25/08 – 10:30 – En notas anteriores habíamos analizado la posibilidad de que la situación financiera nacional, retrasara o suspendiera el ingreso de capitales chinos al país. Pero a la inestable situación económico/financiera, se sumó la inestabilidad jurídica y el doble estándar que tiene el gobierno, desconociendo fallos en el exterior y esto, junto con el default, espanta capitales y pone en alerta a China, sobre posibles incumplimientos argentinos, en caso de litigio.
Entre una serie de condiciones que puso el gobierno Chino para que nuestro país pueda acceder al crédito de casi 5 mil millones de dólares para la construcción de las represas sobre el río Santa Cruz, está la de no tener juicios pendientes, honrar las deudas internacionales, llevarse bien con el FMI y la de acatar los fallos internacionales. Nada de esto hace el gobierno y los Chinos, entonces, dejaron de avanzar con el proyecto de financiamiento.
Hoy aparece un largo artículo en el diario La Nación, que explica minuciosamente los problemas que la situación financiera y económica, pero también judicial (fondos buitres) pueden acarrearle a la Argentina, en su relación con China y particularmente cómo pueden impactar en el financiamiento de las represas Cóndor Cliff-La Barrancosa (Kirchner/Cépernic), si el gobierno entra en default.
Cabe destacar que el propio gobernador Peralta hace un mes atrás concluyó, en unas de sus declaraciones, que si el país entraba en default corría riesgo la entrada de capitales para el proyecto hidroeléctrico. Hoy este pronóstico se confirma.
La Nación expresa, entre otros conceptos, que si el país tiene bonos en default o causas judiciales pendientes, parece imposible acceder a los préstamos.
En el anexo 1, en el artículo 7° de acuerdo – prosigue la Nación – con el título de declaraciones, compromisos y casos de incumplimiento, luego de decir que no se espera que existan incumplimentos, se aclara que “ningún otro evento o circunstancia se encuentra pendiente que constituya (o que con previa notificación, o vencimiento del plazo o de cualquier otro modo constituiría) un incumpliento en virtud de cualquier otro acuerdo, obligación, contrato o instrumento ejecutado luego del 6 de enero de 2002 que obligue a la Argentina“.
Pareciera así, que cualquier default, por parcial que sea, sería un “default cruzado” e impediría usar los fondos de los chinos. La idea de librarse de la jurisdicción de Nueva York recurriendo al gobierno de China parece que no les gusta ni siquiera a los propios chinos, explica el diario.
Está claro que el incumplimiento al fallo del Juez Griessa comienza a espantar a los capitales extranjeros que, en el caso chino, temen que ante un conflicto de intereses, Argentina no cumpla y desconozca jurisdicción internacional, desobedeciendo sentencias. En otros términos, los Chino advierten que Argentina “no tiene palabra” ni “honra sus compromisos”.
Entre las obligaciones que asume el país, que son condición fundamental para que estos capitales se viabilicen, figuran las siguientes condiciones que resume La Nación al pie de su artículo:
La Argentina renuncia a su inmunidad y acepta el sometimiento a tribunales extranjeros para juicios y para arbitrajes.
Para avanzar con el acuerdo con el gobierno chino, el país además se obliga a no tener ningún incumplimiento en materia de deudas soberanas.
El Gobierno también se compromete a ser un “miembro en buenas condiciones del FMI”.
La Argentina deberá “inmediatamente” informar, con un máximo de cinco días hábiles “de cualquier litigio, demanda, investigación o arbitraje” que afecte al país. (Agencia OPI Santa Cruz)