(Segunda parte) – (Por Javier Walter Sofía, exclusivo para OPI Santa Cruz) – Ver la realidad en éste y otros temas no es sencillo, ella se encuentra empantanada casi siempre en un lodazal de conveniencias e intencionalidades puestas allí ex profeso para que nos distraigamos con lo insignificante y perdamos el rumbo.
Nota previa
Nuestra nota previa El Juzgado de Caleta Olivia no tiene medios, capacidad, formación ni jurisdicción para actuar en el incidente del S-42 ARA San Juan recibió buenos y críticos comentarios. Se pedían soluciones, además de plantear problemas, pero estaríamos perdidos y huérfanos de “Estado” si tuviéramos que darlas desde aquí.
Aunque sería interesante que se reúnan los tres Poderes del Estado por ejemplo con la Academia Nacional de Geografía, y barajen y den de nuevo en las competencias territoriales de los tribunales federales.
Tal vez hasta podrían crear una “Cámara Federal de Apelaciones del Mar Argentino”, incluir su competencia territorial hasta las 350 millas en todas las aguas exteriores y de paso hacer un poco de docencia al país porque pocos saben hasta donde llega la “soberanía”, hasta donde “zona económica exclusiva” y qué diferencia existe entre ambas.
Por ello en esta serie de notas recurrimos a lo fáctico para tratar de echar algo de luz sobre lo que ocurrió con el submarino S-42 ARA San Juan, por respeto a los tripulantes y sus familias, y a nosotros mismos.
Lo que expreso puede no gustar pero después de más de tres meses de evasiones y confusiones considero que no debemos ser cómplices silenciosos de este incidente.
Con pedantería e indecencia ninguna autoridad parece hacerse cargo por lo ocurrido con el S-42, y frente a la mirada intrigada de la sociedad toda parece irse diluyendo la responsabilidad de funcionarios pasados y presentes en medio de las excusas de “está en la justicia” (a saber: la incumbencia de los actos de gobierno no es excluyente en relación a la división de poderes), y la vergonzosa expresión de “tal vez nunca lo encontremos” (que suena a: sin pruebas no hay culpables).
Trataré aquí un asunto que es de enorme importancia para entender el origen de la actividad naval del submarino en el lugar.
La ubicación del incidente
Cualquiera transite las llanuras de la provincia de Buenos Aires en época de inundaciones sabe que es mejor no adentrarse en los profundos bañados que se forman; frente a ellos cualquier automovilista sensato da la vuelta y busca una ruta alternativa aún teniendo un vehículo 4×4, y mucho más si conduce uno con infinidad de fallas técnicas.
Todas las inundaciones del país juntas son nada frente a los riesgos del mar argentino, allí el clima idílico de los films románticos es solo una ilusión y la seguridad debe ser siempre la principal variable a tener en cuenta.
Imagínese el lector un edificio de 4 pisos de altura, esa era la altura de las olas en la tempestad en el mar cuando se perdió el S-42, olas de entre 6 y 9 metros (Mar Grado 7 a 8 en la Escala Douglas, el máximo es 9) y ráfagas de viento entre 80 y 100 Km/h.
Tormentas como esa desplazan fuerzas tan poderosas que si pudiéramos aprovechar su energía permitirían iluminar toda la Capital Federal por meses.
Además cualquier embarcación que se aventure aguas afuera está a merced de las corrientes oceánicas de superficie, los vórtices oceánicos que se crean cuando estás son interceptadas por otras corrientes de fondo; y a esto debemos sumarle las tormentas eléctricas, vientos huracanados y otros fenómenos meteorológicos que quienes pisan suelo firme jamás han visto.
El mar argentino, el océano todo, es brutal e impiadoso; en una navegación de altura no solo se pone en juego la tecnología donde la más pequeña falla puede convertirse en una emergencia de vida o muerte; sino que además pone en juego a las tripulaciones en lo físico, mental y espiritual.
En el mar no estamos en nuestro elemento, allí no hay puntos de referencia y la desorientación es habitual, el esfuerzo de convivencia se dispara frente a la exigencia, y lo emocional y humano muchas veces juegan malas pasadas.
Ninguna fuerza naval ha podido superar sin esfuerzo estas y otras circunstancias a las que el océano somete a hombres y naves, es tal vez por ello que la disciplina naval es una de las más estrictas en la historia humana.
No cabe duda que la tripulación del S-42 paso por estas pruebas, y es seguro que conocía el estado y fallas del submarino; muchos se pueden preguntar por qué entonces decidieron embarcarse si hoy en el siglo XXI a nadie –militar o no, en democracia- se lo obliga a poner en riesgo su vida.
