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Se postergó otra vez la paritaria docente por diferencias entre la Nación y las provincias

Mejoraron la oferta a los docentes y hoy seguirán las negociaciones
25/02 – 09:30 – La reunión con los gremios pasó para hoy; la Casa Rosada quiere acordar previamente una cifra con los gobernadores para que resuelvan en bloque.

Por: Lucrecia Bullrich
Cuando parecía que la accidentada primera paritaria nacional docente de Mauricio Macri se encaminaba hacia su resolución, la puja con los maestros volvió a quedar estancada y el comienzo de clases, previsto para el lunes, se mantiene incierto.

Las claves del nuevo retraso fueron las dificultades para acercar posiciones en algunas provincias, especialmente Buenos Aires, y la intención del gobierno de Macri de procurar alcanzar un acuerdo con los gobernadores antes de resolver la paritaria nacional, para que luego sí las provincias firmen sus acuerdos individuales.

El Gobierno había citado a los gremios con representación nacional para oficializar la oferta de aumento del salario inicial ayer al mediodía en el Ministerio de Trabajo.

Hubo una primera reunión de poco más de dos horas, y un cuarto intermedio que fue extendiéndose hasta las 22. Media hora antes de que venciera ese último plazo, el reinicio de la negociación pasó para hoy. La negociación bonaerense, que esperaba las novedades de la paritaria nacional, también se retomará hoy.

Aunque la demora pone en riesgo el inicio de clases el lunes, en la Casa Rosada confiaban anoche en alejar ese fantasma con la búsqueda de un esquema que sirva a la provincia de Buenos Aires y a otros distritos que dependen de la Nación para pagar los aumentos.

De hecho, al cierre de esta edición, los ministros de Educación y Trabajo de la Nación, Esteban Bullrich y Jorge Triaca, respectivamente, estaban reunidos en la sede de la cartera laboral nacional con sus pares bonaerenses Alejandro Finocchiaro (Educación), Hernán Lacunza (Economía) y Marcelo Villegas (Trabajo). Del encuentro también participaba Mario Quintana, virtual segundo del jefe de Gabinete, Marcos Peña.

Al filo de las 22, cuando estuvo claro que no habría novedades, los jefes gremiales citados por Bullrich dejaron correr su bronca.

“Lo que está pasando con la paritaria nacional es inédito y poco serio. Si hay paro, va a ser por culpa del Gobierno, se lo están autoproduciendo”, se despachó Sergio Romero, secretario general de UDA, ante LA NACION.

En la misma tesitura, Roberto Baradel, de Suteba, advirtió: “Fue un error grande del Gobierno haber congelado la paritaria durante una semana”.

Es que sólo una vez que la oferta nacional quede oficializada los gremios que intervienen en la paritaria “madre” (Ctera, UDA, Sadop, AMET y CEA) podrán someterlo a la evaluación de las bases y definir si la aceptan.

Aumento en pie

La oferta que Bullrich hizo a los gremios nacionales el martes de la semana pasada nunca estuvo en duda. La propuesta prevé llevar el sueldo del maestro ingresante que trabaja un turno de los $ 6060 actuales a $ 8500 a partir del 1° de julio.

La suba se pagara en dos tramos: $ 7800 a partir de este mes y $ 8500 desde mitad de año. Del total del aumento, la Nación aportará $ 500 a través del Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid). El nuevo salario supone una mejora del 32% si se toma sólo la parte remunerativa y de 40% si se considera en su totalidad.

Esos porcentajes no sólo perforaron el techo de 25% que la Casa Rosada quería imponer a las paritarias. También hicieron estallar a la mayoría de los gobernadores, asfixiados financieramente y sin margen para ofrecer subas semejantes. La presión obligó a Macri a aclarar que las provincias sólo cubrirían hasta el 25% de los aumentos y que la Nación se haría cargo del 15% restante.

Anteayer, de hecho, la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, se reunió con Macri en la quinta de Olivos, justamente para asegurarse la asistencia de la Casa Rosada para poder mejorar la oferta de 24,1% de aumento que los gremios ya rechazaron.

Los números son elocuentes. Cada punto que se ofrece de mejora a los maestros representa para Vidal un desembolso de $ 1000 millones. La brecha entre el 25% al que podría aspirar Vidal y el 32% promedio que ofreció Bullrich implica unos $ 10.000 millones adicionales para una administración que ya debió recurrir al oxígeno nacional para pagar sueldos y aguinaldos.

Hasta anteayer, tanto la Casa Rosada como los gremios confiaban en que Vidal estaba en condiciones de estirarse hasta al menos el 30 por ciento y que, por lo tanto, el acuerdo bonaerense estaba cerca.

Esa expectativa fue diluyéndose ayer con el paso de las horas y la extensión del cuarto intermedio de la reunión en Trabajo, hasta que, pasadas las 21.30, el Gobierno decidió retomar la negociación hoy.

Las excepciones en el incierto mapa nacional son, hasta ahora dos. En Córdoba, el gobierno propuso una suba de 32%, que fue rechazada por los sindicatos. San Luis dispuso un aumento de 40%, que los docentes aceptaron. (La Nación)

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