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Turbulencia para Bachelet: renuncia su equipo económico


– 10:30 – Fue por las diferencias con la presidenta por un proyecto minero; es la primera vez desde el retorno de la democracia que un gobierno sufre dos cambios en ese ministerio

Por: Federico Grünewald
Es la primera vez en 27 años desde el retorno de la democracia en Chile que un gobierno cambia a un ministro de Hacienda, y en dos oportunidades. Rodrigo Valdés, el jefe de las finanzas fiscales que reemplazó en 2015 a Alberto Arenas, renunció ayer a su cargo luego de haberse enfrentado públicamente con Michelle Bachelet por el rechazo a Dominga, un proyecto minero portuario que se emplazaría cerca de la reserva nacional Pingüino de Humboldt, en la comuna de La Higuera, y que hasta 2010 tuvo la participación del candidato presidencial Sebastián Piñera.

Se sumó a la dimisión de Valdés la del jefe de Economía, Luis Felipe Céspedes, que se apartó de la votación del Comité de Ministros que se opuso al proyecto argumentando que no le dieron el tiempo suficiente para decidir. Los dos fueron reemplazados en una ceremonia de cambio de gabinete, el noveno del segundo mandato de Bachelet.

Tras votar divididos (3-2 y la abstención de Céspedes), fue el ministro del Medio Ambiente, Marcelo Mena, quien comunicó el rechazo a Dominga. Las críticas por la decisión, que fue calificada como “política” y “anticrecimiento”, llegaron desde los gremios empresariales y desde el interior del oficialismo, incluidos Valdés y Céspedes, que habían votado a favor. El lunes, el ex jefe de Hacienda salió a declarar que “algunos no tienen el crecimiento dentro de las prioridades más altas y les cuesta a veces tener una compatibilización de eso con otros objetivos, que son importantes también”.

Al día siguiente, Bachelet respondió así: “Necesitamos que el crecimiento vaya de la mano con el cuidado del medio ambiente (?), hay gente que cree que si uno se preocupa por el medio ambiente, la economía no va a poder seguir creciendo. Y sí se puede, sólo que hay que ponerse otros anteojos [Valdés usa anteojos]. Es decir, miremos esto de otra manera (?), es una exigencia de la ciudadanía y queremos que sea un sello del gobierno”.

El equipo económico leyó los mensajes como una desautorización de parte de la jefa del Estado a Valdés y como un respaldo cerrado a Mena, y profundizó su quiebre hasta llegar ayer a las renuncias.

Valdés se reunió temprano con ella, por segundo día consecutivo, y después de una hora intentando salvar la crisis, ella se retiró a una actividad y él fue al ministerio, donde luego leyó una declaración: “Hay una serie de consideraciones que impiden que pueda continuar cumpliendo mi rol como ministro de Hacienda. Las razones específicas quedan en el seno de las conversaciones que he sostenido con la presidenta”.

Poco antes de la renuncia, Bachelet reafirmó en una actividad su posición frente al tema del crecimiento: “No concibo un desarrollo a espaldas de las personas, donde sólo importen los números y no cómo lo están pasando las familias en su casa”. Después, en La Moneda, agradeció a Céspedes y a Valdés.

Excepto por la Democracia Cristiana, que criticó fuerte al Ejecutivo y habló de crisis, en el oficialismo le restaron gravedad a las renuncias, pero en la oposición no. Andrés Chadwick, el jefe de campaña de Piñera, dijo: “Es un hecho muy, muy grave. Da la impresión de un derrumbe del gobierno de la Nueva Mayoría cuando faltan sólo seis meses para terminar, que renuncie el equipo económico completo. Este gobierno está en una fase terminal”.

Valdés se había encargado de llevar adelante una agenda de crecimiento en medio de un freno económico que llevó a Chile a crecer a la mitad que en el gobierno anterior.

En reemplazo de Valdés entró Nicolás Eyzaguirre, que estaba en la Secretaría General de la Presidencia y que ya fue ministro de Hacienda en el gobierno de Ricardo Lagos (2001-2006) y de Educación en el primer gobierno de Bachelet (2006-2010). En Economía, tras salir Céspedes, llegó Jorge Rodríguez Grossi, presidente del BancoEstado, ex ministro de Economía, Energía y Minería con Ricardo Lagos y cercano a los grandes grupos empresariales.

Más que un efecto en la economía, los expertos esperan cierta incertidumbre porque los números de crecimiento se proyectan al repunte al menos hasta fin de año empujados por la fuerte valorización del cobre (la mitad de lo que exporta Chile), que arrastró al fortalecimiento del peso chileno, la divisa con mejor desempeño en el mundo en agosto, con 4,13% de avance. (La Nación)

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