Viene aquí la primera definición: lo hicieron por vocación y responsabilidad, pero principalmente por amor al mar, y era esa elección o permanecer en tierra y posiblemente ser excluidos por desobediencia o pérdida de experiencia.
No es una novedad que las FF.AA. y FF.SS. en Argentina vienen de una progresiva decadencia de medios y presupuestos operativos que ha ocasionado un descenso brusco en la frecuencia del cumplimiento de su entrenamiento y hasta de sus misiones y funciones, pero que además ha transformado la dirección del aprovechamiento de sus recursos humanos.
No es extraño hoy ver oficiales con extensas fojas de servicio y frondosa experiencia en el mar, servir de custodios de seguridad de bancos privados como un extra de uniforme.
Ningún marino espera esto aunque no es una humillación pues todo trabajo es digno, pero ese cambio de dirección los aleja del mar, lo cual para muchos es como quitarles parte de su alma.
Pero no hay que confundirse, en las últimas décadas esto fue bien sabido por todas las sucesivas administraciones políticas y el tema es que prevaleció la intención por la cual los marinos deben salir al mar “con los medios disponibles, o se van a sus casas”.
De hecho se ha visto y se ve en las reparaciones de entrecasa del equipamiento, o la compra multimillonaria de medios usados “reacondicionados” que en muchos casos tienen 40 años de antigüedad.
Pareció no importar que la tripulación del S-42 se jugara la vida al caer en la trampa y ser traicionados por la corrupción, la mentira y la negligencia asistidas por un discurso embustero; no tengo que recordar que tanto la administración nacional anterior como la actual dijeron que teníamos submarino por “30 años” más.
Se hizo colisionar la obediencia de la disciplina naval contra la vocación por el mar, esto pudo llevar a la tragedia a los marinos del S-42 ARA San Juan, ello ocurrió en el abandono de un lugar tan peligroso como impredecible.
Frente a esto políticos de ambos lados y funcionarios parecen esconderse y no dar la cara como le corresponde a quienes han cobrado y cobran sus abultados sueldos del estado y han sido y son empleados de todos los ciudadanos.
Y existe aquí una carga ineludible de las líneas de mando de la defensa, de todas ellas, pues ha quedado demostrado que se necesita un mejor nivel de comunicación y una objetivación de la realidad naval.
Digo esto porque en sus condiciones –que ahora conocemos por los tan mentados “informes secretos”- el submarino nunca debió haber zarpado a una misión operativa y mucho menos haberse dirigido a la ubicación donde se extravió.
Y porque el proceso de información pública desde sus inicios siguió un ciclo tan parcial como confuso, muy similar al del “hundimiento” del pesquero chino en 2016; se debe entender que mientras se mantenga a las fuerzas armadas y fuerzas de seguridad como compartimientos estancos, secretos y aislados de la sociedad civil, jamás se obtendrá la confianza esperada por más de tres décadas.
Pero el peor truco contra la confianza pública es que se manifestó que el submarino estaba “en condiciones de navegar”, pero lo que no se dijo era cuáles eran esas condiciones, lo cual me hace recordar que toda verdad a medias es efectivamente una mentira.
Pero además esto excede lo sectorial pues la zona donde se perdió el S-42, y aquí aparece la segunda definición, es por mucho una de las más complejas y valiosas áreas oceánicas en el planeta por la suma de características físicas y condiciones geoestratégicas.
Argentina sabe esto y existen miles de publicaciones exaltando su riqueza e importancia, pero en la práctica aparece como un discurso vacío donde las escasas iniciativas que se toman son la confirmación de la norma.
Nuestro país no tiene políticas hacia el mar, la “cuestión de estado” en este asunto no existe y la percepción y práctica de su preponderancia posee un atraso de más de un siglo.
Esto ha convertido a la Argentina en poco menos que un mero espectador de lo que ocurre en su “jardín delantero” y en el hazmerreir del resto de las naciones por su inmadurez e inoperancia en el manejo de su espacio marítimo.
Luis Piedrabuena, Valentín Feilberg, Luis Py, Segundo Storni y Carlos María Moyano ya en el siglo XIX coincidían en el mar como uno de los pilares del futuro del país, muchos en cargos del estado deberían leer sus biografías.
Hoy se venden en España los calamares del mar argentino a razón de 2,5 Euros la lata de 72 gramos, es decir 34,5 Euros el kilo, o sea 34.500 Euros la tonelada, lo que es equivalente a $ 867.675 o u$s 43.189 la tonelada ($ 20,09 por cada dólar y subiendo).
