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¿Yo o el caos o Yo, el caos?

Fernando Estech
29/06 – 11:00 – La génesis del kirchnerismo no reviste muchos secretos, a esta altura de la historia y cuando tanto comprovincianos desde la década del ´90, hasta el pueblo argentino en su conjunto, desde el 2003 en adelante, percibió y vivió en carne propia la impronta intolerante, autoritaria y absolutista de esta facción política asociada al peronismo, como bien podría haberlo estado asociado a cualquier partido político, sin distinción de raza, credo o ideología. No es casualidad lo que comienza a pasar en el país, es parte de una concepción K del poder. Será responsabilidad de los poderes reales, normales y legalmente constituidos poner orden, impedir el avance de las hordas y colocar tras las rejas a los responsables. Todo lo demás, es funcional a la teoría del caos que impulsa la jefa de la banda, ergo: Cristina Fernández. (Por Rubén Lasagno)

En tiempos de la vieja Roma Tiberio Claudio César Augusto Germánico, oscuro emperador que llegó al poder por descarte y fue toda una simbología de la inutilidad, el atropello, el autoritarismo y el egocentrismo del poder, imprimió el indeleble “Yo, Claudio” y más adelante, cuando las papas quemaban y su poder se vio amenazado, no dudó en instalar la falsa opción “Yo o el caos”.

Bajo esta premisa se han sostenido tiranos, demagogos y oportunistas en todo el mundo, por caso Venezuela. El kirchnerismo, no fue la excepción. Dentro de su dogma hay una síntesis de este pensamiento duro y absolutista, que no permite pensar más que en ellos, o al menos, es lo que intentan.

Si en Argentina no hemos vivido más violencia, es porque el kirchnerismo fue sorprendido en las elecciones del 2015, por cuanto, debido a su miopía política y su irrefrenable capacidad para mirarse el ombligo, no avizoró que la gente estaba harta de tanta inmundicia, corrupción, narco-criminalidad, mentira y violencia en todas sus manifestaciones y por lo tanto, aún sin ser macrista ni massista, puso el voto en la urna de sus oponentes, para expulsarlos del poder.

Esto, lo privó al kirchnerismo de sembrar el caos con la suficiente anticipación, como para infundir el miedo de que, después de ellos, venía el abismo.

“La teoría del caos” políticamente hablando, insiste y se nutre de este principio teórico. Por analogía al principio expresado sencillamente en para Dummies, allí el “efecto mariposa” parte de la idea de que en un sistema caótico, la mínima variación de cualquier condición de cierta inestabilidad (en nuestro caso social y/o política) produce una perturbación inicial que mediante un proceso de amplificación natural, debido a la conexión de los elementos sensibles (en este caso de la sociedad) genera un efecto multiplicador a corto o mediano plazo que aumenta conforme a la interrelación de cada elemento y cada actor, logrando al final, precisamente, desatar consecuencias impensables. La globalización es el ejemplo más claro de este fenómeno en el ámbito de las finanzas, cuando por un efecto sorpresivo sufrido por una gran multinacional o una economía nacional, se desmoronan los mercados del mundo.

En esto se basa la estrategia del kirchnerismo residual pero no muerto. Potencia su rigurosa y natural esencia de “desorganizador y caótico”, para devastar lo establecido y volver sobre las ruinas como salvadores de una Argentina que por 12 años, sufrió la inigualable desintegración económica, social, cultural y patrimonial de su historia.

Es en este marco, que la jefa de la banda, léase Cristina Fernández, atiza a sus cuadros y la Armada de Brancaleone K perturba la vida ciudadana, con el brazo armado de Esteche, los laderos de la delincuente Milagro Sala, D´Elía, Pérsico y mano de obra desocupada reclutada en los “Pabellones Militantes” que salen a la calle armados con palos, encapuchados, sin ninguna consigna clara ni pretensión de trabajo, sino a sembrar la confusión y buscar la victimización de sus prácticas tumberas.

La policía de la ciudad actuó perfectamente bien y lamentablemente los jueces siguen haciéndole precio a quienes nos amenazan y nos golpean, como si la vía pública fuera de los forajidos. Antes que los policías sanaran sus heridas, los delincuentes enmascarados y armados con palos y caños, salían por la otra puerta para reagruparse y planificar un nuevo embate contra la institucionalidad nacional. Sus mentores pergeñan desde las sombras detestables de la política, oscuras acciones para producir el caos; aquí o allá, a ellos no les importa.

Tampoco les importa, a sus organizadores, la vida de los imbéciles que vemos en la primera fila de choque, mientras les ordenan “pararse bien”, como burdo ejército de malvivientes que se creen bajados de Sierra Maestra y son viles cobardes y vagos que merecen estar en la cárcel pagando sus fechorías. Quienes los mandan, sueñan con tener un “Kosteki y Santillán”, obra cúlmine que sueñan lograr, para hacer desbarrancar a Macri o a quien ocupe el lugar que ellos quieren para sí. Ni a CFK, ni a Parrilli, ni a Scioli o Zanini ni a ninguno de ellos, les importa la vida de algunos de estos otros. Solo miden el resultado final.

En ese marco, Cristina Fernández, pretendió dar una imagen centrada y modereadora, desde la tribuna paga que armó en Banfield. Pero eso es solo una máscara. Es el juego del bueno y el malo. Mientras sus aláteres agitan las aguas en las calles, mandan a la mano de obra barata a plantar el caos, ella resurge vestida de blanco para sobreponerse a todo y explicarle a la gente que ante el caos, solo está ella.

Personalmente, creo que la frase exacta que define a Cristina Fernández hoy y al kirchnerismo en su conjunto no es “yo o el caos” sino “yo, el caos”. (Agencia OPI Santa Cruz)

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10 COMENTARIOS

  1. No olvidar que el ladero de perón (cámpora) que duró sólo 40 días en el poder (ya que se ríen de chupete que duró 2 años) a minutos de ser presidente lo primero que hicieron fue soltar a “sus presos políticos” (guerrilleros), literalmente abrieron las cárceles y salió de todo, guerrilla, violines, asesinos por condenas comunes,etc,etc,; y no olvidar al finado cafiero cuando después del tiroteo en la quinta de san vicente a manos del petiso “madonna quiroz” en vez de horrorizarse dijo: y qué,mató a alguien?? enojado con el periodismo que “se atrevía a condenar” aquel acto de barbarie…no sólo en la génesis del kirchnerato está la violencia, les viene genéticamente como ramificación que son del peor cáncer que le salió al país hace ya 62 años.-

    P:D: estos apellidos no merecen ser escritos con mayúsculas.-

  2. Fe de erratas.- Quiso decir Sierra Maestra.- Sierra Leona (si es que todavía se llama así) es un país independiente, a ver si nos trae algún problema diplomático.- El acto fue en Arsenal no en Banfield.- Ha sido un humilde aporte a un excelente editorial.- Saludos cordiales Rubén.-

  3. es facil disuadirlos de que no hagan manifestaciones SIMPLEMENTE CUANDO COMIENZAN A JUNTARSE HAY QUE TIRAR PALAS Y PICOS Y SALEN CORRIENDO PUES PIEQUETEAR SI PERO LABURAR NO

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