- Publicidad -

Javier Belloni en busca del Arca perdida

Belloni y la profecía autocumplida – Foto: OPI Santa Cruz/Francisco Muñoz

16:15 – (Por Rubén Lasagno) – El Intendente de El calafate comenzó a recorrer el duro camino de su candidatura al 2019, algo que viene acariciando desde hace algunos años, pero recién ahora ve como posible, debido al desbarajuste político existente en Santa Cruz, la carencia de referentes políticos y como establece el dicho, sin analogías personales por el mártir mayor de la provincia, “en el país de los ciegos, el tuerto es rey”.

Como quien pide permiso para entrar en el juego, el intendente de El Calafate se asoma tenuemente por las redes sociales, un defecto ampliamente difundido en los políticos de la actualidad, que no solo los hace perder protagonismo y presencia, sino (además) seriedad. Las redes son buenas para opinar, pero no para comunicar. Y Belloni eligió un par de temas urticantes, marcando la cancha en relación con un planteo que a estas alturas y luego de haber escuchado lo que dijo y visto lo que hizo, por ejemplo, a Daniel Peralta, no podemos pensar en una convicción personal, sino más bien, en un oportunismo.

Dijo el potencial candidato (siempre a través de las redes sociales) “para que nuestra provincia empiece a funcionar, primero hay que respetar las instituciones y al pueblo. Empecemos por tener la capacidad necesaria para discutir un nuevo régimen electoral y podamos derogar la ley de lemas, una de las tantas cosas que nos reclama la gente“.

En este punto vamos a mostrar nuestra más profunda desconfianza con el mensaje del intendente, porque no lo vimos todos estos años oponerse al aberrante sistema electoral instalado por el kirchnerismo, el cual fue avalado por los diputados por el pueblo de su localidad en la legislatura y aplicado por su propio partido en la provincia, a pesar de las voces disonantes que saltaban por allí ante la escandalosa ley anticonstitucional forzada por los diputados oficialistas. Por otro lado, teniendo en cuenta su capital político, Belloni no quiere competir dentro de la Ley de Lemas, ante la posibilidad de tener que ceder sus votos a algún sublema patrocinado por Pablo González o el propio Máximo, llegado el caso.

En el mismo sentido (y siempre por las redes) Belloni atacó sesgadamente la administración de Alicia Kirchner, pero en realidad no lo hizo por el desastre institucional que mantiene desde el inicio de su gestión, la dilapidación de fondos, la postergación de la Salud, la Educación y la Justicia, entre los temas donde la opinión pueda resultar más decisiva y la evidencia de un pensamiento distinto, más apreciable; su enojo fue puntualmente por el comportamiento discriminatorio y el manejo arbitrario de la coparticipación de la provincia con los municipios, esencialmente, un tema que le toca a él por ser intendente de la villa turística.

Tomadas las palabras de Belloni, en este marco extraño de discursos vacíos y disparados por redes sociales, no suena muy convincente la posición del jefe comunal como un candidato pleno, orientado a desmarcarse del régimen establecido y profundizar en temas realmente preocupantes para la gente que no cobra en tiempo y forma, soporta una presión tributaria cada vez mayor, no recibe actualización en sus sueldos ni se les permite paritarias salariales, no se dictan clases la mayor cantidad del tiempo, los hospitales son piezas de museo y la justicia brilla por su ausencia, sin hablar de la inseguridad, el colapso de la Caja de Servicios Sociales y el desastre en que han dejado el sistema previsional de la provincia.

Es decir, existen temas realmente profundos y preocupantes a nivel global de Santa Cruz, para estar recalando en la necesidad del pago chico y enarbolando un mensaje a todas luces eminentemente discursivo y voluntarista, porque en el fondo, a su representante ante la legislatura, nunca lo escuchamos con una actitud propositiva en contra de la ley de lemas y fundamentando claramente y con hechos concretos, su oposición a la aberrante medida anticonstitucional que tomó su partido.