Como ejemplo la F.A.O. para 2016 declaraba la pesca de 863.000 toneladas del calamar “Illex Argentinus” (o “Pota Argentina”) en 2014 (el 85% de esa cantidad fue por pesca ilegal), esto equivaldría a más de u$s 37.272 millones, o a más de $ 748.794 millones al dólar actual, y tan solo en una especie.
El gobierno ha anunciado que quiere que seamos “el supermercado del mundo”, y en ese contexto el precio final de rentabilidad de nuestras materias primas debería ser justamente el de las góndolas.
Solo para hacer un ejercicio: este calamar es exclusivo de nuestra zona, si pudiéramos acceder solo un 5 % de ese volumen, algo así u$s 1.863 millones, eso podría proveer a Argentina de medio centenar de buques guardacostas marítimos nuevos con tecnología de punta a razón de u$s 37 millones la unidad.
Pero para ello habría que cambiar las leyes de pesca, que al igual que las leyes mineras y las leyes forestales sirven solo para recaudar insignificantes sumas por permisos y cánones, cosa difícil en el país por la extorsión abusiva de algunas industrias y el cohecho estatal del cual históricamente se sirven funcionarios deshonestos, y que aparece como la causa de la persistente depredación de nuestros recursos naturales.
A pesar de ello las explotaciones industriales en nuestro mar, como la minería, hidrocarburos, energía, naviera, comercial marítima, pesca y turismo, y actividades relativas a ellas podrían dar un giro de 180º al destino económico del país.
El mar podría brindar empleos directos, indirectos, asociados, vinculados y de interacción a unas 3,5 millones de personas en Argentina, es decir al 8% de su población.
Se podría concluir con el desempleo y terminar con los abusos de alzas de tarifas, inflación y ajustes hacia abajo que administración tras administración aplican, cada una con diferentes fundamentos pero metodológicamente en forma idéntica.
Una de las responsabilidades del ARA San Juan declaradas fue justamente la del “control de la pesca ilegal”, en la ubicación en la que desapareció.
Otro elemento a tener en cuenta es la torpe postergación el ejercicio de los derechos argentinos hasta la milla náutica 350 como Z.E.E., asunto que parece a ningún funcionario importar luego de más de 20 años de estudios y el reconocimiento de las Naciones Unidas en 2016, ya hace dos largos años.
No cabe la menor duda que por la densidad del recurso pesquero en la ubicación donde se perdió el submarino, el lugar es por exclusión el más indicado para la observación y evaluación del ejercicio jurisdiccional de Argentina hasta las 350 millas náuticas.
Pero vamos a la tercera definición: el área donde se perdió el S-42 constituye un nicho de hipótesis de conflicto latentes en materia diplomática y de soberanía, ambas que arrastran tras de sí las cuestiones de la defensa y el armamento.
No es cierto que ya no existen esta clase de hipótesis aunque con discurso tras discurso se lo niegue públicamente, de hecho en las doctrinas militares de muchos países se estudia el “conflicto por la Antártida” como uno de los más serios a enfrentar por la humanidad.
Y hablar del mismo es hacerlo de los espacios territoriales marítimos y oceánicos del Atlántico Sur, la relación entre las naciones latinoamericanas, los bloques hemisféricos de naciones y las virtudes y defectos de las organizaciones supranacionales diseñadas para tiempos de paz y aquellas para tiempos de guerra.
Argentina no reconoce estas hipótesis de conflicto y cede habitualmente ante la protesta internacional de países que, infractores habituales por ejemplo en la pesca, son esperables potenciales “inversores” tal como ocurrió recientemente con China y España.
Mientras tanto las grandes naciones con visión periférica a largo plazo sobre todo en relación al acceso a los recursos naturales, ensayan en la teoría escenarios de defensa y disponen la mejor infraestructura para el despliegue de los mismos si fuera necesario.
Un ejemplo de esto es la carretera antártica de 1.600 kilómetros que llega al polo sur, una ruta desarrollada con propósitos de conectividad polar que incluso puede ser transitada en bicicleta.
Y otro ejemplo son los incontables relevamientos de carácter geográfico, climático, topográfico, hidrográfico y sísmico ente muchos otros de todo el Atlántico Sur, de los cuales Argentina apenas es partícipe y que nos llevan al menos medio siglo de ventaja en el conocimiento de nuestro entorno marítimo.
