La propaganda goebeliana, deja a Scioli más debilitado

03/11 – 11:30 – Goebbels murió sin saber que toda la mentira desplegada en Alemania, a través de su millonaria propaganda nazi, basada en la mentira, la distorsión de la verdad y el ataque al pueblo y a opositores, sería imitada por algunos especímenes de la política tercermundista, 70 años después, pero sin éxito. No pudo el jerarca alemán, pensar que obtusos, patéticos y desesperados politiqueros aferrados al poder que se les termina, harían uso de sus prácticas y principios, sin resultado positivo para sus pretensiones; por el contrario, hoy – a diferencia de aquellos años – la propaganda nefasta y oscura que despliega el FPV, desgasta y mata, la última esperanza del candidato al que quieren salvar para salvarse. (Por Rubén Lasagno)

Cuando los Mercados no acusan el golpe, significa que la estrategia desestabillizadora no está andando bien. Este termómetro es el que tienen en cuenta los analistas políticos, cuando largan campañas sucias o alteran a la población mediante el lanzamiento de señales para sacudirla, alterar y manipular la opinión pública, en uno u otro sentido. A pesar de “la campaña del miedo”, iniciada en el país para derrotar a la oposición en el ballotage, el dólar blue, bajó sustancialmente, en contra de otras épocas, donde la divisa se disparaba y las bolsas temblaban.

La burda campaña sucia que el kirchnerismo ha largado en contra de Mauricio Macri y el PRO en su conjunto, no le funciona a los cerebros alienados de los cultores de la mentira y el engaño que por 12 años han podido sostener una gestión “inflada”, pero vacía de contenido y de fondos, a la cual ya le ven el final y se resisten, largando lo más oscuro y repudiable que tienen entre sus sucias manos, con olor a ilícitos, lavado, sobreprecios, narcotráfico, muertos, desfalco a la administración pública, vaciamiento del Estado, endeudamiento público descomunal y la eyección de la Argentina, del concierto de países normales del mundo.

“Los 12 nuevos centros de radioterapia para tratamiento del cáncer continuarán adelante si Scioli es presidente. Pensá bien tu voto”, escribió en las redes sociales nada menos que el Ministro de Salud de la Nación, Daniel Gollán, que después cobardemente desconoció, acudiendo al argumento más chabacano “me hackearon el Twitter”.

Personalmente, no conozco ni una sola persona a la que en realidad le hayan “hackeado” una cuenta. Todo mentira, como su enunciado, solo que este mal funcionario, además de ser un operador frustrado y estar desesperado por la pérdida del curro, es un cobarde que no se hace cargo de sus actos.

Sería bueno que Gollán, escriba con la misma velocidad, qué fue de los 5 millones de pesos que le dio a Alicia Kirchner, electa gobernadora de Santa Cruz, que a su vez se los regaló a la Fundación trucha Pensar Santa Cruz, con la excusa de donar equipamiento para el hospital de Pico Truncado. Tal vez, cosas como éstas, peligran para Gollán y el FPV, si la mano política cambia en el país; pero no precisamente, peligra la existencia de los 12 centros de radioterapia a los que alude el médico K.

“Porque no quiero perder Tecnópolis, voto a Scioli” cartel sostenido por el personaje animado de Paka Paka o la burda comparación de la economía de Matínez de Hoz con Malconián y Cia, usando descaradamente “Futbol para Todos” (que en realidad es para ellos) y tantas sandeces más que parten de mentes con fecha de vencimiento y que ven al 22 de noviembre como un tope para sus chanchullos, son distribuidos por un aparato de propaganda fascista, que usa dineros públicos y no logra convencer a nadie que de Scioli es lo que dicen que es, como Scioli no puede convencer a nadie que dice las cosas desde su convicción y no para captar, desesperado, el voto de Massa y los indecisos.

La peor performance de esta campaña sucia, fue la disculpa pública de Scioli que llegó 3 años tarde a la familia del tigrense, por la operación criminal que amararon junto con el FPV, enviándole a un hombre de Prefectura a invadir su casa y poner en riesgo a la familia del ex candidato a presidente. Esa disculpa, es un reconocimiento expreso del delito que cometió el gobierno de Scioli y ante la desesperación por conquistar favores, el bonaerense desnudó su alma y sus miserias reconociendo su responsabilidad en el hecho. Una falla más de esta operación sucia, que de tan mal hecha, se le vuelve en contra.

Ni hablar del “82% móvil”, “la eliminación de retenciones” y “la elevación del piso de Ganancias a partir de los 30 mil pesos”, entre otras promesas que no existían en el vocabulario de Scioli hasta un día antes del domingo 25. Es más, el mismo gobernador se cansó de marcar la diferencia con su competidores, sosteniendo que nada de eso era viable. Hoy, parecen ser parte de su “propuesta”, lo cual, claro está, es absolutamente falso y tiene solo un tinte electoralista, visiblemente aferrado a la intención de convencer a todos, de que si no sigue Scioli y Zanini, luego está el abismo.

Desde el PRO ha optado por dejar “que se cocinen en su propia salsa” y no salen a responder las pavadas que el oficialismo no puede sostenerse ni siquiera un minuto después de haberlas dicho. El aparato de propaganda del brasilero Joao Santana, le hace jugar un partido memorable a Scioli, porque si el 22 no gana, será su tumba política; ya nadie va a olvidar en Argentina que este camaleón peronista quien anduvo en su vida política tanto en las flores como en la caca, como “una Bulrich peronizada”, dejó una impronta de mentiras y ataques a una sociedad que necesita pensar en claro para elegir bien y no ser confundida por un ventajero con cara de buen vecino.

Los 11 principios de Goebbels

La actual campaña de difamación y ataque, pergeñada por Joao Santana, Zanini y cumplida al pie de la letra por maquinaria propagandística del FPV, a la que todos ayudamos a sostener a través de los impuestos, se funda invariablemente en los 11 principios establecidos por Joshep Goebbels e invitamos al lector a repasar estos 11 principios, trasladar los mismos a la actualidad y encontrar coincidencias y comparaciones. Es asombroso el resultado que obtendrá.

Principio de simplificación y del enemigo único
Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.

Principio del método de contagio
Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.

Principio de la transposición
Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan.

Principio de la exageración y desfiguración
Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.

Principio de la vulgarización
Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.

Principio de orquestación
La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad”.

Principio de renovación
Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.

Principio de la verosimilitud
Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sonda o de informaciones fragmentarias.

Principio de la silenciación
Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.

Principio de la transfusión
Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.

Principio de la unanimidad
Llegar a convencer a mucha gente de que piensa “como todo el mundo”, creando una falsa impresión de unanimidad.
(Agencia OPI Santa Cruz)