2017-2018 – Siempre hay que despedir un año agradeciendo y esta no es la excepción. Somos muy agradecidos por el seguimiento permanente de nuestros lectores, tanto en la provincia como a nivel nacional y tenemos con nuestra audiencia un compromiso que va más allá de los posicionamientos ideológicos y los matices políticos que nos puedan diferenciar; es la lealtad, la seriedad y la confianza de que no los hemos defraudados y que entramos en el año 14 de nuestra vida como medio digital, fortalecidos en nuestras convicciones y siendo firmes en la propuesta inicial ideada en el 2004, la cual fuimos enriqueciendo, perfeccionando y adaptándola, no solo a las últimas tecnologías, sino al concepto mismo del periodismo que ha sufrido enormes cambios en este mundo super-conectado, hiperveloz y asombrosamente cambiante.
Dejamos atrás un 2017 atípico, después de tantos años de inactividad judicial y vimos coronado el esfuerzo de quienes pugnamos siempre por correr el velo de la corrupción y la impunidad, al asistir como espectadores privilegiados de estos tiempos de cambio, a la caída de sus actores históricos y asistimos con renovada esperanza de creer en una Argentina tal vez un poco mejor, al encarcelamiento de los responsables directos del mayor desfalco al que hayan sometido al país desde el poder, en sus años de existencia. Y no es mera retórica; nos sentimos una pequeña parte de ese logro, al haber pretendido ser, desde este humilde rincón en que nos desarrollamos, una pequeña pieza más de ese engranaje de difusión, el cual ha permitido a los habitantes de otras latitudes, conocer lo que estaba ocurriendo y percibir, a través de nuestros análisis políticos e investigaciones, lo que podría ocurrir en el futuro.
El 2018 seguramente va a traernos nuevos desafíos periodísticos, pero nuestros lectores saben que en cualquier caso, OPI responderá a su naturaleza periodística: ser un contrapoder, como solo concebimos esta profesión. En ese camino y como lo hicimos hasta ahora, enfrentaremos los tiempos por venir y transitaremos el nuevo año con la misma dedicación y entrega que lo hicimos desde que generamos la idea de cambiar el periodismo prebendario, cholulo, partidario, economicista e interesado, en libertad para informar, analizar y opinar de todos, sin alabar gobiernos ni gobernantes, sin crear ídolos de barro ni meternos en partidismos y parcialidades que desnaturalizan totalmente la labor de quien debe ser la voz y los ojos de los que no pueden ver, hablar y/o escuchar, por el ruido siniestro que hacen los operadores del poder, quienes compran y cooptan medios, para unificar el mensaje y distraer la atención de los que quieren saber de qué se trata.
Fuimos, somos y seremos parte de este cambio. Estamos orgullosos de haber establecido una diferencia profesional en este ámbito tan vapuleado, como es el del periodismo y más aún en Santa Cruz. El acompañamiento que siempre tenemos de los lectores, nos suma confianza, nos ordena y nos obliga a ser cada vez más selectivos, más firmes y alejarnos de las distracciones que nos puedan desviar de las metas que año a año nos proponemos.
Nada de esto sería posible sin la enorme audiencia que nos acompaña. Seguimos estando en la preferencia de los medios nacionales que se nutren de nuestro trabajo y nos permiten interactuar con ellos, lo cual nos hace sentir plenamente privilegiados. Y nuestros lectores, nos han llenado de satisfacción durante el 2017, felicitando y agradeciendo los pequeños aportes realizados desde esta Redacción, en muchas de las causas entabladas alrededor de hechos y personajes que han sido parte indivisible de nuestros trabajos de investigación, de largas publicaciones, con entregas por etapas y la cuales se desnudaba, en soledad y total incertidumbre por el destino de esos evidentes casos de corrupción, una extraña mezcla de esperanza, decepción e incertidumbre, sobre el destino de cada uno, en el contexto de esta Argentina incierta.
Auguramos un excelente año para todos, sus familias y especialmente para el país, el cual transita (como todos los años) momentos de tensión, carencias, necesidad de organización y no ha podido desligarse aún de sus peores pecados: la pobreza, la inflación y la desocupación a lo largo y ancho de todo el territorio.
Buen fin de año 2017 para todos, un abrazo simbólico y los mejores deseos para el 2018.
OPI Santa Cruz