Argentina hace en y por su mar, pero en una escala insignificante en comparación con lo que podría hacer, si quisiera.
Por último y como cuarta definición, destaco una serie de coincidencias en relación a la ubicación de pérdida del ARA San Juan que tienen que ver con informaciones institucionales hechas públicas o captadas a través de procedimientos judiciales.
Las mismas parecen fruto del azar pero podría haber detrás de ellas, patrones que con un análisis adecuado podrían entregar nuevos elementos de juicio.
Tengamos en cuenta que en el mar nada es coincidencia, especialmente en la pesquería de la “milla 201” entre los 46º y 48º Sur, que fue justamente el área del incidente del S-42.
Esperaba que con tres largos meses de ir yéndose de a poco el submarino de las grandes cadenas de comunicación que laten a pulso del gobierno de turno, esa ausencia tal vez fuera reemplazada por una vocación de estadista del actual gobierno federal; tal vez creando un cuerpo especial de búsqueda, salvamento y rescate con embarcaciones nuevas y equipadas con tecnología para llegar al fondo oceánico.
Tal vez preparando personal e incluso trabajando inter institucionalmente a nivel global ya que Argentina tiene recursos humanos incluso para innovar en materia de diseño industrial y naval.
Una inversión sin importar el monto que sería bienvenida en al Atlántico Sur porque ningún país de la región tiene esa clase de medios radicados localmente y es indudable que son necesarios, habría sido un gesto grande.
Pero por el contrario me encontré con un discurso diminuto acompañado por el cliché del disertante golpeando los apuntes contra la mesa como expresando “ya no hay más para decir del tema”.
Es cierto que el mar “es inmenso”, aunque no tanto como para abandonarnos frente a él; pero el submarino no “es pequeño” porque una nave es en esencia su tripulación, sus familias y a quienes representan… y los 44 nos representan a todos los argentinos.
Extrañó además en este marco de “dimensionar” el incidente del submarino, que existan recompensas de $ 1.500.000 por un prófugo de la justicia, mientras que por cada tripulante del ARA San Juan solo se ofreció $ 2.227.272, una cifra insustancial si consideramos que son pocos quienes podrían tener éxito en la búsqueda.
En la próxima y última entrega trataré el tercer asunto: el fondo marino. (Agencia OPI Santa Cruz).
Había recomendado por twitter las notas de opi sobre el submarino, una lástima que hayan borrado las 2 últimas, a mi entender eran las mejores, ¿no se pueden reponer?.
Tengo varios libros del autor, alguien de pluma filosa y que habitualmente hay que leer un par de veces para entender lo que dice; me hace acordar a los cuenta-historias, y destaco “historias” y no cuentos porque con el tiempo y conversaciones con gente de la biblioteca debo reconocer que lo que escribe siempre está basado en la realidad, especialmente en la nuestra, la Patagónica.
Me impresionaron 3 de sus libritos recientes los que recomiendo a todos, “Ciudad en ruinas” que habla de Río Gallegos y las condiciones de vida de sus habitantes, “De: vamos por todo, a: ahora nos toca a nosotros” que repasa los egoismos y miserias políticos desde 2003 hasta hoy bien entrado el 2018, y “Medios de prensa, cuando cae el telón” que habla de las paradojas informativas de una década en nuestra provincia.
Un comentario final: la nota que ya no está que hablaba sobre algo oliendo a podrido en la Casa Rosada, asesores y otros asuntos, con la realidad de hoy mismo donde entre los de su grupo se tratan de “estúpidos” (Carrió en Diputados) y las palmadas dadas por Frigerio a la innombrable Gobernadora de Santa Cruz por mantenernos en la miseria, es más actual que nunca.
Entre fines del mes de Junio y principios del corriente mes de Julio se perdieron docenas de artículos de esta agencia de noticias que por varias razones ha sido y es referente en Patagonia al respecto de sus contenidos.
Hoy aparecen los títulos de esos artículos pero solo en las búsquedas de caché, muchas notas sobre corrupción, problemáticas locales y regionales, imágenes reveladoras, análisis periodísticos e investigaciones se han perdido.
Entre ellas, y para quienes vivimos cerca del Mar Argentino, ha sido una grave pérdida los últimos 2 artículos sobre el ARA San Juan, que tanto quien suscribe como otros muchos colegas de radios privadas de internet hemos leído al aire varias veces.
