15/12 – 09:40 – Anunció que eliminará las cargas a la exportación y que levantará esta semana el cepo al dólar; dijo que no tolerará “abusos” y que habrá control de las subas.
Por: Mariana Verón
Estaba entre sus viejos conocidos, pero enseguida marcó distancia. Mauricio Macri debutó ayer como Presidente en una cumbre empresarial con una fuerte advertencia sobre el control de precios que ejercerá su gobierno, apenas asumido. A pesar de que les llevó algunos reclamos y varias exigencias, como cuidar los puestos de trabajo, también les dedicó elogios y les regaló la medida que estaban esperando: la eliminación de las retenciones a la exportación de productos industriales.
Así como al pasar, lanzó además que esta misma semana levantará el cepo a la compra de dólares, un anuncio que el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, había postergado momentáneamente ante la falta de reservas en el Banco Central. Con una batería de pedidos, el mandatario compartió ayer el cierre de la 21 Conferencia Anual de la Unión Industrial Argentina (UIA) en el arranque de su primera semana completa al frente de la Casa Rosada.
Hubo reclamos para todos lados. A los empresarios les advirtió que no tolerará “abusos” en los precios y les recordó que aplicará “todos los instrumentos necesarios para corregir” cualquier aumento. “Por más que no tenemos ningún [Guillermo] Moreno ni lo vamos a tener, como Gobierno tenemos los instrumentos necesarios para corregir cualquier abuso que tengamos en términos de precios”, les anunció.
La frase de Macri fue interrumpida por aplausos apenas el Presidente nombró al ex secretario de Comercio Interior y guardián de los precios, en un auditorio que tuvo asistencia perfecta entre los más influyentes empresarios nacionales, desde Paolo Rocca, Luis Pagani o Jorge Brito, que habían dejado de asistir a los encuentros que eran encabezados cada año por la ex presidenta, Cristina Kirchner.
Macri agregó que será “implacable con cualquiera que burle la ley” y citó como eje a aquellos que caigan en la “evasión impositiva y el descuido del medio ambiente”.
Sobre el escenario solo estaba Adrián Kaufmann Brea, presidente de la UIA y anfitrión. El resto de los empresarios se amontonaron como pudieron en la primera fila junto con los ministros del gabinete económico.
El salón estaba repleto. Pero Macri marcó la distancia desde el comienzo. No sólo no invitó a ninguno a compartir su mesa, sino que tampoco se quedó después del discurso para saludar. Con un grupo reducido había tenido un aparte de unos diez minutos, apenas llegó al complejo de Parque Norte, en un VIP austero que le habían preparado para él.
El Presidente recordó su pasado empresarial y, por supuesto, el de su padre, Franco Macri. “Entiendo y comprendo el valor que tiene la construcción de empleo, entiendo lo que vale lograr que una empresa sea sustentable, que una empresa cobije a familias y que les permita proyectarse. Pero también entiendo y conozco quién es quién”, los desafió.
Macri tenía su discurso escrito, pero no lo leyó. Al no haber dado nombres, quedó en un limbo a quién específicamente le estaba hablando. Interpretaciones entre los presentes hubo para todos los gustos.
Macri retomó el tema sobre el cuidado del empleo en por lo menos una media docena de veces. Fue entonces que también le habló a los sindicatos. Estaba presente el jefe de la CGT oficial, Antonio Caló – que en los últimos días dio a entender que no estará de acuerdo con la implementación de paritarias por producción-, con quien todavía no se reunió, aunque sí lo hizo con Hugo Moyano.
“Con estos niveles de ausentismo no somos un país viable”, les apuntó mientras reclamaba “un compromiso en serio” para reducirlo, y les exigió bajar la conflictividad gremial, a la que calificó como “permanente”. Dijo que esas actitudes llevarían al país a “más pobreza y exclusión”.
Cuando promediaba su discurso, llegó finalmente el anuncio, ya conocido y esperado por los empresarios. Tal como lo había hecho por la mañana en la ciudad bonaerense de Pergamino con las retenciones al agro, presentó la eliminación total de ese gravamen para los productos industriales, que tributaban un 5 por ciento.
Asimismo, el mandatario hizo un diagnóstico crítico de la situación macroeconómica que le dejaba el kirchnerismo y se quejó de la “tentación perversa de la inflación” que se dio “o por la negligencia de funcionarios de no atender los problemas en tiempo y forma o por desconocimiento”. Apuntó, además, que las políticas implementadas por el gobierno anterior castigaron “al que quiso exportar”.
El otro gran anuncio llegó sin demasiados detalles, aunque se descuenta que será el tema de debate de los próximos días. Macri le puso plazo a la salida del cepo al dólar, vigente desde 2011. “Esta semana tenemos que encarar otro paso importante en lo que se llama la normalización de nuestra economía, que es salir de lo que fue para mí el fin del fin, que fue el cepo”, sostuvo.
El Presidente, en tanto, evitó brindar especificaciones -tampoco amplió más tarde el ministro Prat- Gay – y sólo explicó que había conseguido un “enorme apoyo mundial a la Argentina”. Entre ellos, Macri destacó la “promesa de cooperación de países y de instituciones financieras”. (La Nación)