Por lo tanto y a riesgo de sonar demagógico, Belloni se ha embarcado en un tibio resurgir, en una lucha épica por encontrar el Arca perdida, alentado por el éxito de su gestión en el municipio, un plafón de votantes prácticamente asegurado, pero insuficiente y con ciertas limitaciones propias, ante el universo electoral de la provincia, urdida por la mala praxis de sus antecesores, que nunca se apartaron del dogma kirchnerista: más que hacer es prometer y más que cumplir, mentir.

Javier Belloni tiene varios problemas por delante, pero básicamente uno muy grande: diferenciarse. El FPV y el PJ en Santa Cruz es el mismo perro con distinto collar. Un atisbo de diferenciación, lo comenzó a gestar el ex gobernador Peralta cuando, enojado con CFK, pretendió presumir de cierta autonomía y capituló irremediablemente a las presiones de un gobierno nacional que lo tenía comiendo de su mano. En ese camino sinuoso de las declaraciones rimbombantes, más empáticas que sinceras, gritó a quien lo quisiera escuchar, su fuerte oposición a la Ley de Lemas. En la primera oportunidad que tuvo, no solo adhirió sino que volcó sus votos a las urnas de Alicia y gracias a su inestimable colaboración, hoy la tenemos como gobernadora.

¿Belloni es PJ o es FPV? ¿O es FPV-PJ? ¿De qué vertiente política provincial/nacional se nutre el intendente? ¿Responde a Cristina Fernández o al peronismo ortodoxo? ¿Cómo financiará su campaña? ¿Con qué personajes de la política provincial cuenta para convencernos de ser una opción superadora? ¿Volverán a los afiches las viejas caras de piedra de la década pasada? ¿Florecerán los Cotillos, los Roque Ocampo, los Quirogas, los Contreras o vaya a saber cuántos de la vieja guardia que se presentarán como autos de colección, remozados?. Preguntas iniciales que nos hacemos ante el desconocimiento de la estructura que posee el novel candidato, pero fundamentales a la hora de evaluar la seriedad de su mensaje y no confundirlo con más de lo mismo, de lo cual nos han inundado en todos estos años.

Somos muchos los que soñamos con construir, todos juntos, una nueva alternativa para nuestra querida Santa Cruz“, fue otra de las frases de Belloni en las redes. Muy bonita construcción literaria; habrá que ver si la propuesta se condice con el espíritu del enunciado.

Para terminar: es posible (¿Por qué no?) que su experiencia comunal Javier Belloni la pueda replicar a nivel provincial, pero son dos realidades distintas, con peso específico distintos y más aún, teniendo a Santa Cruz en las peores condiciones financieras y económicas de su historia.

Belloni, suponiendo que Macri reincida a nivel nacional, deberá jugar un papel muy distinto al de Alicia Kirchner y su mensaje hacia adentro del electorado, deberá ser claro y preciso, alejado de las viejas prácticas K y remanidas mañas del peronismo kirchnerizado. Sin el apadrinamiento de la ex presidenta, con proyecto político propio y una declaración de guerra a la corrupción, podrá comenzar a recorrer un camino más fértil. Pero deberá luchar con el peso del pasivo que le deja el FPV, La Cámpora y el kirchnerismo residual, apoltronado en casa de gobierno y donde hay muchos favores políticos que pagar, no solo en la actualidad, sino con el que llegue, si responde al mismo partido.

Si nada de esto podrá hacer Javier Belloni, si no puede ni quiere abrir la caja de Pandora de la corrupción provincial y persiste en seguir el sinuoso camino de la complicidad del poder. Si es así, le dará a Eduardo Costa la oportunidad de coronar en su cuarta apuesta, sin duda la última chance política del Radical si esta vez en el 2019, por la causa que sea, no se consagra gobernador de Santa Cruz. (Agencia OPI Santa Cruz)

spot_img

Suscribité al Newsletter

Más Noticias

- Publicidad -spot_img

Más Noticias

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí