05/08 – 09:40 – El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, dejó entrever que no habrá modificaciones en el tributo que es resistido por todas las centrales obreras, incluso por las oficialistas.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, dejó entrever que no habrá modificaciones en el impuesto a las ganancias que es resistido por todas las centrales obreras, incluso por las oficialistas.
“No ha habido ninguna variación”, señaló esta mañana el ministro coordinador en declaraciones vertidas durante su habitual conferencia de prensa. “Los trabajadores que no estaban alcanzados por el impuesto en el último cuatrimestre de 2013, tampoco estarán alcanzados en 2014”, reiteró.
Se mostró así acorde con la actitud que mantiene hace tiempo, concretamente desde la última reunión que realizaron en conjunto con la CGT alidada, liderada por Antonio Caló, en la que el Gobierno cerró la puerta a aceptar una suba del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, al menos de manera urgente, como reclama el sindicalismo.
El argumento de la CGT oficial es que con los últimos aumentos salariales cada vez son más los trabajadores afectados por la carga impositiva. Y sostiene que las subas de los sueldos fueron absorbidas por el tributo.
Por otro lado, manifestó que existen iniciativas en el ámbito del Congreso [que refieren a este tema] y que presentan múltiples inconsistencias. “Si queremos objetivamente generar políticas públicas, tenemos que tener recursos que se obtienen de la recaudación impositiva. Lo que se debate es si determinados niveles de ingreso deben o no pagar un impuesto. Es un debate de carácter filosófico”, dijo.
“Algunos protestan porque tienen que pagar impuestos, pero hay hermanos nuestros que necesitan de esa solidaridad que se le da al que más lo necesita. Hay que tener un debate muy claro porque si no pareciera ser que todos tenemos el mismo grado en la discusión”, concluyó.
La puja de las centrales obreras
En las últimas semanas, tanto la CGT y la CTA alineadas con el Gobierno, como la CGT de Hugo Moyano y la CTA de Pablo Micheli -enfrentadas a la Casa Rosada- coincidieron con el reclamo de exigir una rápida rebaja en la carga impositiva de los sueldos.
De hecho, el camionero Moyano y el estatal Micheli, al que se suma Luis Barrionuevo (Gastronómicos) y Gerónimo “Momo” Venegas (peones rurales), anunciaron una huelga, aunque sin fecha. La postergación se debió, entre otros factores, al agravamiento de la crisis de la deuda y las presiones financieras del exterior sobre el gobierno de Cristina Kirchner. (La Nación)
