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El Gobierno abrió el debate sobre una ampliación del número de la Corte

La Corte Suprema de Justicia - Foto:
15/10 – 09:30 – El secretario de Justicia, Julián Álvarez, sorprendió al deslizar esa posibilidad ante las bajas del tribunal; Capitanich lo contradijo y dijo que el Gobierno cubrirá la vacante que deje Zaffaroni, en un mensaje indirecto para Lorenzetti.

Por: Mariana Verón
Inesperadamente, desde un sector del Gobierno dejaron abierto ayer el debate para ampliar la cantidad de miembros de la Corte Suprema de Justicia, a contramano de la posición de la propia Cristina Kirchner que, en 2006, como senadora, impulsó y logró que el Congreso redujera a cinco los ministros del máximo tribunal.

El secretario de Justicia, Julián Álvarez, sorprendió con la revelación de que se podría rever el número de jueces que integran la Corte y consideró que con siete magistrados había funcionado bien durante este último tiempo. Sin ser tajante y aunque no fue un anuncio oficial, el funcionario expresó que el año próximo, a partir de la renuncia de Raúl Zaffaroni, que se concretará cuando cumpla el 7 de enero los 75 años, podría “revisarse la composición”. Sumado a la muerte, el domingo pasado, de Enrique Petracchi, el máximo órgano jurídico quedará con cuatro integrantes.

“Se abre una discusión. La Corte nunca tuvo cinco miembros. Se puede completar una vacante [por la de Zaffaroni] o revisar cuál es el número que conforma toda la Corte”, aseguró Álvarez durante una entrevista, anteanoche, con el programa Conferencia de Prensa, que se emite por CN23.

Pero ayer por la mañana, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, optó por el camino contrario y confirmó que el Gobierno se regirá por la actual ley, que establece que el máximo tribunal quedará conformado por cinco miembros. De esa manera, ratificó que la Casa Rosada promoverá un reemplazo para Zaffaroni.

La declaración de Capitanich fue más bien una respuesta encubierta al presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, que había dicho que el órgano podría seguir funcionando normalmente con cuatro miembros. La declaración había pasado inadvertida en la despedida final de Petracchi, pero en la Casa Rosada tomaron nota como una muestra de poder de Lorenzetti, que consolidará su influencia con un tribunal reducido.

Apenas se abrió la posibilidad de una vacante, la oposición se manifestó en contra de que el Gobierno logre designar, previo acuerdo del Senado, un juez que reemplace a Zaffaroni en el último año de mandato de Cristina Kirchner. Menos está dispuesta a dar el debate para ampliar el número. El senador radical Ernesto Sanz anticipó que su partido no avalará en la Cámara alta que el Gobierno nombre otro juez. “No acompañaremos ninguna postulación que vaya en ese sentido”, planteó.

Más allá del debate que ya copó la escena pública, en Balcarce 50 le bajaban el tono a las declaraciones de Julián Álvarez y recordaban que fue la Presidenta la que propició la reducción. “Elegimos la fórmula que rigió la Corte Suprema de Justicia durante casi 100 años. No hay por qué despreciar las buenas cosas del pasado”, había sido la justificación de Cristina en 2006, cuando anunció el cambio ante un grupo de periodistas.

Por la tarde, allegados al secretario de Justicia aclararon que el Gobierno como tal “no está pensando en cambiar la integración” y que el funcionario sólo había planteado lo que podría ser un futuro debate dependiendo de cómo termine funcionando ahora la Corte con cinco miembros.

Funcionarios con acceso a los temas judiciales confiaron que no está en agenda el debate del número de ministros del máximo tribunal y agregaron que sería difícil para Cristina Kirchner modificar lo que fue su propio proyecto de reducción.

Además, de concretarse la ampliación, el kirchnerismo perdería una de sus históricas banderas: haber terminado con la mayoría automática que instauró el ex presidente Carlos Menem cuando amplió la Corte a nueve integrantes.

De llevarla a siete miembros, el oficialismo se quedaría con cinco nombramientos desde que emprendió la renovación (que pretendía terminar con la política menemista). Lorenzetti y Elena Highton de Nolasco llegaron al cargo a instancias del Gobierno; la Casa Rosada nombraría ahora a quien reemplace a Zaffaroni más otros dos postulantes que llegarían de ampliarse el cupo. Sólo Carlos Fayt y Juan Carlos Maqueda estaban cuando Néstor y Cristina Kirchner llegaron al poder. Ellos también designaron a Carmen Argibay, que murió en junio pasado. Si eventualmente se agregara una nueva vacante ante la avanzada edad de Fayt, de 96 años, el Gobierno sumaría otro nombramiento más y se quedaría con seis. “No hay voluntad política de emprender ese tipo de cambio”, agregó un integrante del Gabinete.

Seguro, sí, habrá una propuesta para reemplazar a Zaffaroni. Deberá ser una figura de consenso con la oposición. El requisito establecido por Kirchner cuando se autolimitó en sus funciones mediante el decreto 222 de 2003 establece que cualquier nuevo integrante de la Corte deberá contar con la aprobación de los dos tercios del Senado, cifra a la que el oficialismo por sí sólo no llega, y menos en un contexto de recambio electoral. (La Nación)

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