15/06 – 09:20 – El actual gobernador se impuso por 20 puntos: 53% contra 33% del senador oficialista, que había recibido el apoyo de la Presidenta; Odarda obtuvo 10% y Massaccesi, apenas 3%.
Por: Gustavo Ybarra
El gobernador Alberto Weretilneck (Juntos Somos Río Negro) obtuvo ayer su reelección al frente de esta provincia, al derrotar por amplio margen al principal candidato opositor de la provincia, el jefe de los senadores nacionales kirchneristas, Miguel Pichetto (Frente para la Victoria).
La derrota impacta de lleno en la Casa Rosada, que apoyó con sus mejores figuras a Pichetto durante el tramo final de la campaña. Hace un mes, Cristina Kirchner encabezó un acto en la vecina ciudad de General Roca en el que le levantó el brazo del senador y lo caracterizó como “el futuro gobernador de Río Negro”.
Al cierre de esta edición, Weretilneck, acompañado en la fórmula por su actual vicegobernador, Pedro Pesatti, obtenía el 53,3% de los votos, con el 75% escrutado. El senador Pichetto, en tanto, sumaba 33,2%. Lejos se ubicaban la senadora nacional Magdalena Odarda (Frente Progresista), con el 10,3%, y el dos veces gobernador de esta provincia Horacio Massaccesi (UCR), que apenas superaba el 3%.
El conflicto de los productores frutícolas, que mantuvieron durante diez días cortadas rutas y puentes en el Alto Valle, es una de las causas que explican el duro revés del kirchnerismo. Asfixiados por la política económica de Axel Kicillof (dólar bajo, aumento de insumos y de costos laborales por inflación, entre otros factores), los chacareros apuntan sus pedidos de auxilio a la Casa Rosada.
“El resultado está a la vista, hay una tendencia irreversible a favor del gobernador y yo tengo que reconocer el resultado”, afirmó con hidalguía Pichetto poco después de las 20.15 desde su comando de campaña, ubicado en Viedma. En ese momento, los cómputos oficiales apenas si llegaban al 3% de las mesas escrutadas.
En simultáneo a la admisión de la derrota por parte del senador, en el Círculo Italiano de Cipolletti, 600 kilómetros al oeste de la capital provincial, los seguidores de Weretilneck estallaban en gritos y aplausos.
No obstante, el mandatario demoró más de una hora su aparición para dar su discurso de triunfo, a la espera de una cantidad de votos escrutados más importante. En diálogo con LA NACION, Weretilneck adjudicó su triunfo al modelo de disciplina fiscal que adoptó al frente de la provincia. “Hoy tengo garantizado el día a día, las prestaciones de todos los servicios y derechos básicos de la población”, afirmó. Este escenario se vio favorecido por el fondo petrolero del que dispone, producto de la renegociación de la concesión a Petrobras.
Weretilneck destacó que su primer mandato, que vence en diciembre, “fue un proceso de transición”, tras lo cual aseguró que ahora “viene la etapa de consolidación para convertir a Río Negro en protagonista”.
Tras apostar por Sergio Massa en 2013, luego de que el entonces intendente de Tigre venciera al kirchnerismo en suelo bonaerense, Weretilneck comenzó un paulatino alejamiento que terminó de cristalizarse este año. El gobernador justificó su decisión en el hecho de que la heterogeneidad de su frente político lo obligó a dejar de lado cualquier tipo de alineamiento a nivel nacional (ver aparte).
Ésta es la segunda vez que Pichetto fracasa en su intento de ser gobernador de su provincia adoptiva (nació en Banfield). En 2007 perdió a manos de un radical, Miguel Sáiz, que le sacó provecho a la Concertación Plural de Néstor Kirchner y se quedó con el respaldo del Gobierno. Ayer, el senador le puso final a sus aspiraciones a comandar la provincia. “No voy a ser más candidato a gobernador”, afirmó.
La visita de la jefa del Estado estuvo revestida de cierta tensión ante la posibilidad de que los productores frutícolas la entorpecieran. Al final, no hubo escándalo, pero los chacareros, que en ese momento manifestaban al costado de las rutas, no fueron recibidos por Cristina.
“Nosotros no queremos felpudos, acá perdió el representante del gobierno nacional”, afirmó Gerónimo Venegas, secretario general del gremio de los peones rurales, que se acercó ayer hasta Cipolletti para acompañar a Weretilneck. (La Nación)
