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Macri festejó con cautela el segundo lugar y los 31 puntos de Cambiemos

Macri festejó con cautela el segundo lugar y los 31 puntos de Cambiemos
10/08 – 14:00 – El frente que lidera anoche quedaba a una distancia de seis puntos del FVP y se ubicaba como la principal fuerza opositora; se reforzó el mensaje conjunto.

Por: Jaime Rosemberg
Sin globos amarillos, ni bailes desenfrenados, ni abrazos interminables, ni Tan Biónica sonando por los parlantes, Mauricio Macri festejó anoche sin desbordes ni euforia el triunfo de Pro en la interna de Cambiemos, y el segundo lugar del espacio que conformó con Ernesto Sanz y Elisa Carrió, que anoche quedaba a menos de diez puntos del Frente para la Victoria de Daniel Scioli.

“Estamos felices. Se consolida una alternativa de cambio en la Argentina”, dijo el líder de Pro pasadas las 23, cuando los datos oficiales lo acercaban al número deseado, los 30 puntos en total, que lo dejaban como candidato opositor más votado en las PASO, y en posición expectante para las generales del 25 de octubre.

A su lado, en el escenario del complejo Costa Salguero, estaba su compañera de fórmula, Gabriela Michetti, pero también estaban Sanz y Carrió, a quienes derrotó de manera contundente en las internas de Cambiemos. A la medianoche, escrutado el 39,06 por ciento de los votos, Macri obtenía el 25% de los votos totales, muy lejos del titular del Comité Nacional de la UCR, que reunía el 3,8% de los sufragios, y de Elisa Carrió, que terminaba con alrededor del 2,5 de los votos porcentuales. En total, 31,3 por ciento de los votos.

“Sabemos cómo volver a hacer crecer la Argentina, cómo combatir la pobreza, cómo lograr una educación de calidad y desarrollar nuestro país en forma equilibrada”, dijo Macri con tono de candidato presidencial, un rato antes de marcar sus diferencias con el kirchnerismo. “No creo en los liderazgos mesiánicos, creo en los equipos, eso les propongo a los argentinos”, afirmó, sin nombrar a la presidenta Cristina Kirchner ni a su contendiente Scioli.

Sanz y Carrió le devolvieron gentilezas mientras ocultaban su propio desencanto por el resultado personal. “Nadie más va a ir por todo en el país, le hemos devuelto el equilibrio a la democracia, en octubre le devolveremos la alternancia”, dijo un Sanz enfervorizado. “Ha sido derrotado el oficialismo, hay ballottage”, gritó Carrió.

Tres semanas después del discurso en el mismo espacio en el que rescató las “cosas que el Gobierno hizo bien”, Macri se sintió obligado a aclarar los tantos. “Si después de tantos años en política no cambiara una sola idea, sería muy triste”, sostuvo el líder de Pro, y de inmediato continuó con el pedido a quienes no lo votaron, que serán cruciales en octubre.

Elogió “el rol del peronismo en nuestra historia y sus banderas históricas”, como la justicia social, la salud pública, un guiño inequívoco a muchos de los votantes de Sergio Massa y su frente UNA, que terminó tercero, también a unos diez puntos, pero de Cambiemos. También las del liberalismo y el socialismo. “Juntos nos vamos a encargar de trabajar para combatir la pobreza en el país”, prometió. Las apelaciones a la continuidad de Cambiemos fueron una constante repetida que tendrá, a partir de hoy, nuevos capítulos (ver aparte).

Durante toda la jornada, los temores y quejas sobre las irregularidades en la votación, sobre todo en territorio bonaerense, fueron una constante repetida hasta el cansancio por voceros y los propios ministros y dirigentes porteños, que pasaron toda la jornada en el conurbano ayudando a la fiscalización. Laura Alonso y Patricia Bullrich, por caso, fueron de las que más anomalías denunciaron a través de las redes sociales (ver página 11). “Ya empezó el robo de boletas, pero nuestros fiscales están bien preparados”, dijo Macri en su encuentro con la prensa, poco después de emitir su voto en la escuela Wenceslao Ponce, de Barrio Norte, cerca de las 11.

“Éste es un sistema que complica al votante más que facilitarlo”, agregó Marcos Peña en el primer encuentro de dirigentes de Pro con la prensa. Ya en aquel momento comenzaron las muestras públicas de unidad con los aliados: Maximiliano Ferraro, uno de los dirigentes más cercanos a Carrió, participó de la conferencia de prensa conjunta.

Lo mismo repitieron los siguientes oradores: Jorge Macri, Federico Salvai, Horacio Rodríguez Larreta y Mariana Zuvic, de la CC-ARI. El jefe de gabinete incluso habló de “diez mil denuncias” de irregularidades, pero afirmó que se harían efectivas recién a partir de hoy. También puertas adentro, la militancia Pro reconocía falencias en la fiscalización, un punto a mejorar para la presidencial. “Vamos a ser más fuertes en octubre”, dijo Macri.

En los pasillos, y ante una derrota que ya se preveía, los dirigentes intentaban ver el lado bueno al asunto. “Siempre dijimos que iba a haber una diferencia de diez puntos. Y el oficialismo no cuenta los votos de Sanz y Carrió”, decía un funcionario, intentando mantener la calma en las largas horas sin datos concretos.

Puertas adentro de la sala VIP crecía la posibilidad de arañar el objetivo: los treinta puntos, sumando las tres fuerzas. Durante la tediosa espera analizaban los datos que llegaban Peña, Miguel De Godoy, Emilio Monzó y otros dirigentes destacados, como Nicolás Caputo y el gurú ecuatoriano Jaime Durán Barba, con bajísimo perfil y sin mostrarse ante casi nadie, pero otra vez en la mesa chica de dirigentes cercanos a Macri. (La Nación)

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