Ivovich fuera de la CPS. Lo pintan como un “chivo expiatorio” y le preparan otro carguito

31/05 – 16:15 – En el kirchnerismo nada se pierde, todo se recicla. Especialmente aquellos que han sabido sostener a capa y espada el relato, son premiados y nunca dejados de lado. Vean lo que pasó con Varizat , por ejemplo, con Abbona o un Sanfelice, Milagro Sala y tantos otros que engrosan la lista de personajes caídos en desgracia por mano propia, pero sostenidos estoicamente con el relato y los dineros de la provincia. “Ivovich renunció”, dice la comunicación oficial y su abogado lo reduce a un “chivo expiatorio” y lo pone en calidad de “víctima” de las mujeres que “lo golpearon”. En tanto Alicia testea el nuevo cargo para el saliente; nada menos que el Tribunal de Cuentas, ¿Qué menos le puede corresponder, por los servicios prestados?. (Por Rubén Lasagno)

La información oficial dice que Ariel Ivovich, renunció a la presidencia de la Caja de Previsión Social, luego de aquella reacción desmedida del funcionario cuando, estando en la empresa de su hermano Jorge, la emprendieron a golpes contra dos abogadas que habían ido a notificarlo de una medida judicial y tres jubiladas que salieron en defensa de las letradas.

Inmediatamente fue denunciado por violencia de género, agresión, hurto, lesiones etc. También de manera inmediata la policía lo puso a resguardo en el destacamento de Chimen Aike donde permaneció 24 horas, que su abogado Alejandro Baldini ha transformado en una “detención injusta” y lo ha elevado casi a la categoría de “preso político”. Para explicar la situación de Ivovich y “lavar” su imagen pública a fin de poder re-conchabarlo en el gobierno de Alicia Kirchner, utilizaron los medios para-oficiales de la provincia, donde Baldini derramó una serie de apreciaciones que pone al “renunciante” (más bien insostenible funcionario) en la categoría de víctima y no de agresor.

Está claro que la renuncia de Ivovich es una forma de no eyectarlo de la función pública, porque cualquier medida que hubiera tomado el gobierno (una sanción o el despido, como correspondía) hubiera anulado su posibilidad de volver a incorporarse en otro cargo y de acuerdo a las versiones “oficiosas” el ex ministro de Economía y presidente de la CPS, podría recalar en el muy bien remunerado rincón de la militancia K, el Tribunal de Cuenta, donde su amigo Layún deja la vocalía por el Ejecutivo en el organismo de descontrol de la provincia.

Bersanelli en todos los medios para-oficialistas donde dio su testimonio, giró en torno a los mismos argumentos: que el juez Andrade ordenó citar al funcionario en el lugar donde se encontrara, que para llegar a Ivovich, hicieron “inteligencia previa”, que nunca les sacó los teléfonos celulares a las mujeres, que jamás las golpeó, que las lesiones leves constatadas por el médico policial en los brazos de la abogada, fueron “casi imperceptibles” y no descarta iniciar acciones legales en contra de quienes fueron “a agredir” a su defendido, a quien describió como un “chivo expiatorio” y víctima del conflicto político que enfrenta la gobernadora.

Cada respuesta de Bersanelli a los postulados de quien lo entrevistó, tanto en las radios o en los diarios donde se refleja su opinión, es propio de una campaña pública y de medios para exponer los argumentos más convenientes para el gobierno. De hecho, hasta se puede percibir que las preguntas y las respuestas parecen elaboradas por la misma persona. No existe intencionalidad de incomodar ni exigir respuestas comprometidas por parte de quienes se prestan a esta suerte de entrevista ordenada, como forma de remediar el vergonzoso silencio que hizo el propio Ejecutivo en relación a un funcionario de primera línea que tenía (nada más y nada menos) que la presidencia de la Caja de Previsión Social.

Habrá que ver ahora, si Ariel Ivovich, un todo terreno acostumbrado a abrevar en aguas bien remuneradas (Ministerio, YPF, CPS, etc) asume como Vocal en el Tribunal de Cuentas. Todo pareciera que se prepara con ese sentido. Por lo tanto, ya hubo un grupo de manifestantes que, ante esta posibilidad, han concurrido frente al organismo auditor a reclamar por la impunidad en esta ocasión, como en tantos otros hechos sucedidos en Santa Cruz.

¿Qué pasará en el Tribunal de Cuentas si asume Ariel Ivovich y cómo va a reaccionar la gente?, es algo que no tiene una respuesta concreta, pero deja entrever que, de suceder, el gobierno y el propio Ivovich, se comprarán un nuevo problema a los ya existentes. (Agencia OPI Santa Cruz)