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25/11 – 18:00 – No se trata de defender al Juez Bonadío ni mucho menos, se trata de señalar la forma compulsiva que tiene el kirchnerismo, para blindar a la presidenta de cualquier cosa que consideren “agraviante” hacia su persona, aún cuando esté dirigido a sus intereses personales, sus empresas y negocios sospechados de corrupción, algo que, en todo caso, debiera defender Cristina, Máximo o Florencia y no el gobierno de manera institucional. (Por: Rubén Lasagno)

El caso de Hotesur SA es paradigmático. Conocida la noticia y luego de la actuación del juez, una horda de comentadores pagos del gobierno salieron a replicar todo tipo de amenazas y descalificaciones. Sin embargo, lo más fuerte de todo es ver cómo a través de los canales gubernamentales, se volcó una operación a favor de una empresa privada, como si Hotesur SA no perteneciera a la presidenta, sino al propio Estado; algo así como si se tratara de YPF, Enarsa o algunas de las tantas empresas sospechadas de corrupción.

Usando la cuenta de la Casa Rosada en las redes sociales (@casarosada) o la Agencia Oficial Télam, ni qué hablar del Ministro de Justicia, diputados, senadores ultra K , los medios ultrapagos como Página 12, 6,7,8 por el Canal del Estado y hasta la sucursal del ISIS en Argentina, me refiero a Luis Delía, levantaron una muralla de palabrerío, justificaciones y amenazas alrededor de quienes mencionaban la empresa trucha de la familia presidencial, tratando de salvar lo que se pueda, tanto de la mandataria, como de su hijo Máximo, que quiere arrancar en política y ya lo tapan las acusaciones de corrupción y desmanejos.

Solo falta que a Hotesur le creen una página bajo el dominio www.hotesur.gov.ar, total, ya está más que claro que la empresa trucha que convalidó el negocio de lavado de dinero entre Lázaro y Kirchner, es parte del Estado argentino, al menos así nos lo hace sentir CFK y sus grupo de tareas.

Es una vergüenza que todo un batallón de justificadores natos, hayan tenido que salir en manada a gritar por Cristina; a decir lo que la presidenta no puede decir, a justificar lo obvio, lo irregular, lo ilícito. Pero esos mismos deberán acostumbrarse que cuando pierdan el poder, ya no tendrán sus gritos, la misma resonancia que tienen hoy, cuando aún conservan la impunidad que nos enrostra día a día, un gobierno inerte y atravesado por acciones ilícita que lo desbordan, ante una sociedad adormecida que solo reacciona cuando la sangre llega al río y los bolsillos flacos alertan que ya la cosa, no va más. (Agencia OPI Santa Cruz)