas argentinas, es un buque chileno y por tanto hay que establecer qué ocurrió y cómo ocurrió en ese país. (Agencia OPI Santa Cruz)

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