Me extraña, nos extraña, que no todos los artículos del ARA San Juan hayan dejado de estar en la web, y sin intenciones de cuestionar quiero preguntar si la ausencia de estos artículos se debe a los cuestionamientos y reclamos generados por la divulgación hacia mediados de Junio pasado de información referida a la captura del transporte de datos codificados del 15/11/17 que habrían sido transmitidos desde el submarino en las frecuencias ya divulgadas por varios medios nacionales.
Desde el mismo momento en que los operadores de las antenas terrenas de AE-EGIS-4 que operan en escucha y detección de fenómenos atmosféricos eléctricos y electromagnéticos, así como anomalías climáticas y eventos extremos, tomaron cuenta de lo inteligible de esas transmisiones, muchos por no decir todos quienes teníamos acceso a tales rastreos de condiciones naturales nos vimos impedidos de acceder a las bases de datos.
De hecho, la publicación de la inconsistencia que se había publicado en sus redes fue levantas y los perfiles de redes sociales se cerraron hacia fines de Junio.
Ahora nos enteramos en Senadores que aquellos datos aportados por un operador radial no solo eran ciertos, sino que además eran más importantes de lo que parecían, en este contexto los 2 artículos que faltan del ARA San Juan eran claves, uno para determinar el lugar de la desaparición y el otro para determinar las condiciones de fragilidad política en el Gobierno Nacional.
Hace algunas horas se conoció que la Prefectura Naval fue premiada por su Sistema Guardacostas para el seguimiento de embarcaciones, pero lo que no se dijo es que este está funcionando desde antes del 2016.
Entonces ¿Qué pasa aquí?, estas intrigas son importantes para el conocimiento de la verdad y parte de las respuestas estaban en los artículos que hoy no se encuentran en esta web, máxime si el Presidente se reunió con los familiares de las embarcaciones naufragadas en los últimos 3 años, pero le negó el ingreso a los familiares del submarino.
Gustavo Sánchez
Radio Web Mar Argentino, Tierra del Fuego
Solo para aclarar algunos temas de este comentario,
La información y los perfiles no fueron borrados, solo se retiraron los links públicos, los mismos todavía están presentes en la red de acceso privado de la cual forma parte la Iniciativa AE-EGIS-4.
Y aquí otra aclaración, esta Iniciativa de la cual soy miembro activo (Nº 3249.AR.SC) no tiene “operadores de antena”, todo el sistema es automático y se controla a distancia sin que los miembros (nosotros) tengamos decisíón directa en la gestión de datos. Podemos sí escuchar y ver el flujo o transporte de los mismos.
AE-EGIS-4 significa “Anomalies and Events – Embebed Geographical Intercom System – Finder”, en castellano “Descubridor de Anomalías y Eventos, Sistema Intercomunicador Geográfico Incrustado”, aunque también el “4” al final se toma por la cantidad de 4 antenas dispuestas en nuestras propiedades.
Para derribar los mitos que tanto se promovieron el mes pasado, el sistema es totalmente legal, sus componentes son de venta libre y opera tal y como un aparato de radio sin vulnerar ley de alguna.
Todo el sistema se encuentra instalado en predios privados y quienes aceptamos que esto se haga en nuestras propiedades firmamos las debidas autorizaciones y contratos, previo análisis de nuestros propios abogados.
Tampoco es cierto que las antenas sean de grandes dimensiones, se trata en realidad de receptores multibanda de alta tecnología del tamaño de celular promedio y se instalan en sitios elevados preferentemente.
Esta iniciativa no es una novedad en el mundo aunque la captura de datos sea de características tecnológicas del primer mundo, hay muchas empresas y gobiernos que partipan a quien esté interesado en convertir su propiedad en por ejemplo una estación meteorológica, una estación de recepción de datos de posicionamiento de buques, una estación de seguimiento de satélites o una estación de cámaras para seguimiento del tráfico entre muchas otras.
Sí es cierto que se recolectaron datos el 15/11/17, el día que desapareció en submarino, en varias de las estaciones cercanas al área costera argentina, especialmente en Patagonia, pero como dije la administración de los mismos no corresponde a quienes somos comodatarios del sistema.
Yo tengo instalado el sistema en mi propiedad desde hace poco menos que una década, varias veces fue actualizado tecnológicamente, y por ello puedo hablar con total certeza.
Tambien se que el propio autor de estas notas se comunicó hace muchos meses con el Juzgado de Caleta Olivia que lleva la causa del submarino (publicado en nuestra plantilla de intercambio de red) al respecto de las posibles comunicaciones que pudo haber tenido el submarino, por lo que no me extrañó que posteriormente se dieran a conocer los informes “confidenciales” de las llamadas satelitales desde la nave y después ese dato de las escuchas el 15/11/17; aunque después no tuviéramos otra novedad del tema.
