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Por el dólar, se desplomó un 60% el otorgamiento de créditos hipotecarios UVA


11:40 La aceleración de la devaluación en los últimos dos meses provocó el efecto contrario en la adjudicación de créditos hipotecarios UVA, una de las grandes apuestas del Gobierno para desarrollar el mercado inmobiliario y para que la clase media llegue a la primera vivienda. El aumento del dólar en los últimos dos meses, del 44%, trajo aparejada una caída del 60% en ese tipo de préstamos.

Por: María Julieta Rumi
Según datos del Banco Central (BCRA), en abril (a fines de ese mes comenzó la aceleración de la devaluación y el dólar cotizaba a $20,50) se otorgaron $13.000 millones en préstamos nominados en Unidades de Valor Adquisitivo -el nombre completo de UVA-, a razón de un promedio de $694,5 millones por día hábil, mientras que en junio el monto bajó a $5500 millones, con $276,1 millones diarios. El mes pasado el dólar cerró a US$29,57.

Si se traducen esas cantidades a dólares, tomando el promedio mensual del BCRA, la caída fue de US$642 millones en abril a US$227 millones en junio (los promedios diarios respectivos serían de US$33,82 millones a US$11,39 millones).

Reflejo en las escrituras

Más allá de los créditos UVA, algo similar ocurrió con las escrituras de inmuebles vendidos con préstamos hipotecarios en general. Según el Colegio de Escribanos de la Ciudad, el número acumulado de mayo y junio muestra una caída del 60% en ese rubro.

“El acumulado de mayo y junio contra marzo da una caída del 60%, y la verdad es que es menos grave de lo que pensaba. Hubo dos incertidumbres: en abril-mayo, la pregunta era si con el crédito que tomabas podías pagar el inmueble; y a fines de mayo, a qué valor se te iba la cuota, porque no había techo para el dólar. Yo esperaba una caída más seria, pero se ve que con los expedientes en trámite y lo que fue haciendo el Banco Central no fue tan terminal”, afirmó el presidente del Colegio, Claudio Caputo, en diálogo con LA NACION.

La expectativa para este mes es igual de mala, según se palpa en el sector. “Por los comentarios de los colegas es como si se hubieran freezado los teléfonos de las escribanías. Y es lógico. Nadie puede suponer que frente a un escenario de turbulencia la gente vaya alegremente a tomar créditos sin saber cuál va a ser su capacidad de repago”.

Para el economista del Centro de Estudios Económicos del Sur (Cesur), Amilcar Collante, el efecto también fue lógico por la suba del dólar, los salarios que crecen a un ritmo más lento y el aumento de las tasas de interés. A eso se suma el contexto de incertidumbre con respecto a la marcha de la economía.

“En marzo-abril fue el boom, y en junio estás entre un 60 y un 65% abajo. También hay datos de los primeros cuatro días hábiles de julio que muestran que se otorgaron $245 millones diarios. Hay que ver qué pasa ahora que se está tranquilizando el mercado: si las operaciones quedan trabadas o empiezan a aparecer y se incrementa el volumen”, explicó Collante a LA NACION.

Por otro lado, el economista también apuntó al encarecimiento del valor del metro cuadrado promedio en la ciudad de Buenos Aires, que pasó de US$2100 en 2016 a US$2500 en 2017, y a la liquidez de los bancos, que empezó a decaer.

“En 2017, los bancos disponían de un exceso de liquidez que volcaron a créditos de largo plazo. Pero los depósitos y la liquidez existente, ya a fines de año, comenzaron a ser insuficientes, y esto se reflejó en las tasas de interés. La línea del Banco Nación que era de menor tasa pasó de UVA más 3,5% en 2017 a UVA más 6,5% (para clientes) y UVA más 8% (no clientes) con el último ajuste, en abril de este año. Así ocurrió con el resto de los bancos”, agregó.

Los números en los bancos

Al ser consultados sobre estos datos, en distintos bancos dijeron que la demanda de créditos cayó entre un 20 y un 50%. Una de las entidades menos afectadas sería el Banco Ciudad, por su radio de influencia (solo opera en el área metropolitana de Buenos Aires). Según el gerente de créditos hipotecarios, Maximiliano Coll, en los últimos seis meses aprobaron 4310 solicitudes, contra 3798 del año pasado, lo que implica un crecimiento del 13%, pero en los últimos dos meses (mayo y junio) tuvieron una caída del 21%. “El dato positivo es que abril fue el peor mes y ya en mayo empezó a repuntar. No fue una caída estrepitosa y nosotros somos terceros en participación. Es un tema de humor: si el dólar se tranquiliza, la demanda va a empezar a subir y nosotros seguiremos con la oferta activa”, afirmó.

Por su parte, Diego Gatto, gerente de banca hipotecaria del Banco Hipotecario, dijo que “desde que empezó la volatilidad del tipo de cambio, la demanda por nuevos créditos se retrajo un 32% respecto del promedio de abril y mayo”, aunque esa entidad no se vería tan afectada porque el 60% de los préstamos que otorga no son para compra, sino para construcción.

Por último, fuentes de un banco de capitales extranjeros con presencia nacional dijeron que notaron un fuerte parate en las consultas, con una caída del 50% en el nivel de tasaciones, que tendrá impacto en las liquidaciones de los próximos meses. (La Nación)

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