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Confirmarían al juez Lijo al frente del caso contra Boudou

Denuncian un operativo para apartar al juez Lijo - Foto: La Nación
30/05 – 09:00 – La Sala I de la Cámara Federal analizaba dar por válidos, por dos votos contra uno, testimonios que complican al vicepresidente.

Por Hernán Cappiello
La justicia federal analizaba ayer confirmar la validez de los testimonios prestados por integrantes de la familia Ciccone que complican al vicepresidente Amado Boudou en la causa en que está acusado de intentar, a través de supuestos allegados suyos, quedarse con la imprenta encargada de hacer billetes.

Esta decisión que analiza la Sala I de la Cámara Federal implica además confirmar al juez federal Ariel Lijo al frente del expediente, por los votos de dos de los jueces del tribunal, contra uno que impulsa la salida del magistrado.

El fallo, no obstante, no se firmará de inmediato, sino en al menos 10 días, cuando uno de los camaristas regrese de un congreso en el exterior.

El asunto -que no pasaría de un mero trámite procesal donde debía tratarse la nulidad de un testimonio- cobró trascendencia luego de que las diputadas nacionales de Unión Pro Laura Alonso y Patricia Bullrich denunciaron que estaba en marcha una maniobra para apartar al juez Lijo del caso que complica a Boudou.

Las legisladoras fueron mas allá y dijeron que se pretendía hacer con Lijo lo que ya se hizo con el fiscal Carlos Rívolo, apartado del caso tras allanar el departamento del vicepresidente; con el juez Daniel Rafecas, apartado de la causa tras intercambiar mensajes de texto con allegados a la defensa de Boudou, y con el anterior procurador Esteban Righi, que renunció luego de que Boudou denunció en el Senado que traficaba influencias.

La denuncia de las legisladoras se basaba en que los jueces de la Sala I de la Cámara Federal, Eduardo Freiler, Eduardo Farah y Jorge Ballestero, estudiaban apartar al juez Lijo del caso Ciccone.

Es que el juez les tomó declaración en la causa a Nicolás Ciccone, uno de los fundadores de la empresa, y a Guillermo Renwick, su yerno, como testigos. Ellos dijeron que vieron a Boudou cuando buscaban una figura influyente que los ayudara a conseguir un plan de pagos para las deudas impositivas de su empresa y que el vicepresidente derivó el asunto en su socio y amigo José María Núñez Carmona, que terminó pidiéndoles el 70% de la empresa, supuestamente en nombre del vicepresidente, a cambio de salvarla.

Pero el fiscal Jorge Di Lello entendió que Ciccone y Renwick deben ser imputados y no testigos, porque argumentó que negociaron pagos para cerrar ese acuerdo que luego denunciaron. No obstante esta opinión, cuando el juez Lijo preguntó, la fiscalía dijo que los testimonios eran válidos.

La defensa de Boudou pidió al juez Lijo que declare nulos esos testimonios. Pero el magistrado rechazó esa pretensión. El abogado de Boudou Diego Pirota apeló ante la Cámara Federal.

El juez Farah fue el primero que definió su postura: apartar al juez Lijo y anular los testimonios. Este voto es el que alarmó a las legisladoras, que salieron a denunciar que el futuro de Lijo en la causa corría peligro.

Ayer, los dos jueces restantes del tribunal, Freiler y Ballestero, conversaron informalmente sobre el asunto y sentaron posiciones que aún no se transformaron en un voto formal. Analizaban, según dijeron a LA NACION fuentes judiciales, confirmar la validez de los testimonios.

Dieron instrucciones para que una secretaria del tribunal se aboque a la elaboración de sus posturas en este sentido. De confirmar la validez de los testimonios, va de suyo que no hace falta aclarar que no hay razones para apartar a Lijo del expediente.

Ayer se especuló que el fallo podía conocerse en horas, pero uno de los camaristas tiene previsto un viaje la semana próxima al extranjero para participar de un congreso jurídico, por lo que la resolución recién podría firmarse en el acuerdo que los jueces tendrán dentro de dos semanas.

Lijo, en tanto, avanzó con citaciones a prestar declaración a varios testigos. Su idea es terminar de procesar la prueba después del Mundial de fútbol y la feria judicial de invierno, para poder llamar a Boudou a prestar declaración indagatoria antes de fin de año.

Eso, siempre y cuando no prospere en tribunales superiores algún otro recurso de la defensa del vicepresidente que lo haga cambiar de planes.

Una llamada sugestiva

Roberto Aybar Domínguez, allegado a Boudou, habría llamado a teléfonos de The Old Fund, la firma controlante de la ex Ciccone, y a Alejandro Vandenbroele, su director, según fuentes del caso. Está citado a declarar como testigo, porque además es apoderado del departamento de Boudou en Puerto Madero. Ayer, Aybar Domínguez dijo a la agencia oficial Télam que no conoce a Vandenbroele, que no habló con él ni con The Old Fund. Enfatizó que se trata “de una campaña mediática para perjudicarme y dañar al vicepresidente de la República”. (La Nación)

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