28/09 – 09:00 – Recibió una extensión del swap por US$ 2000 millones a fines de agosto, que ya empezó a usar; busca moderar el impacto por el pago del Boden.
Por: Javier Blanco
El Banco Central agotó la totalidad del swap que había pactado el año pasado con su par de China, un préstamo basado en el intercambio de monedas de los dos países por el equivalente a unos 11.000 millones de dólares. Por eso, pidió y obtuvo en los últimos días de agosto un refuerzo equivalente a otros 2000 millones de dólares, que ya empezó a usar para evitar que el nivel contable de las reservas perfore los US$ 33.000 millones.
De cualquier modo, la atención del mercado ya está puesta sobre la posición neta de reservas, dado que ese indicador es el que permite inferir la capacidad de pago y el poder de fuego para defender el valor del peso que tiene la entidad. La información fue confirmada a LA NACION por fuentes oficiales y privadas, que detallaron que la gestión oficial incluyó el envío de funcionarios del Banco Central a China, que lograron destrabar el nuevo ingreso de divisas y acordar la renovación del acuerdo, aunque no en los términos imaginados por los funcionarios. El préstamo tiene su primer vencimiento el mes próximo.
La intención oficial era captar un ingreso extra de divisas equivalente a entre 6000 y 7000 millones de dólares, de modo que el cada vez más inminente pago del Boden 15 (vence el 3 del mes próximo, cuando hay que pagar unos 6500 millones de dólares) no modifique la tenencia bruta de reservas declarada por la entidad.
“Eso ya está en uso”, admitieron fuentes oficiales a LA NACION. “El acuerdo en realidad no es por un monto en particular, sino por el equivalente al 30% de las reservas brutas. Como la tenencia total ya estaba cayendo al haberse contabilizado el total de la línea, lo que nos hubiera obligado a un ajuste en el número, se solicitó ese refuerzo, que fue concedido y ya está en uso”, explicaron.
La novedad comenzaba a ser descontada por analistas y operadores del mercado. “Puede inferirse que el swap de yuanes está prácticamente agotado. La tenencia de monedas por fuera de los derechos especiales de giro (moneda del FMI), que era de apenas US$ 12,5 millones en agosto del año pasado, ya había trepado a US$ 10.273 en agosto de este año”, indicó en un reciente informe la consultora Delphos Investment.
“Del swap quedaría muy poco por utilizar”, coincidió Management & Fit Consultora. “Esta línea de crédito ya estaría agotada”, coincidía el economista Federico Muñoz.Las citas muestran que el mercado no tenía certeza aún de que ese financiamiento ya se había consumido, lo que se hizo más difícil de notar por el ingreso de un refuerzo del que no se informó oficialmente hasta ahora.
Lo concreto es que, de esta manera, del total de reservas brutas por US$ 33.338 millones que declaró el viernes el BCRA, unos US$ 10.800 millones ya corresponderían al swap chino: US$ 10.500 de la asistencia original -que redujo su monto total en 5% por la reciente devaluación del yuan- y el resto, provenientes del nuevo refuerzo.
Otros US$ 2000 millones corresponden a pagos de la deuda pública que quedaron congelados en cuentas de Nación Fideicomisos por decisión del juez estadounidense Thomas Griesa (y por lo mismo aún se consideran parte de las reservas) y unos US$ 1400 millones más obtenidos por operaciones de corto plazo efectuadas con bonos capturados recientemente de Sedesa, la sociedad mixta que administra la garantía de depósitos bancarios.
Esto hace que los analistas ya consideren la posición neta de divisas realmente disponibles inferior a los US$ 20.000 millones. “Las reservas netas ya rondan los US$ 19.100 millones”, estimó el economista Nicolás Dujovne en su último reporte. Sin embargo, conviene aclarar que esa disponibilidad no es completamente propiedad del BCRA. Unos US$ 7700 millones corresponden a los encajes, es decir, la porción de los depósitos en dólares del sistema local que los bancos tienen en sus cuentas abiertas en el BCRA por cuestiones normativas prudenciales. Hoy esos depósitos rondan los US$ 10.000 millones, pero más de 8300 millones corresponden a ahorristas.
De este modo, la tenencia propia, con la que el Central debería enfrentar el vencimiento del Boden 15 (según lo dispuesto en el presupuesto), es aun menor, lo que explica por sí solo las maniobras a las que recurrió en las últimas semanas el Gobierno para tratar de ajustar el total del vencimiento (que la consultora Ecolatina calculó en US$ 6526 millones) con sus disponibilidades para pagar. De allí la acción coercitiva dispuesta la semana pasada sobre los fondos comunes de inversión (FCI), que habría tenido por objeto generar las condiciones para quedarse legalmente con la porción de cartera que éstos tenían invertida en ese título y bajar así el monto a pagar (habría pagos intraestatales por más de US$ 1000 millones). Eso, a su vez, permitiría limitar la sangría de reservas y la posibilidad de un canje, aunque el ministro Kicillof haya adjudicado esa opción a un pedido “desesperado” de algunos inversores.
El renovado swap con China fue negociado por la anterior conducción del BCRA, encabezada por Juan Carlos Fábrega, a mediados de 2014. Se trató de un anabólico que permitió maquillar la tenencia real de reservas, dado que el mecanismo facilita anotar ingresos contables que apuntan a evitar que la persistente pérdida real de divisas quede a la vista.
De esta manera, la entidad que ahora preside Alejandro Vanoli evitó que la caída en casi US$ 7000 millones que ya muestra en el año la tenencia neta de divisas se refleje en el número contable que reporta a diario y se mantiene estable en el orden de los US$ 33.300 millones desde hace meses, dado que el swap no puede superar el 30% de la tenencia bruta declarada. Si se perforase ese nivel, el ajuste del monto debería ser automático, lo que llevó al BCRA a solicitar el refuerzo de US$ 2000 millones para evitar que suceda. (La Nación)