07/10 – 10:40 – Scioli, Máximo y Aníbal Fernández, solo por poner ejemplos de negativas a debates públicos y hasta de simples declaraciones a la prensa libre, como es el caso del hijo presidencial, se encuentran encerrados en su propio corset discursivos, porque están impedidos de hablar, dado que no pueden sostener ningún argumento por fuera del relato. La mentira del kirchnerismo es una constante y una política de Estado. Scioli que tenía un poco más de cintura, fue acallado por la presidenta desde que se transformó en candidato. Aníbal, enfrenta diariamente los micrófonos para mentir, patoteando a los cronistas de Clarín y la Nación y Máximo no habla porque no tiene nada para decir y menos aún, para proponer. La lista sigue. (Por Rubén Lasagno)
Es una vergüenza que un candidato a presidente como Daniel Scioli, rehúya debatir públicamente con sus pares y es indudable que esta decisión lo deja al gobernador bonaerense en una situación muy desventajosa, especialmente ante el electorado indeciso o independiente. Se aprecia que Scioli es poco solvente en lo argumental, pero menos solvente aún en lo moral. Está convertido prácticamente en una marioneta del kirchnerismo y cumple a rajatabla los preceptos del buen obsecuente. No se aparta del comportamiento sumiso que tenía cuando bajaba la cabeza en público ante los retos que le hacía Néstor Kirchner desde el atril frente a todo el pueblo argentino o cuando la propia presidenta le tiraba palos por elevación y lo miraba en forma despectiva y hasta despreciativa, desde sus cadenas y en los actos de campaña del 2011.
En el caso de Scioli es más evidente aún la restricción que le han impuesto, porque algo que lo caracterizó durante su carrera política, fue su tendencia al diálogo. Está claro que esa obediencia al conductismo K, marcaría una posible gestión suya al frente del país, teniendo por detrás al kirchnerismo sosteniendo el poder para voltearlo en la primera de cambio y permitir que asome el verdadero conductor K, Carlos Zanini, un hombre puesto allí y no por casualidad. Carlotto lo dijo claramente cuando lo catalogó a Scioli de transición y Bonaffini lo reafirmó cuando dijo del gobernador bonaerense, lo que pensaba. Ergo, quien quiera votar para que este “modelo” siga y estemos aún peor en los próximos 4 años, vote a Scioli.
Pero volviendo al tema que nos ocupa, el silencio de Scioli y la negativa a debatir, proviene, básicamente, de que el krichnerismo tiene vedada a sus militantes, las declaraciones espontáneas o ante periodistas que no sean los que responden al relato. Cualquier cosa por fuera de la partitura oficialista, los desestabiliza y los pone al borde del colapso y la esquizofrenia.
Esto mismo pasa con todos y cada uno de los que llevan algún tipo de marca K, sean nacionales o provinciales. Solo un inimputable como Jorge Capitanich o un desbocado como Aníbal Fernández, pueden hacer frente a los micrófonos cada mañana, pero no para hacer declaraciones coherentes sino para sostener mentiras, o como hace el actual jefe de Gabinete, amedrentar a los cronistas que acuden a su puerta y hacer alarde de su inteligencia, para que digan que es el quilmeño más vivo; pero de ahí a dar una respuesta convincente y valorable, está muy lejos.
La propia presidenta, como capitana de todos ellos, jamás enfrentó los micrófonos en una conferencia de prensa abierta. El terror a las preguntas y a las repreguntas la inhabilita para hacer lo correcto, lo más simple, lo normal: dar explicaciones y despejar dudas ante la opinión pública.
Pero la imposibilidad de debatir y hasta de hablar, no es solo patrimonio de los funcionarios y políticos nacionales. Aquí en la provincia sucede lo mismo con los krichneristas. Claro que, a diferencia de Buenos Aires, donde los medios son más variopintos, en Santa Cruz pisan terreno más firme, porque hay una tendencia a la autocensura, solo para no perder prebendas y pauta, hecho que le impide al periodista preguntar lo que le gustaría saber a la opinión pública, sino más bien lo que conviene a él. Con este seguro pago por adelantado, los funcionarios y candidatos enfrentan los micrófonos, casi con la seguridad de que no van a ser incomodados. Si acaso alguien lo hace alguna vez, seguramente nunca más volverán a darles la oportunidad de hablar con ellos.
