Fracasó el combate contra las gaviotas. Los rifles de gas comprimido no son eficaces

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    28/09 – 10:00 – Lo dijimos en dos oportunidades, en sendas notas donde asesoramos gratuitamente y sin costos para la provincia, lejos del facturado por el Centro Nacional Patagónico (CENPAT) en su apuesta científica, que la eliminación de gaviotas picadoras, por medio de disparos de rifles de aire o gas comprimido, era una misión imposible. Entre martes y miércoles se inició la prueba piloto y como era de esperar: no resultó. Hablamos de las características del ave, y de la inconveniencia del arma y de la balística. También dijimos que se corría el riesgo de herir e invalidar aves y no matarlas. Así fue; y esta vez, no lo decimos nosotros. (Por: Rubén Lasagno)

    (OPI Chubut) – El diario Jornada de Chubut titular “En su primer día, el rifle sanitario contra las gaviotas fue un fracaso” y agrega “los resultados, tras la primera experiencia no fueron satisfactorios: no se mató a ningún ave con los rifles de aire comprimido. Según pudo saber este diario, “las gaviotas recibían el impacto del aire comprimido y caían al agua, pero luego de unos segundos seguían su curso y escapaban sin mostrar signos de algún daño”.

    “Se trata de una prueba para evitar que las gaviotas lastimen a las ballenas en las costas del Golfo Nuevo, lo cual podría causar que los cetáceos, un recurso turístico fundamental, dejen de venir a Chubut. Ayer los tiradores lograron hacer blanco en muchas aves pero comprobaron que el balinazo no las golpea con la suficiente fuerza como para causarle un daño mortal”.

    Nuestra primera nota sobre el tema data del mes de agosto de 2012, sin embargo, horas antes de que se implementara este operativo piloto, ante la inminencia del operativo, decíamos lo siguiente:

    No somos científicos del Centro Nacional Patagónico (CENPAT), entidad científica encargada de monitorear el fenómeno y aconsejar el remedio, pero sí tenemos ciertos conocimientos prácticos que, sin pretender contrarrestar ensayos científicos en la materia, ponen en duda – de antemano – la practicidad del método. Analicemos:

    La gaviota, en sus diferentes subgrupos, es un ave que oscila entre los 30 y 80 cms (de pico a cola), lo cual no se trata de un “ave chica”, precisamente, posee un espeso plumaje, muy compacto, que los “blinda” del agua, para retener el calor corporal y es precisamente, ese sistema de plumas tan compacta, lo que no le permite sumergirse ni levantar vuelo de una superficie lisa, sin ayuda del viento. A esto hay que agregarle las alas duras y compactas que posee. Es decir que, para vencer la resistencia de este “verdadero chaleco antibala” que tiene la gaviota, hace falta un proyectil el cual, primero, penetre con gran inercia la coraza de plumas; segundo que agreda al animal con la suficiente fuerza como para producirle la muerte. Si se tiene en cuenta otros factores como la distancia, el viento, el movimiento de una embarcación y las condiciones del tirador, para hacer efectivo el derribo de una gaviota, al menos se necesita un arma de fuego en bajo calibre, para lo cual el único disponible es el afamado 22LR.

    El diario Jornada, prosigue con su artículo sobre la prueba piloto fallida y destaca:

    “Si bien las primeras pruebas se dieron mediante disparos realizados con un arma tipo aire comprimido, cargada con gas y balines de 5.5 milímetros, los resultados no fueron los esperados” y concluye “Según fuentes de Prefectura Naval Argentina, fue un error que los tiradores usen rifles con una presión de 120 kilos, insuficiente para un impacto mortal. Por eso las gaviotas caían al agua pero se levantaban y escapaban del lugar sin lastimaduras. Hasta se habló de la falta de tiradores preparados para darle a un blanco móvil desde un buque”.

    Sobre el particular, nosotros, habíamos adelantado lo siguiente:

    De acuerdo al gobierno provincial, se utilizarán rifles de gas comprimido para derribar los animales que se posen sobre las ballenas. Si bien la primera observación que podríamos hacer es el impacto negativo que tendrá sobre el catáceo, la presencia de personas disparando sobre su lomo, nos vamos a detener en las cualidades de las “armas” elegidas para producir estos derribos.