Y tampoco me extrañó que el gobierno nacional se haya molestado con el Juzgado por la divulgación de esos informes “confidenciales” y que ahora no les preste ni jota de atención a los familiares del submarino.
Algo sí me queda en claro, muchas cosas de las que nos dijeron desde el gobierno son mentiras, otras están deformadas, y entiendo definitivamente que lo que le pasó al submarino y su tripulación nos puede pasar a cualquiera de nosotros ciudadanos argentinos y si ello molesta o toca fibras sensibles o intereses de alguien “importante” de seguro éste o cualquier gobierno mirará para otro lado y emprenderá campañas e desprestigio como los hizo con las familias del submarino, que esto no les quepa la menor duda.
Digo esto porque pienso personalmente que todos somos descartables si a “alguien” con poder, dinero o influencias le conviene que lo seamos, y que no me vengan a hablar de justicia en Argentina, miren sinó si un Juzgado Federal como el de Caleta Olivia no le puede poner los puntos sobre las íes a todas las incorrecciones de 8 meses relativas al submarino, ¿quién lo va a hacer?, la respuesta es “nadie”, solo le “tiraron la bola” a la Bicameral y “que se arreglen”, por eso creo yo el Presidente despreció a las familias del submarino en la reunión con familiares de los buques hundidos.
Nada les importa, somos solo números sin identidad, útiles para entregar el 50% de lo que ganamos todos los meses para sostenar la fiesta de la timba financiera que algunos pocos se están dando en Argentina a costillas nuestras.
Solo como aporte, por si a alguien le sigue interesando el tema.
Entrevista de Cinthia Fernández a Javier Sofía el 18/7/18, 20:40 horas en Río Gallegos, transmitida completa por web radio “costanera” ayer 19/7/18.
CF: ¿Qué opina de la forma en la que se está informando sobre el submarino?.
JS: En Argentina existe la libertad de expresión en la generalidad, eso cuenta tambien para los medios masivos de divulgación, medios de prensa y redes sociales, la noticia se maneja hoy como se manejó siempre y como se hace en el resto del mundo y tiene que ver no con la verdad sino con los intereses que cada divulgador tenga en la material; todos están en libertad de hablar y tambien en libertad de callar aunque esta libertad no tenga coherencia con la ética. Hoy el tema pasa por una etapa de invisibilidad y esto es probable que sea porque a alguien le molesta o lo perjudica, lo que no ocurría en los primeros meses con quienes hoy callan. Tambien existen presiones que el público en general no ve pero ese es harina de otro costal.
CF: ¿Por qué se demora la búsqueda del submarino?.
JS: Nuestro país tiene un atraso de medio siglo en tecnología en casi la totalidad de los órdenes, sumado a la burocracia, la falta de evaluaciones acertadas y la mediocridad esto era esperable, pero principalmente ls demora se debe a que la tripulación son miembros de familias ajenas con las cuales quienes tienen las decisiones no se sienten afines, pero esto no es una novedad en Argentina porque en nuestro país parece que todo lo que le pase “al otro” no es asunto de alguien en particular, estamos todos abandonados a nuestra propia suerte hoy y desde hace mucho tiempo.
CF: ¿Qué responsabilidad tiene la Armada en ello?.
JS: La Armada es una dependencia del Poder Ejecutivo, ellos reciben órdenes como cualquiera en una pirámide de mando, su responsabilidad está limitada a la verdad y no a las decisiones operativas, y nadie puede saber qué pasa por la mente de cada miembro al “decir verdad” como precepto declarativo. Tanto las Fuerzas Armadas como las Fuerzas de Seguridad en Argentina están construidas sobre la base de imponer autoridad y expresar la actitud de mando, tal vez se necesitaría que además de ello estuvieran más integradas a la sociedad civil de la cual sus miembros an surgido y a la cual volverán luego de cumplir sus funciones.
CF: ¿Por qué el Presidente no habla del tema?.
JS: Porque es un tema caliente, dificil, árido y negativo en toda su dimensión, causas y consecuencias, el Presidente ya dió las órdenes que estimó adecuadas; pero la pregunta debería ser “¿Por qué Mauricio Macri no habla del tema?”, es decir ¿Por qué el hombre, el ciudadano detrás del cargo no habla?, yo no lo sé, cada uno es libre en sus elecciones.
CF: ¿Alguien puede estar buscando al submarino en este momento y no lo sabemos?.
