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Nicolás Maduro logra una reelección anunciada con alta abstención y denuncias de fraude


09:30 Según la justicia electoral, obtuvo el 67% de los sufragios, tres veces más que su rival principal, que desconoció el resultado. Para la oposición votó el 20% del padrón.

Por: Ludmila Vinogradoff
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se aseguró este domingo su reelección tal como se preveía, en medio de sonoras denuncias de fraude, compra de votos y otras graves irregularidades presentadas por importantes figuras de la oposición. Los comicios presidenciales estuvieron marcados por una alta abstención y son rechazados por gran parte de la comunidad internacional. El candidato Henri Falcón aseguró que desconocía los resultados y llamó a volver a votar.

“La alta abstención aumenta la eficacia de la trampa”, dijo Falcón, un ex chavista y principal postulante electoral de la oposición aceptado por el régimen, al sostener sus sospechas de fraude y diversas irregularidades. “Hubo coacción a los votantes, compra de votos y presiones contra los fiscales. Con esto jamás podemos esperar que el resultado sea libre. El proceso carece de legitimitidad y lo desconocemos categóricamente”, dijo el candidato opositor cerca de la medianoche argentina.

El gobierno dijo que Maduro se había impuesto con el 67,7% de votos (5.8 millones de sufragios) contra 21,2% para Henri Falcón (1.8 millon de sufragios). El tercer postulante, el evangélico Javier Bertucci, lograba 925 mil votos. “Esto es el triunfo del pueblo”, clamó el presidente tras el informe de la Justicia electoral.

Sin embargo, la oposición -que llamó a boicotear la elección porque sus principales figuras fueron proscriptas o encarceladas por el gobierno- restó toda legimitidad al resultado. “Los centros de votación estuvieron vacíos hoy y el gobierno va a intentar vender una cifra de votantes mucho mayor que la que hubo. Pero lo que vimos es un vacío total, no hubo hoy elección en Venezuela. Estamos en presencia de un simulacro electoral”, dijo por su parte Víctor Márquez, uno de los líderes del Frente Amplio Venezuela Libre y presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela.

Según la oposición, votó menos del 20 por ciento del padrón electoral, aunque el gobierno dijo que sufragó el 46,01%. El experto en historia electoral venezolana, Eugenio Martinez, recordó anoche que el promedio de presentismo en las presidenciales de 2006, 2012 y 2013, cuando fue electo Maduro, fue del 79,29%.

En Caracas y el interior del país se observaron calles vacías mientras que pocos centros electorales exhibieron colas, el cuadro que ha sido una foto constante en elecciones presidenciales pasadas.

La jornada transcurrió en tranquilidad y con una mayor afluencia de votantes en los barrios populares donde el chavismo ejerce fuerte influencia.

Apoyada por varios gobiernos, la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) promovió la abstención al negarse a participar en un proceso que considera una “farsa” para perpetuar a Maduro en el poder. Pero el exchavista Henri Falcón se separó de sus filas, con la esperanza de capitalizar la impopularidad del mandatario, que ronda el 75% ante la debacle económica y social.

Falcón y el evangélico Bertucci denunciaron “chantajes” del oficialismo con los llamados “puntos rojos”, donde el gobernante partido chavista registra a los votantes a través de un carné necesario para recibir ayuda social. Estas faltas habrían sido cometidas por el oficialismo al asistir a los votantes, al ubicar toldos de control del sufragio oficialista a menos de 200 metros de distancia de los colegios y por ofrecer un bono a los votantes, lo que el comando de Falcón, que ha contabilizado 900 denuncias, consideró una “compra de votos”.

Claudio Fermín, jefe de campaña Falcón, se refirió en rueda de prensa a este bono y señaló que ésta es una “compra” de la voluntad del elector con recursos públicos. Por su lado, el equipo de Bertucci contó 1.400 denuncias por irregularidades electorales “todas documentadas”, la mayoría de ellas relacionadas con estos toldos o “puntos rojos”.

En varios países, migrantes venezolanos realizaron protestas contra los comicios, mientras Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y el Grupo de Lima, integrado por 14 países latinoamericanos, entre ellos la Argentina, no reconocen los resultados y acusan a Maduro de socavar la democracia. El presidente reiteró este domingo que le “resbala” que le digan “dictador”.

Casi todo el círculo del gobernante está sancionado por la UE y Washington, que recientemente sumó al número dos del chavismo, Diosdado Cabello, a su lista de acusados por narcotráfico y lavado de dinero. (Clarín)

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