El hijo presidencial es el ejemplo más pragmático de lo que digo. Máximo se ha ganado sobradamente el mote de “el candidato mudo”, como lo bauticé en su momento, cuando ni siquiera para el lanzamiento de su candidatura habló, en aquel acto del “Café Literario”, armado y organizado para echarlo a rodar en la provincia a pesar de las pretendidas aclaraciones del propio Zannini.
Es impensable que una persona a la que no se le conoce la voz, una opinión coherente, dicha en forma libre, abierta, sin micrófonos pagos y en contacto con la gente, no solo con la militancia, alguien lo vote en esta provincia. Es sorprendente ver como acciona la psique social en estos casos. Desde el aparato de propaganda política han tratado de construir un candidato en base a la nada misma. Es vago, no trabajó nunca, ni posee un título universitario, no ya porque el título lo habilite moralmente a ser candidato, sino porque al menos demostraría que hubo sacrificio y dedicación para lograr una meta en su vida, al menos; y como si todo esto fuera poco, no habla.
Máximo no posee carisma, no tiene complexión a la política, carece de timing para desenvolverse en público, no tiene roce social y solo cuenta con la soberbia heredada de su padre, los millones que le cayeron como maná del cielo y la ventaja de tener a su madre que por cadena nacional lo invita a decir unas palabras y él empuja el micrófono, se pone colorado como un púber y reedita el “me quiero ir” de Lorenzino. Y conste que no lo he desmerecido ni atacado en su inteligencia; estoy haciendo hincapié en aspectos netamente de comportamiento social, hecho fundamental para alguien que quiere dedicarse a la política. Esto involucra la estética de su imagen, su comportamiento, locuacidad, la versatilidad discursiva desde lo argumentativo, la sagacidad para salir de situaciones difíciles, el manejo de las situaciones complejas, las repuestas rápidas y hasta sus modales. Todo ello construye al candidato, además, claro está, de otras condiciones como la humildad, el conocimiento, su trayectoria, sus antecedentes profesionales o laborales, entre otros tantos aspectos que el mismo debe cuidar y exponer ante la sociedad a la que le pide el voto.
Un candidato mudo, necesita una exo-estructura que lo sostenga, que lo apuntale, que haga lo que él no es capaz de hacer ni decir y es por ello que leemos casi a diario “declaraciones de Máximo”, que son construidas en la redacción de un diario o por algún agente de la prensa militante, pero nunca dichas de manera pura, libre y espontánea, en una verdadera conferencia de prensa.
¿Por qué Máximo Kirchner no solo no se prestaría a un debate, sino que ni siquiera daría una conferencia de prensa abierta y general para los medios?, por las mismas razones que no habló en Puerto Deseado. No puede y no sabe qué decir. Esto es muy grave para alguien que quiere ser candidato a algo, pero mucho más grave aún, es que, sabiendo esto y viendo sus limitaciones y su falta de comunicación, la gente lo vote. (Agencia OPI Santa Cruz)
ES LO QUE PIENSO, GRACIAS POR DECIRLO ASI
es una radiografia de lo que es el kirchnerismo que conocemos en santa cruz pensar que algunos no salen del termo no???
Gracias sr Lasagno por rescatar estas ideas tan importantes pero que no se puede leer en otros medios ya que ningún diario de la provincia contiene opinión como lo hace OPI. Estoy en un 100% de acuerdo con Ud y con el excelente editoral de ese medio.Saludos a todos desde Zárate
EL GORDO FOFO NO HABLA POR LA CANTIDAD DE MERCA QUE TIENE ENSIMA JAJA
Quiero creer que los santacruceños no serán tan ignorantes de votar al gordo fuentón de achuras de maxi !!!!
CRISTINA ES LA VERDADERA EVITA. Evita que comas,Evita que te eduquen, Evita que vivas….. !!!!!
La pröxima vez….. Evitä votarla a ella a sus secuaces….y drogadependientes…. Cuidado a los ladrones Ciudadanos….. Con el voto….. Por Favor…..!!!!!
Lo que ocurre con Maximo Kirchner, es que la mayoria de los politicos aunque sea mienten diciendo que van a ayudar al pueblo, pero Maximo lo unico que quiere es mantener el poder que supieron establecer su padre y madre, de ayudar a los pobre ni hablemos…
es muy cierto no pueden hablar jajaja lo que me risa como los cago Peralta a los K los reventó en la Provincia Peralta alcoholizado mentiroso charlatan ladron