JS: ¿Quién lo sabe?, es posible, Argentina apenas puede sumergirse algunos metros y si hay buen tiempo, lo que más conocen la inmensa mayoría de los argentinos del Mar Argentino es la espuma que dejan las olas en la costa, el resto es un mundo desconocido que a esa inmensa mayoría parece no importarle, Argentina vive de espaldas al mar.
CF: Usted escribió sobre el valor de la pesca, ¿Por qué piensa que el gobierno no le presta atención al tema?.
JS: Es muy simple, el “gobierno” está formado por “hombres” y tenemos la mala fortuna que gobierno tras gobierno y hambres trás hombres solo han sido una seguidilla constante de estúpidos incompetentes, incapaces de ver mas allá de sus narices.
CF: Es muy dura era apreciación.
JS: Es la realidad, la estupidez gobierna el Mar Argentino y esto no tiene que ver con cargos ni jerarquías, sino con los hombres que están detrás. Es la misma estupidez que nos hizo caer en un pedido de préstamo de 50 millones de dólares que casi todos, funcionarios, economistas y medios aplauden a rabiar; cuando una de las soluciones estaba en darse vuelta y mirar hacia el Mar Argentino, cambiar 180 grados las Leyes de Pesca y en tan solo 2 años tendríamos saneada la economía de Argentina, pero para eso hay que trabajar y duro, potenciar la vigilancia marítima, invertir en tecnología y medios, no negociar con privados amigos nacionales e internacionales ni ofrecer concesiones pesqueras a otros gobiernos para quedar bien internacionalmente y ejercer la propiedad de aquello que nos pertenece, pero los estúpidos son incapaces de hacer eso, prefieren mirarse el ombligo y no mojarse con agua salada.
CF: ¿Qué piensa de los familiares encadenados a las rejas de la Plaza de Mayo?.
JS: Primero, estoy harto de las rejas y los muros que ponen los gobernantes para separar a la sociedad como reemplazo a la incapacidad que tienen de aglutinar los valores de la misma y a las personas que la componen, los edificios públicos no son propiedad del administrador de turno sino de la sociedad toda, las rejas y muros son una verguenza y esto pasa tanto allá como acá, las rejas y los muros me hacen acordar al Guetto de Varsovia . A los familiares del ARA San Juan extuvieron a punto de sacarlos por la fuerza de la Plaza de Mayo, no están en cualquier lado, están a un paso de donde trabaja el Presidente en el centro mismo del corazón de la urbe más grande de Argentina, las cadenas con las que se han encadenado representan lo bajo que ha caido la dirigencia argentina en todos los órdenes y la fragilidad de una democracia que se revuelve molesta al ver el sufrimiento del otro.
CF: Se habló de mensajes provenientes del submarino luego de la supuesta explosión, ¿Qué opina de esto?.
JS: Allí hay dos cosas, los mensajes y la explosión; los primeros hay que suponer que si existieron son materia de secreto de estado y la segunda no es tan sencilla de analizar como se la pintó, ambos son asuntos muy técnicos que llevaría tiempo explicar adecuádamente, sobre todos por los factores ambientales, de la física y sobre todo por quiénes estuvieron involucrados.
CF: ¿Sigue pensando que algo huele a podrido en la Casa Rosada?.
JS: Lo sigo pensando, pero no importa lo que yo piense, no se trató de una expresión política sino de una expresión humana, cualquiera que en un cargo no es capaz de acompañar el sufrimiento de otro debería revisar su conciencia, si la tiene, y actuar en consecuencia. Esto no tiene que ver con la actual administración sino con el concepto trascendente de “Representante del Pueblo”; la Casa Rosada hace mucho que huele a podrido, por ejemplo la tragedia de Once empareja ese olor nauseabundo con la tragedia del submarino, y las personas son diferentes pero los comportamientos son similares.
Una frase terrible…. “la estupidez gobierna el mar argentino”, la propia nota describe el potencial de nuestro y con un dólar a 20 pesos, habría que multiplicar por mas de 28 ahora.
Ideas claras y un tanto picantes que a varios no les gustan en el gobierno, y a pesar de ello las últimas medidas tomadas sobre las fuerzas armadas y fuerzas de seguridad parecieran estar inspiradas en estas notas y declaraciones; sin contar claro las restantes notas del submarino que pude leer en algunos perfiles de Facebook y twitter donde todavía permanecen completas direccionadas desde opi.