    Aún teniendo en cuenta que se utilicen armas de gas comprimido (poseen una cápsula de gas que es el impulsor del proyectil) y suponiendo que se opte por las de primera línea en el mercado como: Umarex Hammerli 850 Airmagnum Cal 5,5 Aleman, Gamo Shadow, Crosman RepeatAir 1077, Gamo Hunter IGT, etc. En calibre 5,5 mm (el más pesado) hay que tener en cuenta que la velocidad de disparo en la salida del cañón van desde los 190m/s (metros por segundos) a los 305 m/s.

    Esto equivale a que si se usa el denominado “balín” de copa o esférico, no tendrá un rango efectivo más allá de los 40 metros, dependiendo de las condiciones meteorológicas, especialmente el viento.

    Al ser de muy baja velocidad (si bien es pequeño y ofrece poca resistencia al aire) la desviación en vuelo es un tema omnipresente y un impacto más allá del rango efectivo del rifle, lo hace absolutamente inútil para el propósito. De hecho, cualquiera que tenga gran experiencia en disparos de estas características, coincidirá que vencer la resistencia del plumaje de una gaviota y matarla (dos acciones en el mismo intento, que requieren de doble de energía para: traspasar y matar) es difícil, por lo tanto, estaríamos ante el problema de sembrar de animales heridos y mutilados, el entorno de las ballenas, por ejemplo, o que vuelen a la costa y permanezcan allí heridas o muertas mucho después..

    En las armas a gas, si bien se indica que no sucede tal como se refiere, existe siempre una pérdida proporcional de potencia, a medida que el dispositivo que contiene el gas se va agotando. Esto influye en la calidad y la eficacia del tiro, haciendo al arma cada vez más inútil.

    Comparativamente, es mucho más estable un arma neumática (aire comprimido), asistida por un émbolo que comprime aire a presión, pues en el mercado hay rifles como el Aire Comprimido Hatsan Mod 125 Th cuya velocidad en boca es de 375m/s; tiene la poco práctica virtud del proceso de recarga (a mano). Al no depender de un depósito agotable del elemento impulsor, los tiros son más estables y parejos, al menos para lograr efectividad (dudosa) en esta complicada práctica que intentan implementar en Chubut.

    Conclusión: no se observa la practicidad del método y si se puede ver que no hay convencimiento en que los resultados sean buenos. Si a esto le agregamos que se utilizan muchos fondos públicos (los cuales no se informan) para este tipo de emprendimiento de dudoso éxito y además, no se tiene idea de cuánto tiempo se deberá implementar la tarea, porque sus ejecutores hablan de “probar este año” (faltan 6 meses) para continuar el año que viene y delinear allí las conclusiones para trazar el plan definitivo (¿?), nos hace pensar que esto, aún, no ha comenzado y ya está agotado.

    Una reflexión

    No quiero ser reiterativo ni sarcástico en mis consideraciones, pero me llama poderosamente la atención que el gobierno de la provincia de Chubut, esté afectando recursos a una actividad que está catalogada de “científica” y busca por el lado del absurdo, la eliminación del problema.

    Si realmente se trata de un estudio científico y serio, con pretensiones de lograr un objetivo integral, se deben adecuar los métodos y en forma preliminar, abocarse seriamente al estudio del fenómeno. Como un hecho de este tipo, responde a una causalidad, no se puede partir de un diagnóstico errado, porque se obtendrá una evaluación incorrecta y se aplicarán métodos equivocados. Así pasó en esta oportunidad.

    Es de esperar que quienes estén abocados a esta tarea, tengan la responsabilidad y la ética de saber reconocer, si no pueden con la empresa encomendada. Generar este tipo de improvisaciones y pretender rodear al hecho de un halo cientificista, cuando, gran parte de la evaluación inicial del problema, es solo una cuestión de conocimiento práctico y mera observación, es confundir a quienes reciben el mensaje, o perseguir otros fines, que no está muy claro cuáles son, porque tampoco se sabe cuáles son los fondos asignados al programa, qué tiempo se encuentra estipulado y quiénes cobran para realizarlo. (Agencia OPI Chubut)

    1 COMENTARIO

    1. tanto las ballenas como las gaviotas son hermosas y dignos de ser admiradas. Es una crueldad dispararle a las gaviotas, dejándolas heridas y sufriendo… el ser humano se cree dueño de la naturaleza… para quien practica la matanza de animales, el futuro les depara un pesado karma, con desgracias familiares, separaciones, tristeza, enfermedades dolor y sufrimiento… es la “ley del retorno”… se cosecha lo que se siembra…

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