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Incidentes en El Bolsón en la protesta frente a la sede de la Gendarmería


10:00 Fueron protagonizados por el grupo más radicalizado; en la ciudad, en cambio, el acto transcurrió con calma

Por: Maia Jastreblansky
Esta ciudad de Río Negro, donde Santiago Maldonado había residido antes de desaparecer, mostró ayer dos caras distintas, cuando se cumplieron dos meses desde que el tatuador fue visto por última vez. Una muchedumbre se reunió en la plaza central, en su mayoría familias, para reclamar con un evento cultural la aparición del joven. Otro grupo, más radicalizado, marchó con cánticos y puños en alto hasta el escuadrón Nº 35 de la Gendarmería, ubicado en la entrada del pueblo.

La columna que se movilizó, al grito de “Estado fascista y terrorista”, estuvo liderada por un grupo de encapuchados que conducían con banderas negras. Pasadas las 18.30, comenzaron a caminar por la ruta 40. Aunque la mayoría iban a cara descubierta, muchos estaban con trapos que cubrían sus cabezas y otros se colocaron caretas con la cara de Santiago. “Me da mucha tristeza esta división, esto es una traición”, dijo una amiga de Santiago en el micrófono del grupo que decidió no marchar.

En ese acto, organizado por la APDH, se decidió hacer una convocatoria distinta debido al antecedente de la movilización del 1º de septiembre, cuando la marcha terminó con incidentes y enfrentamientos con bombas molotov. “Lograron dividirnos. Los que produjeron esos hechos fueron un grupo minúsculo. El 98% de los que nos habíamos movilizado repudiamos lo que ocurrió en el escuadrón”, dijo a LA NACION uno de los asistentes al acto que se había trasladado desde El Hoyo.

Pedro Pytrula, abogado de APDH, manifestó: “Los vecinos de acá reconocemos a los miembros de la comunidad mapuche, incluso cuando están encapuchados, por sus ojos, por la forma de caminar. Ese día no reconocimos a los encapuchados que le tiraron las bombas molotov a la Gendarmería”.

En el acto, que tuvo lugar en la plaza Pagano, en el centro de El Bolsón, no se vieron banderas partidarias. Sólo la imagen de Santiago Maldonado se desplegó en carteles y banderas, en los que se reclamó “juicio y castigo” a los culpables y se cuestionó la gestión de Cambiemos. Entre los adherentes al acto figuraron sindicatos como la CTA y gremios docentes de Río Negro, movimientos sociales como la Ctep y partidos de izquierda como el PTS. También apoyaron agrupaciones kirchneristas como Nuevo Encuentro, La Cámpora y los concejales del FPV de Río Negro. “El 1º de septiembre éramos muchos más, unos 3500. Nos movilizamos en una columna inmensa todos juntos por la ruta 40, era emocionante. Pero después un grupito empezó a tirar piedras, todos creemos que eran infiltrados”, dijo Silvia que se definió parte de Vecinos y Vecinas por Santiago. “Buscaban que a esta marcha viniera menos gente y que hubiera una división”, se lamentó.

Los manifestantes llegaron al escuadrón de la Gendarmería pasadas las 19, al grito de “asesino”. Con piedras, unas cien personas comenzaron a golpear el guardrail de la ruta de manera coordinada. En el destacamento, a donde llegaron refuerzos desde otros puntos del país, aguardaban un camión hidrante y varias líneas de gendarmes con escudos. Los más violentos pintaron los escudos con aerosol, tiraron panfletos e incendiaron un camión de la Gendarmería de cartón. También forcejearon con camarógrafos que cubrían la protesta.

La marcha en la plaza central de El Bolsón no hubo piedrazos ni actos bombas molotov como la vez anterior. Así lo pautaron los organizadores. (La Nación)

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