Imperdibles las comparaciones entre estas evaluaciones y artículos con la entrevista que se hizo hace tan solo un rato (20:30 del 23/7) en el programa “bella tarde” de TN, con Fraga, Solanas, otro periodista y Aguad al teléfono.
Escuché la entrevista por el canal y una de las cosas que me llamó la atención fue cuando le preguntaron por el Presidente y dijo algo así como que le está pasando lo mismo que a todos los Presidentes de los países en crisis severas cuya salud se ve deteriorada en forma creciente y que ellos los afecta a cada uno de diferentes formas, agregó que los videos oficiales muestran a un hombre cuyo físico se ve notablemente afectado y que uno de los detalles más llamativos parece ser su creciente dificultad al caminar y la forma de pararse lo que puede dejar intuir que las dolencias de rodilla que ha tenido pueden estar derivando en algo mas grave, lo que no sería ilógico en alguien de su edad y su nivel de actividad y estrés.
Esto es muy interesante de analizar, nadie bien nacido en Argentina quiere tener un Presidente usando bastón, muletas o en silla de ruedas; para pensar.
Escuché al aire la entrevista, lo que escribe y dice no solo es verdad sino que como el tema del caminar del Presidente son datos que la mayoría ni vemos y ni nos ponemos a pensar con el trajín diario.
Todo bien Marina pero hay que tener en cuenta que el hombre no tiene problemas de decir estas cosas y otras tantas que ni salen en los medios porque a pesar de vivir de su jubilación el hombre tiene montada una infraestructura con financiamiento, recursos y contactos gubernamentales y privados que muchos envidian.
Por ejemplo, lo que cuenta Gustavo mas arriba de las antenas, es suyo y para eso se necesita coordinación y tecnología que ni la suma de las provincias patagónica tienen.
No soy fan ni mucho menos, pero me parece que el haber sacado las dos notas mas grosas que se publicaron desde diciembre pasado sobre el submarino (las de OPI digo) obedece a algo más que un error de la web, fíjense nomás en algunos otros medios nacionales de primera como esta agencia de noticias lo que pasó con muchas de las notas del submarino: o no se pueden encontrar o no están.
Nada es casualidad en esta vida.
Cacho prieto y Otros: En virtud de leer que se repite esto como forma de instalarlo, vamos a decirlo una sola vez: OPI no sufre presiones de nadie ni baja notas de nada de lo que publica. Tenemos un grave problema en la base de datos por un ataque sufrido hace 3 años (donde rompieron herramientas fundamentales) y que al momento de migrar todo el contenido a un servidor de Google (mas grande, mas seguro y mas confiables) ha producido errores que estamos tratando de enmendar de manera practicamente artesanal ( subiendo nuevamente la info), con lo cual no es solo las notas que ferieren sino muchas notas de archivos, imágenes y fotos, las afectadas. NO TENEMOS, NO ACEPTAMOS NI PADECEMOS PRESIONES DE NADIE. Fantasmas aparte, si de vez en cuando nos han tratado de hakeaer pero eso es común entre quienes hacen periodismo sin amigos. Gajes del oficio, como se dice. Disculpas. Saludos
Nada mas lejos de mis intenciones que acusarlos de algo así; lo que decía en mi anterior comentario fue por cuenta de una de las respuestas en la entrevista en la que se explica -cuando le preguntan sobre muchas de las noticias faltantes del submarino- cómo los medios independientes son atacados informáticamente, allí mismo indica que esto ocurre en todo el país y que los medios físicos no vienen generalmente de hackers en solitario, sino de gobiernos, partidos políticos y empresas que son criticados en las noticias. En todo caso mis sinceras disculpas por no saber expresarme adecuadamente.
A mas de 5 años del incidente del S42 y el infame trato del gobierno a los familiares, las palabras de Sr Sofia siguen siendo las mejores definiciones del caso, y no puedo dejar de decirlo ¡¡¡¡que huevos tiene este hombre!!!!.
Una pena que hayan sacado las otras del mismo autor sobre el submarino, hoy serían mas actuales que nunca con las declaraciones de ayer de Pino Solanas que afirmó que no se sabe si el submarino fue hundido por un misil.
No escuché la entrevista de la que hablan arriba y no la puedo encontrar en el streaming de la radio web aunque sí está la presentación y algunos párrafos como los de acá arriba, parece que el tema ha molestado a varios, por lo tanto buen trabajo! porque el periodismo de verdad está para molestar, y sería mejor si vuelven a subir las dos notas que se borraron que parece que todavía están porque aparecen en todos los buscadores pero cuando uno les hace click dice que no las encuentra en la página de OPI.