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La oposición sube la apuesta y lanza un ultimátum a Maduro, que se niega a ceder

La represión y las muertes no frenan las protestas en Venezuela
18/07 – 11:00 – Tras el plebiscito, ofreció iniciar un diálogo si el gobierno retrocede con la Constituyente; puso en marcha un plan de lucha que incluye un paro cívico este jueves y un gobierno y una Corte paralelos

Por: Daniel Lozano
Nicolás Maduro compareció ayer para rechazar el ultimátum de la oposición, lanzado horas antes con el respaldo de más de 7.600.000 votos, alcanzados con el desafío histórico de anteayer. Un ultimátum que también vino acompañado de una mano tendida para la negociación, con propuestas transparentes “que contribuyan a la solución de esta tragedia”, como adelantó Freddy Guevara, vicepresidente del Parlamento.

El “hijo de Chávez” no dio ni un paso atrás, todo lo contrario: “El domingo 30 de julio en Venezuela habrá un milagro, el milagro de la asamblea nacional Constituyente”. El primer mandatario fue incluso más allá y desoyó el llamado a la “hora cero” de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), al afirmar que el resto de campaña debe ser para que los candidatos sean bien conocidos. Como si nada hubiera pasado, como si la consulta popular convocada el domingo para que los venezolanos se pronunciaran sobre la Constituyente se hubiera llevado a cabo en otro país.

Sus palabras no sorprendieron a la oposición, preparada para dar respuesta. La MUD se mostró decidida a emprender la primera parte de la escalada final de las protestas esta misma semana, con la convocatoria a un paro cívico nacional de 24 horas para el jueves.

Además mañana se daría el primer paso para la conformación de un gobierno de unión nacional y el viernes se confirmaría a los nuevos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), en lo que supone la creación de un Ejecutivo y de una Corte paralelos. Estos jueces sustituirían a los que fueron designados de forma ilegal en diciembre de 2015, los mismos que se han convertido en el martillo revolucionario contra el Parlamento y contra Luisa Ortega, la fiscal rebelde.

“El pueblo ha dado un mandato concreto, el pueblo entero lo demanda. Todo el país reclama un cambio”, adelantó Guevara, mano derecha del preso político Leopoldo López. La Asamblea Nacional recibirá hoy el acta con los resultados definitivos y ultimará el proceso para la elección de los jueces, que se realizará el viernes. Mañana también convocarán al pueblo a que asista a los 2020 puntos soberanos donde votaron ayer para conformar 2020 comités de la “hora cero”.

“Avanzar a troche y moche hacia una Constituyente que evidentemente rechaza la mayoría de la población es un error incluso para el chavismo”, destacó Luis Vicente León, presidente de Datanálisis.

El vicepresidente del Parlamento destacó que los 7.600.000 votos de ayer se alcanzaron en sólo dos semanas, sin recursos, con obstáculos de todo tipo, con amenazas contra empleados públicos y beneficiados de programas sociales, con amedrentamiento, más la censura a los medios y la detención de dirigentes y voluntarios.

La primera limitación fueron los 2020 centros habilitados, frente a los 14.000 de los que dispone el Consejo Nacional Electoral (CNE). Los detalles de la gesta dan, como poco, para una novela. Los ciudadanos donaron comida para el almuerzo de los testigos, otros regalaban sus lapiceras para firmar, incluso se llegó a poner la rúbrica en el dorso de los cuadernos electorales.

Para evitar que los radicales chavistas lo destruyeran, se vieron obligados a esconder el material electoral en camiones de pollos, con el riesgo añadido de los habituales saqueos de estos vehículos provocados por la escasez de alimentos.

La cifra final de votantes se acerca a los apoyos obtenidos por la oposición en las parlamentarias de 2015, incluso estarían muy cerca de los que se hubieran necesitado para revocar a Maduro si el gobierno no hubiera suspendido el referéndum de forma arbitraria.

“Si la MUD logró movilizar millones de votantes es porque tiene una estructura organizada y una unidad política lista para gobernar”, concluyó el analista Roberto Giusti.

Más allá de los números, la consulta popular supuso un contundente martillazo contra el proceso Constituyente, que hoy exhibe grietas evidentes cuando sólo faltan 12 días para sus comicios. Una buena parte de ese resquebrajamiento lo ha provocado la rebelión del llamado chavismo crítico, que ponderó los resultados del domingo. “Lo que más claro quedó hoy ante el mundo es que Venezuela no quiere Constituyente”, resumió el general retirado Miguel Rodríguez Torres, que fue ministro de Interior con Maduro.

Sus palabras, así como el voto positivo a la primera pregunta del diputado chavista Germán Ferrer, marido de Ortega, ocasionaron la respuesta de Iris Varela, candidata a la asamblea Constituyente y muy cercana a Maduro. La ex ministra acusó de asesinato al militar y de corrupción al parlamentario.

“Es mentira que aquí va a haber un gobierno de transición”, aclaró el radical Diosdado Cabello, al frente de una ofensiva gubernamental que intentó taponar los cráteres abiertos por la marea democrática del domingo. (La Nación)

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